La Biblia del folklore argentino
Pocos artistas del folklore argentino han despertado tanta admiración en los escenarios del mundo entero como este gran difusor de la cultura autóctona de nuestro país. Impulsado por el gran Atahualpa Yupanqui cuando apenas cumplía su mayoría de edad, Ariel Ramírez, genial pianista y compositor, siempre tuvo en claro la misión que lo ocupó por el resto de su vida: la de mantener viva la música de las pampas y las quebradas, de los esteros y las yungas.
Fue quizás la zamba La Tristecita, editada en 1946, la que le abrió las puertas del reconocimiento popular en nuestro país, aunque hasta la más brillante de sus numerosas canciones se opacan frente al destello de su monumental Misa Criolla. Este disco, editado por Phillips en 1964, figura hoy como uno de los grandes hitos de la cultura argentina. La Misa Criolla, Para tenor, coro mixto, percusión, instrumentos andinos y clave o piano, es una obra que cuenta con bagualas y carnavalitos, chacareras y zambas, todas de su propia autoría, cuyo espectáculo en vivo fue presentado en incontables escenarios del mundo, como el Teatro Colón argentino, el Lincoln Center de Nueva York y la Basílica de San Pedro del Vaticano. En estas presentaciones, Ramírez era acompañado por verdaderos monstruos del folclore argentino, como Jaime Torres, Zamba Quipildor, y Domingo Cura, entre tantos otros.
Entre sus discos más recordados, podemos mencionar a Agua y Sol del Paraná (1950), Mujeres Argentinas (1969), Cantata Sudamericana (1972), París La Libertad (1977), Misa por la Paz y la Justicia (1980), y La Hermana Perdida (1980).
Ariel Ramírez falleció el 18 de febrero de 2010 a causa de una neumonía.¤