El Suplemento entrevistó este mes a Robert Wesnatt, el autor de ¡Hundan el Titanic!, libro que según los últimos sondeos se perfila como un best-seller de la temporada.
¿No cree que se ha escrito demasiado sobre el Titanic?
Todo lo dicho acerca del Titanic es desde su partida en Southampton hasta el hundimiento cuatro días después. En esta obra, iniciamos la historia varios años antes, de cuando se inició el proyecto, su realización, los intereses creados para destruirlo, como operaron a bordo los agentes enemigos en esos cuatro días, el naufragio y las consecuencias posteriores a los países implicados y sus líderes.
Está hablando de una confabulación siniestra en contra de un barco ¿es una forma de validar la teoría de la conspiración?
En absoluto; el Titanic no era un barco más, representaba el orgullo de la flota mercante británica y fue promocionado como la máxima expresión de su poderío marítimo… “El navío insumergible”. No debemos olvidar que Alemania en ese momento le disputaba el liderazgo a Gran Bretaña, eran las dos potencias más importantes del mundo inmersas en una guerra aún no declarada.
¿Está sugiriendo que el transatlántico fue una víctima de ese conflicto en ciernes?
Es una hipótesis, nunca se demostró fehacientemente que el témpano fue la causa real del naufragio. En los restos hallados en 1985 no se puede ver el daño provocado por el hielo, y el buque navegó normalmente por otros veinte minutos. El reporte de daños que le dieron al capitán indicó que no había filtraciones… ¿Y de pronto se hunde? Eso me hizo investigar más en profundidad lo sucedido…
¿Y cómo lo logró? ¿Usted pudo hallar aún más información que cientos de profesionales en la materia?
Fueron diez años de intensa investigación en las principales capitales europeas, de descifrar miles de documentos recientemente desclasificados, cartas privadas entre líderes mundiales y diarios íntimos de pasajeros que estuvieron allí y que jamás se dieron a conocer, ese trabajo nadie lo había hecho antes. Según mis estudios, la Alemania de la preguerra estuvo implicada en el trágico suceso y doy las claves en este libro, es otra cara de la verdad que merece ser revelada.
En este libro afirma que el gobierno alemán provocó el desastre... Para muchos será algo difícil de asimilar…
Quizás, pero no debemos olvidar que a partir de 1914 los submarinos alemanes hundían a cuanto buque mercante se atrevía a cruzar el Atlántico, y hasta alardearon del trofeo mayor obtenido con su arrogancia megalómana: el transatlántico Lusitania. Lo torpedearon provocando la muerte de mil doscientas víctimas civiles inocentes ¿Aún le parece que un acto así es difícil de realizar?... Estos son hechos irrefutables.
Su libro está bien documentado y esos secretos se develan a través de una ingeniosa trama de intriga y espionaje ¿No cree que alguien puede sentirse afectado?
Si así fuera, lo lamento, pero han pasado más de cien años, dos guerras mundiales con millones de muertos de por medio y este holocausto fue provocado por el mismo país de referencia… Todo el planeta estuvo involucrado y aún seguimos en la recuperación. El tiempo siempre es el mejor bálsamo para las heridas.
¿Por qué Los Angeles y no Buenos Aires? ¿Fue por eso de que “nadie es profeta en su tierra”?
Nada de eso. Emigrar es duro, todos lo sabemos, pero el clima político y la inseguridad económica en la Argentina me estaban asfixiando. Llegué a Los Angeles hace muchos años y aquí pude desarrollarme profesionalmente y lograr todas mis metas.
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