Qué nos dejaron las elecciones

En un clima de apatía generalizada se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en nuestro país. Es digno de destacar, sin embargo, que este largo período de democracia argentina está por cumplir 24 años ininterrumpidos. Al mismo tiempo, no se puede dejar de lado que este desinterés es quizás la característica más importante de estas últimas elecciones. Fundamentalmente, porque eso deteriora la democracia.
Las causas de tamaña apatía hay que buscarlas en el pasado reciente y en la respuesta a las siguientes dos preguntas: ¿Dónde se ha oído en los últimos meses o años una discusión seria sobre el país de la próxima década? ¿Cuál es el plan estratégico nacional, no ya sólo del gobierno sino de la comunidad política en su conjunto?
Se escuchó decir a algún político que “La apatía hizo que la gente no vote más temprano” y “Hay que educar al pueblo para que sienta su deber cívico”, lo que deja en evidencia, otra vez, que las culpas, como siempre, son compartidas.
Tratado el punto más relevante al criterio del autor, veamos lo que nos dejó este nuevo ejercicio democrático, que se nutre de anécdotas y situaciones entre simpáticas, tristes y preocupantes.
En esta elección hubo un hecho inusual: por primera vez en la historia tres mujeres compitieron para conducir el destino de los argentinos. Cristina Fernández de Kirchner, Elisa Carrió y Vilma Ripoll encabezaron sus listas, y encima, dos de ellas ocuparon los dos primeros puestos. Todo un dato para resaltar.
También los presos vivieron una jornada histórica, ya que se votó en las cárceles de la provincia de Buenos Aires y en las unidades federales de todo el país. Sin embargo, los únicos que pudieron participar fueron los procesados sin condena. Un hecho anecdótico: en la cárcel de Devoto tuvieron que solicitar más urnas por la gran cantidad de presos que quisieron sufragar.
Durante el día sábado, con la veda electoral vigente, el presidente Néstor Kirchner hizo campaña en Río Gallegos, participando de asados, actos y caminatas por la ciudad que lo vio nacer, como si no hubiera veda política.
Desde unas horas antes del acto eleccionario, el fantasma del fraude sobrevoló en la provincia del aún presidente Néstor Kirchner. El abogado santacruceño Alberto Bardón denunció ante el Juzgado Federal Número 1 de Río Gallegos la aparición de una caja con 350 documentos de identidad apócrifos en una unidad básica del Frente para la Victoria de la localidad de Caleta Olivia. Los DNI estaban en blanco, sin troquelar y, según se asegura en la denuncia que se le presentó al juez Gerardo Caamaño, “estaban en manos de punteros kirchneristas y listos para ser entregados”.
Esa no fue la única denuncia. El viernes, ante la Fiscalía de Instrucción Número 1 del Poder Judicial de la Provincia de Santa Cruz, a cargo del Dr. Martín Sedan, se denunció la aparición de documentos mellizos, también en Caleta Olivia, la segunda ciudad más importante de la provincia, y con gran importancia electoral. Según fuentes judiciales, se estaría investigando la circulación de más documentos truchos.
La candidata por el Frente para la Victoria emitió su sufragio en Río Gallegos. Siendo que es senadora por la provincia de Buenos Aires, ¿habrá votado dos veces?
Pero parece ser una normalidad esto de irse mudando para hacerse de cargos políticos, ya que el actual vicepresidente y gobernador electo por el oficialismo, Daniel Scioli, que hizo toda su campaña política en la Capital Federal, hace seis meses se mudó a la ciudad de Benavídez para lanzarse como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Parece que ciertas leyes, para algunos no corren.
Los comicios comenzaron tarde, por la apatía de la que hablamos al principio, por la falta de autoridades de mesa, porque nadie quería suplantarlos, o por equis motivo. Comenzado al fin, el escrutinio nos dejó de todo.
En Adrogué, un fiscal del peronismo de Almirante Brown intentó votar dos veces. Por supuesto, quedó detenido.
¿Sorpresa, intencionalidad política o gran papelón?: el candidato Juan Carlos Blumberg figuraba en el padrón electoral con su título de “ingeniero”, luego de reconocer meses atrás que nunca había obtenido tal título. La noticia del padrón fue difundida por la agencia oficial de noticias Télam.
Blumberg, uno de los primeros candidatos en votar, denunció que en Florencio Varela no dejaron participar del acto eleccionario a los fiscales de su lista, en Lomas de Zamora los delegados del frente fueron agredidos y mencionó otras casos en los que se observó una faltante de boletas de su partido.
Lilita Carrió votó en medio de un gran tumulto y dijo que en estas elecciones “cualquier resultado será una victoria”. La candidata de la Coalición Cívica emitió su sufragio en una universidad del barrio porteño de Recoleta. Hubo una gran cantidad de periodistas en el lugar. Y allí, en medio del descontrol, otra anécdota: se desmayó un policía. Si se desmaya en medio de un mero apretujón de gente: ¿Qué pasará en un tiroteo?
La demagogia no podía faltar: antes de entrar al cuarto oscuro, Daniel Scioli y su mujer se tomaron unos mates con las autoridades de mesa. ¿Les habrá llevado algunas facturas también?
Uno que sabe de fraudes, Alberto Rodríguez Saá, hizo un llamado a los votantes para "vencer el fraude que intenta hacer el oficialismo”. “Estas sospechas las ha despertado el propio gobierno nacional", explicó el candidato presidencial del FREJULI. Aseguró que hubo "enormes irregularidades del Correo Argentino” y que faltaron boletas de su partido. ¿Denunciaría lo mismo en San Luis? En fin, el muerto se asusta del degollado.
Roberto Lavagna votó, habló de democracia y bromeó con vecinos de Avellaneda por el precio de los tomates. El candidato presidencial por UNA, expresó que tiene la esperanza de que sea un “excepcional día democrático”. "Usted es millonario", le dijo luego a un vecino que cargaba una bolsa con tres tomates, ironizando sobre la inflación en Argentina. El dueño de los tomates le tuvo lástima y se los regaló. ¿O se los arrojó por la cabeza?
El cineasta y candidato de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, denunció que hubo un ROBNI: “Robador de Boletas No Identificado” y fue el primero en presentar una acusación formal por el faltante de boletas de su partido en varios distritos del Gran Buenos Aires. Luego hicieron lo mismo dirigentes de Carrió, Lavagna, Rodríguez Saá y López Murphy.
En el resto del país hubo de todo, como en botica. En Córdoba, un joven tuvo la desafortunada idea de ir a votar temprano. Grave error: faltaban autoridades y quedó designado como presidente de mesa. El chico se negó por “motivos personales”. Cuando intentó irse, los policías presentes le dijeron que debía cumplir con su deber cívico o sería detenido. Eligió esto último.
Otros dos jóvenes fueron detenidos por causar disturbios ante la negativa de las autoridades de permitirles votar en una mesa femenina en Córdoba.
Finalmente, cuatro hombres fallecieron por ataques cardíacos. Uno se produjo en Mendoza, otro en Carmen de Patagones,  el tercero en Santa Fe y el último en Saavedra.
Las elecciones se cerraron en casi todos los distritos electorales una hora después de lo previsto, por todos los inconvenientes suscitados en las primeras horas de la mañana.
Pero, como la verdadera historia la escriben los que ganan, me hago eco de lo dicho por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, poco después de terminado los comicios:
“Hemos asistido a uno de los actos electorales más cristalinos en el país". ©