Deficiencias del sistema penal en la Argentina
Las películas de amor siempre tienen un final feliz. Por eso, generalmente la última toma enfoca a ambos novios en el altar, enamorados y radiantes. Lo presentan como si ese fuera el momento cúlmine de su amor, cuando en realidad todos sabemos que ese es el inicio, porque una vez terminada la fiesta de casamiento y la luna de miel es cuando comienza la verdadera vida en común… y los problemas. Las estadísticas demuestran que el porcentaje de divorcios es enorme y aumenta geométricamente en casi todo el mundo. Si bien las películas de amor muestran finales felices, en la vida real muchas veces eso no sucede.
De la misma manera, las películas de abogados y juicios habitualmente terminan cuando el presidente del jurado informa el veredicto a viva voz: “culpable” o “inocente”. Y en la sala estallan vítores y aplausos. O se escuchan llantos (se toman como referencia las películas y series de Hollywood porque son las más vistas en todo el planeta).
La mayor preocupación de los argentinos es la inseguridad. El miedo hizo que todo el sistema judicial esté en la mira de la población, ya sea porque no detiene a los delincuentes o porque los deja en libertad antes de que cumplan sus condenas.
En casi todos los casos, muchos criminales conocidos del país reciben penas ejemplares que son dictadas por los tres jueces de los Tribunales Orales, dado que los juicios por jurados apenas funcionan. Por eso, las condenas de 20, 30, o más años de cárcel son celebradas masivamente, de la misma forma que cuando los novios dan el “sí, quiero” frente al altar. ¿Pero qué sucede después de que los jueces, fiscales, abogados y condenados se marchan y las cámaras de televisión se apagan? Ahí comienzan los problemas, porque nada es lo que parece.
El momento de las apelaciones
Para consultar cómo funciona el sistema judicial en la Argentina consultamos al Dr. Hugo López Carribero, abogado penalista, escritor y conocido consultor en programas de radio y televisión. Con más de 22 años de ejercicio profesional y habiendo participado en aproximadamente 2100 juicios penales, es una opinión autorizada para responder nuestras inquietudes.
¿Qué pasa luego de que una persona es condenada, Dr. López Carribero?
A partir del momento de la condena comienzan a establecerse los recursos de apelación ante las distintas instancias superiores: Cámara de Casación y Corte Suprema donde las sentencias de los Tribunales Orales de primera instancia son confirmadas o revocadas. Hasta que llega el momento en que la sentencia queda “firme”. Si una sentencia condenatoria queda “firme” pasa a un Juzgado de Ejecución, donde un juez especializado “ejecuta” la pena. Es el magistrado que se encarga de controlar que el preso cumpla la pena en la cárcel. Cabe aclarar que no todos los condenados en primera instancia van presos.
¿Qué determina que un condenado vaya preso desde el primer momento o después de la sentencia: su capacidad económica, una buena defensa, o simple arbitrariedad?
Se detiene al condenado cuando existe la presunción razonable de que éste intentará huir de la justicia o entorpecer la investigación. Si no existe ese peligro de fuga el condenado puede quedar en libertad hasta que la sentencia quede “firme”. La detención de los imputados la determina el Juez de Instrucción, que es el primer juez que interviene en el proceso, al comienzo de la investigación.
¿Cuáles son los distintos estamentos de la justicia que intervienen en un proceso judicial?
Primero el Juez de Instrucción que investiga, luego le sigue un Tribunal Oral que juzga a los imputados y los condena si son hallados culpables; luego la Cámara de Casación y por último la Corte Suprema Provincial y Nacional.
Muchas veces se escucha decir que existe una justicia para pobres y una justicia para ricos. ¿Eso es así?
No, lo que sucede es que habitualmente los delitos que cometen los pobres no son los mismos delitos que cometen los ricos. La diferencia nace en la raíz, no en la copa del árbol. Por eso dicen que la justicia es como una serpiente: solamente muerde los pies descalzos.
Esto es una novedad. ¿Los pobres cometen delitos que los ricos no cometen?
Exacto. Y casualmente esos son los delitos que tienen prisión preventiva que implica la detención de las personas antes de que exista una sentencia “firme”. Los delitos más comunes son los que están relacionados con la vulnerabilidad de la propiedad y la vida: el robo simple, el robo con armas, el robo en poblado y en banda, homicidios en ocasión de robo, o los homicidios “criminis causa” (donde se mata a la víctima para ocultar el robo). Esos son crímenes cometidos, generalmente, por personas que no tienen mucha capacidad económica.
Se dice que la justicia es lenta. ¿Los tribunales superiores tienen un plazo para expedirse?
La Cámara de Casación dispone de seis meses para confirmar o revocar la sentencia del Tribunal Oral, pero la Corte no tiene plazos establecidos.
Actualmente la sociedad argentina esta horrorizada por los casos de delincuentes condenados que volvieron a violar, matar o robar durante sus salidas transitorias. ¿Quiénes autorizaron esas salidas? ¿Y por qué?
Como ya dije, los Jueces de Ejecución son los que hacen cumplir las condenas, pero también son los que pueden conceder beneficios anticipados, como, por ejemplo, una libertad condicional. Aquí cabe aclarar que casos de crímenes reincidentes durante salidas transitorias siempre se han cometido. Lo que sucede es que ahora estos tienen mayor difusión, mayor visibilidad. El periodismo, muy genuinamente, se dedicó en los últimos tiempos a reflejar estos casos. Pero no son fenómenos aislados o situaciones nuevas.
¿Entonces son pocos los presos que cumplen condenas completas?
Sí, son pocos. Fundamentalmente los que son reincidentes, porque al delinquir nuevamente no tienen la posibilidad de gozar de la libertad condicional. Pero los que son primarios generalmente tienen salidas anticipadas.
En base a esto ¿Considera que es justo el sistema actual?
Sí, creo que es justo, pero requiere mayor control. Por eso considero que no hay que modificar la ley, pero sí intensificar los controles. Entre los crímenes reincidentes, los más frecuentes son los casos de abuso sexual y los robos. Curiosamente, los homicidios, en el caso de los asesinatos, no registran una tasa de reincidencia alta. Tampoco los femicidas, porque se trata de casos bastante particulares, dado que estos hombres matan a una mujer a la cual le tienen un encono especial. Si bien pueden desarrollar encono hacia otras mujeres, no es lo más habitual. Las reformas propuestas al sistema penal se dan en el ámbito legislativo entre quienes apoyan la flexibilidad y los partidarios de la severidad judicial. Los que propugnan la flexibilización lo hacen para reinsertar a los detenidos francamente en la sociedad, mientras otros consideran que, en base al delito que han cometido y el daño que han producido es necesario aislarlos, dejándolos en prisión el mayor tiempo posible. Pero siempre hay que considerar el rol primordial del estado, porque los pobres vuelven a reinsertarse en zonas marginales. Y entonces la gran dificultad es determinar dónde debe intervenir el estado con su dinero: ¿en los jubilados, en la salud, en la obra pública, en la educación, o en los presos?
Es un caso de frazada corta...
Así es. ¤