Dice un viejo refrán: “Año nuevo, vida nueva “. Trasladándolo a nuestra tarea ¿podríamos decir: “Año nuevo, temas nuevos? Por lo que venimos publicando diremos que no, porque todavía hay leña para cortar.
Este año nuevo, como sabemos, es bisiesto. Los años bisiestos tradicionalmente han sido considerados maléficos. De ahí que surgieran estos tres refranes: “Año bisiesto, año siniestro”; “Año bisiesto, ni casa, ni viña, ni huerto, ni puerto” y “Año bisiesto, prostitutas y tuertos, todo revuelto”
Bisiesto proviene del latín bis: dos y sextus, porque los latinos llamaban bis sextus Kalendas Martil al 25 de febrero cuando este mes tenía 29 días.
No obstante, nosotros creemos que “este 2004, año bisiesto con sus tres martes trece, es todo nuestro” Dejemos entonces que transcurra como otros años.
Mientras tanto, comenzaremos con los refranes que se refieren a los pecados capitales. Vamos a tratar primero a la Pereza.
De Jaime Balmes tenemos: “Un hombre con pereza, es un reloj sin cuerda”
Según G. A. Bécquer, los perezosos son como los dioses, porque “la pereza, dicen que es don de los inmortales y, en efecto, en esa serena y olímpica quietud de los perezosos de pura raza hay algo que les da cierta semejanza con los dioses”
Para el P. Coloma “Por la calle del después se llega a la plaza del nunca” Y en esa calle según B. Franklin “La pereza camina tan despacio, que la pobreza le alcanza muy pronto” Porque además, como dice Nathiel Howe, “No hacer nada es el camino para no ser nadie”
Por último encontramos en Shakespeare que “El cansancio ronca sobre los guijarros, en tanto que la tarda pereza halla dura la almohada de pluma”
Desgraciadamente hoy hemos tenido tanta pereza que dejamos de buscar un refrán latino para terminar el artículo como lo hacemos siempre, por lo que quedamos en deuda con los lectores. Ø