Gracias a una magnífica idea de la gente de A.P.A. (Asociación de Profesionales Argentinos) tuvimos la oportunidad de conocer, escuchar y charlar con el Sr. Miguel San Martín, quien trabaja en la NASA y diseñó el sistema de guía de control de los robots que se encuentran actualmente estudiando el planeta Marte. Su cargo es el de Jefe de diseño y sistema de guía y control del “Mars Exploration Rover”.
El Sr. San Martín es descendiente de una familia con profundo amor por la Patagonia y, durante su infancia, pasó todas sus vacaciones en una chacra propia, en la ciudad de Villa Regina en el Alto Valle de Río Negro. Nos cuenta que fue en una de esas vacaciones que decidió cuál sería su profesión: ingeniería aeroespacial.
Fue en el invierno del '76, que estando en Río Negro siguió toda la expedición Viking, la primera vez que una misión de EE. UU., descendia en suelo marciano. Desde chico le había interesado todo lo relacionado con la investigación del espacio, pero fue en ese momento que tomó la decisión.
En la reunión organizada por A.P.A. el Sr. San Martín dio una conferencia explicativa sobre el proyecto y los alcances de su diseño, y dijo: “En la primera fase, tiene que ocuparse de la orientación y hacer la corrección de la trayectoria para poder llegar al punto correcto y ver las condiciones de aterrizaje. En la fase de descenso, tuvimos que desarrollar el software para que el paracaídas se abriera en el momento correcto; también desarrollamos un sistema para compensar los efectos del viento, porque el sistema de defensa es una debilidad. Finalmente y en la superficie, estuvimos a cargo de determinar la orientación y apuntar la antena a la tierra”.
Como nos fue informado, la misión tiene como objetivo establecer si en algún momento de la historia geológica de Marte hubo agua en forma estable, condición imprescindible para la vida y saber si Marte fue parecido a la Tierra: cálido, húmedo, con ríos y lagos.
El Ing. San Martín, consultado sobre el momento crucial del descenso, nos explicó que “en la NASA lo denominamos los seis minutos de terror, pues había que detener por completo una nave que se desplazaba a casi 20,000 Km/h en un corto lapso” “Nuestro sistema de aterrizaje tiene un talón de Aquiles: si pega una ráfaga de viento cuando está en pleno descenso, éste se agrava al estar encendidos los cohetes destinados a contrarrestar la velocidad de caída, con lo que se compromete la operación y se corre peligro de que algo se lastime contra una roca”, “entonces diseñamos un mecanismo para contrarrestar eso”
En esta charla debate, San Martín mostró una gran humildad y paciencia para explicar todo tipo de preguntas y dejó ver su orgullo y alegría por la exitosa tarea que están desarrollando estos dos robots que tanto tienen que ver con él.
Hoy, estos dos aparatos han enviado cientos de fotos, han excavado la tierra y tomado muestras para analizar. Todo está siendo un éxito y se ve reflejado en el entusiasmo que demuestra Miguel San Martín, al relatarnos todo esto. El espera que esta investigación dure 3 meses o más. Pero hay cientos de factores desconocidos que podrían entorpecer la misión, como nos dice Miguel: “Nosotros trabajamos con cientos de perfiles provistos por los físicos sobre el viento, clima, suelo, pero una cosa es la teoría y otra cosa es cuando el robot se encuentra en el escenario real”
En estos momentos los dos robots están en plena tarea: por un lado el “Spirit” está estudiando una roca denominada “Mimi” que es diferente a otras rocas porque presenta escamas, lo que indicaría que la roca se formó por el paso del tiempo y no de una sola vez como las rocas volcánicas. La nave “Opportunity” excava una trinchera en la zona denominada “ladera de hematita” debido a que es rica en hierro, mineral que se produce generalmente por el agua.
Para finalizar le hicimos algunas preguntas más terrenales sobre su lado íntimo, su vida en EE. UU., y nos comentó que llegó en el '78 y que desde 1985 trabaja para la NASA. Está casado con una norteamericana llamada Suzzane, y tiene dos hijas Samantha (16) y Madelaine (10) Dice que vive muy bien aquí, pero se siente un argentino total. Acá pudo desarrollarse en su especialidad pero tanto él como sus hijas aman Buenos Aires y que en Argentina está su familia y el equipo de sus amores: Estudiantes de la Plata. Ø