El Paseo de la Fama de Buenos Aires

Casi en silencio, desde mediados del año pasado la Avenida Corrientes de Buenos Aires se ha convertido en un “Paseo de la Fama” muy parecido a lo que tenemos aquí en Hollywood.  Las estrellas empiezan en la esquina de Corrientes y Callao, y van en dirección al Obelisco pero, por el momento, por solo una muy corta distancia... algo así como una cuadra y media. Ahí desaparecen.  Desde Lavalle y Esmeralda parece nacer otra serie, que hoy llega hasta Corrientes y Esmeralda. En esta histórica esquina del tango está la estrella de Carlos Gardel. 

De esta manera, Buenos Aires parece aceptar la idea del residente local Pepe Crow, que viene promocionando un esquema similar para Buenos Aires desde hace varios años, aunque con algunas diferencias.  Crow, conocido gardeliano, pensaba a la estrella de Gardel en un lugar central, cerca del Obelisco.  Los porteños optaron por la histórica esquina del tango, que estaba vigente durante la vida de Gardel.  Crow soñaba con un paseo internacional, pero hasta ahora todas las estrellas del paseo porteño parecen ser de argentinos. Pero hay que esperar, porque en Buenos Aires hay marchas y contramarchas. En julio habían empezado con cuatro conocidas figuras del rock argentino, y ahora están con Nini Marshall, Nélida Lobato y Zully Moreno. Veremos con quien siguen. Quizás la diferencia más importante y controversial: no existen contribuciones privadas, todo se hace con dinero público.      

La novedad en los últimos años es que en Buenos Aires existen varias iniciativas diseñadas para recordar a los artistas locales. Las estatuas de fibra de vidrio por distintos lugares de la ciudad, populares entre los turistas, y los murales del cine nacional que vienen asomando por algunos barrios porteños, son  proyectos que parecen tener buenas intenciones, pero se hacen sin dar mucha discusión ciudadana. El riesgo es que no se logre el apoyo cívico que siempre se necesita para que estas cosas duren a través del tiempo. En fin, la estrella de Gardel en el centro porteño es una realidad.  Ahora falta una en Los Angeles... ¤