Ambiente bohemio y fantásticas playas
La capital del condado del mismo nombre es una pequeña ciudad de 50 mil habitantes y uno de los lugares turísticos en California donde pareciera que es primavera en pleno verano, con su moderado clima mediterráneo, ambiente bohemio, sus fantásticas playas para el surf y su estilo de vida liberal.
Santa Cruz se encuentra a 120 km al sur de San Francisco, en el lado norte de la bahía de Monterrey.
Antes de la llegada de los colonizadores europeos en el siglo XVIII, la zona de Santa Cruz estaba habitada por los ohlone, una tribu nómade de indios americanos. En 1769, el explorador español Gaspar de Portolá se encontraba viajando a Monterrey, pero acabó recalando accidentalmente en el lado opuesto de la bahía. De Portolá bautizó al río local como San Lorenzo (en honor al santo), y a las colinas circundantes como Santa Cruz. La benignidad de su clima y la belleza del entorno deben haber agradado a los misioneros españoles, que fundaron la Misión de la Exaltación de la Santa Cruz en 1791.
Una de sus playas icónicas es la de los Puentes Naturales. Eran tres arcos tallados por el océano y los elementos en los acantilados que sobresalían del mar. Queda un arco que está sometido a una rigurosa protección para evitar que colapse.
El Museo del Surf de Santa Cruz fue establecido en 1986, siendo el primero en su tipo en el mundo. Además, documenta la historia de este deporte en Estados Unidos.
El muelle de Santa Cruz, construido en 1914, es otro lugar emblemático de la localidad. Tiene una longitud de 836.7 metros, siendo el más largo de la costa oeste de Estados Unidos, con restaurantes, locales de diversión nocturna, tiendas y embarcaciones para realizar excursiones de pesca. Es un buen punto, además, para observar leones marinos.¤