Los resultados de la batalla de Vilcapugio no fueron terminantes. El territorio central de las Provincias Unidas siguió con algunos ataques esporádicos y merodeos. El gobierno central ordenó a Manuel Belgrano que delegara el mando del Ejército del Norte al general San Martín, quien se hallaba en la Posta de Yatasto, y fue oficializado el 20 de enero de 1914. Entre las poblaciones de Metán y Rosario de la Frontera, bañada por el río Yatasto, se hallaba la hacienda del mismo nombre, establecida desde el siglo XVII. Después de la revolución durante las luchas del norte, su valor de posta se acrecentó al adquirir también valor estratégico.
Aquí se encontraron por primera vez Belgrano y San Martín. Éste había sido enviado con una columna de auxilio desde Buenos Aires; su abrazo con el jefe en desgracia selló una amistad sin sombras.
Desde mediados de diciembre, Belgrano había solicitado su relevo del mando. Aceptó entonces sin vacilaciones entregar el mando a San Martín y permanecer con el grado de coronel al frente de su querido Regimiento Número 1.
San Martín, conocedor de hombres, que admira y estima a su reciente amigo, dilata para no herirlo, el momento de la decisión. El gobierno, por intermedio de Rodríguez Peña, le insiste que debe hacerse cargo del mando y separar a Belgrano. El 29 de enero Belgrano le comunica al ejército la designación del nuevo jefe. Disciplinado y obediente, permaneció bajo las órdenes de San Martín hasta el 1 de marzo, cuando, exigido éste desde Buenos Aires, lo relevó de toda actividad. Belgrano había solicitado su baja definitiva del ejército pero no se la concedieron, para someterlo a un proceso que nunca se substanció.
Atacado nuevamente de paludismo, dolorido por la actitud intransigente del gobierno, que dificulta con absurdos temores su viaje a Buenos Aires, se refugia en la quinta de un pariente en San Isidro.
La Posta de Yatasto fue declarada Monumento Histórico por Decreto Nº 95.687 del 14-7-1941. La placa de homenaje colocada en el edificio por la Sexta División del Ejército dice:
“San Martín y Belgrano se encontraron por primera vez en esta casa, en enero de 1814, concordando el genio militar y la abnegación - el verbo de la emancipación americana” ¤