Si hubiera que hacer una lista de los temas de discusión diaria entre los argentinos, el de la corrupción figuraría bien arriba, allí junto al fútbol, la inseguridad en las grandes ciudades, o los escándalos de la farándula local. Sin embargo, nos enfocamos siempre en la corrupción política, como si los funcionarios de gobierno y representantes populares tuvieran la plena hegemonía de este mal que –a diferencia de la percepción general- no es nada nuevo. Ahora ¿quién controla a los funcionarios de la Administración Pública que manejan los recursos del país? Al término de la hoy tan vituperada década menemista, cuando la corrupción y el saqueo de esos recursos se hicieron moneda corriente, la presión popular desembocó en la creación de la Oficina Anticorrupción, creada por decreto por el entonces gobierno de la Alianza. ¿Un mero recurso para decir “estamos haciendo algo”? ¿Qué tanto poder tienen sus funcionarios para investigar a sus superiores administrativos?
Para este número de mayo tuvimos la oportunidad de entrevistar al Dr. Martín Montero, Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción. En la nota nos explica su tarea de fiscalizar el cumplimiento de los deberes de los funcionarios del gobierno y el debido uso de los recursos estatales. Por otra parte, no pudimos dejar de lado los avatares de la política de nuestro país y en una muestra más de la diversidad de opiniones en lo que respecta a política dentro de nuestro grupo de redactores, tenemos en este número visiones diametralmente opuestas sobre el gobierno argentino. ¿Está tan bien la economía como para que el Gobierno gane una elección mostrando los números del superávit comercial? Y ya que hablamos de corrupción: ¿todos sus funcionarios tienen las manos limpias?
Frase del mes:
“La solidaridad no es asistencia, sino justicia”
Juan Carr, titular de Red Solidaria, consultado sobre el asistencialismo en épocas electorales. †