Beneficios para la salud y su valor nutricional
La espinaca es un superalimento. Está cargada de nutrientes y es baja en calorías. Las verduras de hoja verde oscura como la espinaca son importantes para la salud de la piel, el cabello y los huesos. También son una fuente de proteínas, hierro, vitaminas y minerales.
Los posibles beneficios para la salud de consumir espinacas incluyen mejorar el control del azúcar en la sangre en personas con diabetes, reducir el riesgo de desarrollar cáncer y mejorar la salud ósea, así como aportar una variedad de minerales y vitaminas.
Aporta energía y combate la anemia
Este es uno de los beneficios más conocidos de las espinacas, ya que contiene un porcentaje de hierro mucho mayor al que podemos encontrar en la carne, además de contener vitamina C, que ayuda a que se absorba mejor, lo que se traduce en un mayor nivel de energía, reduciendo el riesgo de padecer de anemia.
Prevención del asma
Un estudio de 433 niños con asma entre las edades de 6 y 18 años, y 537 niños sin asma, mostró que los riesgos de desarrollar asma son menores en personas que tienen un alto consumo de ciertos nutrientes.
Uno de estos nutrientes es el betacaroteno. La espinaca es una excelente fuente de betacaroteno.
Fortalece tus huesos
La espinaca es una buena fuente de Vitamina K, la cual, funciona en la retención de calcio en la matriz ósea, lo que conduce a la mineralización ósea. Aparte de esto, otros minerales como manganeso, cobre, magnesio, zinc y fósforo también ayudan en la construcción de huesos fuertes.
Esto a su vez puede impedir que una persona desarrolle osteoporosis. Estos minerales son también esenciales para mantener los dientes y las uñas saludables.
Reduce la presión arterial
Su alto contenido en potasio hace que la espinaca beneficie a personas con presión arterial alta.
El potasio puede ayudar a reducir los efectos del sodio en el cuerpo. El consumo bajo de potasio podría ser un factor de riesgo de presión arterial alta tan importante como el alto consumo de sodio.
Riesgos
Si alguien está tomando anticoagulantes, como warfarina, es importante que no comience a cambiar repentinamente la cantidad de alimentos que ingieren que contienen vitamina K, dado que desempeña un papel importante en la coagulación de la sangre.