Horacio “Roquiño” Accavallo
El pasado 1 de marzo se cumplió una fecha histórica para el boxeo argentino. Sí, amigos, Horacio “Roquiño” Accavallo (75-2-6, 34 KOs) logró en 1966 los títulos de peso mosca (108 libras) de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) derrotando al japonés Katsuyoshi Takayama (45-11-6, 12 KOs). Con esto, Horacio Accavallo hizo historia esa noche de Tokio derrotando por puntos a Takayama después de 15 rounds logrando ambos campeonatos y ser el segundo campeón mundial de Argentina. El primero fue ese gran mendocino que también hizo historia al ser el primer campeón mundial que tuvo Argentina, Pascual Pérez.
Para el boxeo argentino, ese triunfo de Accavallo fue un logro de suma importancia. Este 1 de marzo se cumplieron 54 años y el boxeo argentino no olvida este hecho nunca. Este pequeño pero gran peleador era de orígenes humildes; además de pelear era botellero y juntaba deshechos que luego vendía para ayudar a su familia. Quién pensaría que llegaría a obtener un doble campeonato mundial.
Tuve la suerte en lo personal de ser amigo de Tito Lectoure, quien hasta su muerte dirigió los destinos de nuestro querido Luna Park y él me contó muchas anécdotas de peleadores. Por eso les cuento ésta de Accavallo. Me contó que en una negociación para una pelea, no se ponía de acuerdo sobre la bolsa del “Roquiño,” hasta que el “Roquiño” dijo, “Vea, Don Tito, yo le hago la siguiente propuesta. Si gano, usted me paga con toda esa basura que tiene en el sótano del Luna”. Y Tito Lectoure aceptó la oferta. La pelea fue como se acostumbraba en esos tiempos, un sábado. “Roquiño” ganó la pelea y el lunes una gran cantidad de camiones y hasta carros tirados por caballos se hicieron presentes en el Luna Park para cobrar la bolsa ganada por Horacio Accavallo.
Este pequeño gladiador argentino nació un 14 de octubre de 1934 en Villa Diamante, Buenos Aires y debutó como profesional el 21 de septiembre de 1956. Totalizó 83 peleas profesionales, en 732 rounds.
Gracias, “Roquiño,” por todos tus logros. Por eso estás en la historia grande del boxeo argentino.
Un gancho y nos vemos en la próxima de NOCAUT.¤