El Pesimismo genera temor

“El ser humano siempre expresa las diferencias que la Naturaleza ha creado dentro de él e indica las tendencias innatas de su organismo” -Deepak Chopra

Las personas pesimistas denotan una tendencia al inconformismo, las quejas, los lamentos descriptos como “me siento atrapada por ciertos pensamientos negativos que no puedo sacármelos de mi cabeza”, y este perfil parece ser el común denominador de esta tipología de personas pesimistas.

Investigaciones de terapistas revelan que para estas personas, el lamento pesimista significa “una manera de anticiparse a resolver un problema antes de que suceda en un futuro cercano, lo cual sería una conducta de adaptación constructiva”. Los datos computados condujeron a los expertos a aseverar que “estas personas expresan su pesimismo tanto en las relaciones personales como en las áreas laborales y financieras, demostrando su falta de autoconfianza por la percepción de amenazas de un futuro incierto”, lo que se consideraría un pesimismo crónico y patológico cuyo estrés o aprehensión les afecta la vida diaria en forma negativa.

¿Cómo se alimenta esta conducta pesimista? ¿Podría ser algo genético?
    “La consecuencia de un ambiente conflictivo e inestable en la primera etapa cognitiva del niño”, asevera el psicólogo Graham Davey, de la Universidad de Sussex, Gran Bretaña, “es determinante en esta clase de conducta. Cada experiencia de aprendizaje de un niño y cómo aprendió a manejar las soluciones posibles a un problema, depende si los padres le enseñaron con paciencia y respeto, reforzándole su autoestima o si estuvo expuesto a algún trauma que le dejó marcadas señales de ansiedad”. En la adultez, esta persona posiblemente expresará su pesimismo excesivamente en forma de una queja, ya que “la persona cree que si no lo hace así algo malo podría suceder y al hacerlo es como quedar mano a mano con la vida”.
   Las personas son pesimistas cuando ven el lado oscuro en todo, se quejan de todo y suelen ser muy sensibles a enfrentar experiencias negativas o situaciones conflictivas donde ellas visualizan posibles escenarios de problemas insolubles, afirman los terapistas. “Esta percepción les afecta negativamente y les hace sentir mal, aunque la mantienen en su subconsciente para continuar lamentándose porque aún ellas no encontraron una solución viable y lo más lógico para ellas es repetir ese ciclo negativo, reforzando así su pesimismo crónico”, asevera el Dr. Davey.
   El Dr. Deepak Chopra aconseja practicar la meditación, la cual ayuda a calmar la mente y recuperar el equilibrio emocional.

Guía para revertir la conducta del pesimista

Pregúntese: ¿La emoción que estoy experimentando en este momento es simétrica o equivalente en intensidad con la situación que estoy enfrentando? La Dra. Judy Rosemberg dice que generalmente la respuesta es “no”.

Reemplace: La opacidad del escenario que le aterra con un resultado positivo y posible de lograr. Este ejercicio le ayudará a reducir la dimensión negativa y liberará su mente para visualizar otras soluciones a su problema, según la terapista social neoyorquina Christa Schorn.

Elabore: Un plan positivo y viable de alcanzar, expresando así su manera de solucionar el problema que tanto le aflige y el cual podría darle el poder que está necesitando. Controle su pesimismo dándose sólo 15 minutos para expresar todas sus frustraciones, y luego pare.

Repita: En su mente “destruir todo lo negativo” y visualice que todo su pesimismo y quejas inútiles están siendo destruidas por una máquina rompe papeles.

Distráigase: Escuchando su música favorita, la que influirá a crear un estado anímico de bienestar y tranquilidad, haciendo ejercicios físicos para liberar las endorfinas que mejorarán su humor y actitud, leyendo un libro o yendo al cine o teatro, ya que es difícil focalizar en pensamientos negativos y pesimistas cuando una persona está disfrutando de algo y tiene su mente y su espíritu focalizados en algo placentero.

   Recordemos que la memoria olfativa afecta nuestro inconsciente, genera estímulos sensoriales y liberará endorfinas si los olores son agradables influyendo así para que la persona se sienta bien y exprese su buen humor. Está comprobado que el bienestar emocional genera una actitud mental positiva y produce en el organismo altos niveles de endorfinas. Lo opuesto (malestar emocional, actitud negativa) agota hasta las mínimas reservas de endorfinas y como consecuencia, la “buena onda” se disipa.
   Una planificación metódica que incluya permanentes controles podría ayudar a los pesimistas a aminorar su grado de temor e inseguridad y evitar el impulso de la atracción de ondas negativas. La Ley Murphy ha establecido enunciados que se hacen realidad cuando la probabilidad de que algo malo acaezca, acaece.
    Los expertos recomiendan cultivar los sentimientos positivos optimistas. La música afecta nuestro estado de ánimo creando un ambiente interior placentero. La risa libera al cuerpo de las tensiones musculares y toxicidades emocionales, estimula el buen sentir y ayuda a desarrollar el espíritu gregario para facilitar la integración social, lo que fortalece nuestra autoestima mostrando nuestra capacidad de dar, lo que a su vez retroalimenta nuestro bienestar general.
    Vivamos sólo el presente, agradeciendo a Dios permanentemente por el privilegio de ser parte del Universo. Celebrémoslo cultivando las actitudes positivas y relacionándonos con gente optimista que nos energizan y contagian su permanente alegría de vivir. ¡Disfrutemos de corazón la vida presente, que es lo único que tenemos! ¤