Mentiras Verdaderas o Verdades Mentirosas

Desde los principios de nuestra patria y por consiguiente de la política argentina nos hemos encontrado con que muchas de las cosas que nos decían no eran totalmente ciertas, o eran en parte verdad, y en parte mentira, o definitivamente simples engaños.
Todo empezó con la muerte de Mariano Moreno, que aún hoy no sabemos si murió por causas naturales o lo mataron.
También basta recordar los últimos años del siglo XIX y los primeros años del siglo XX cuando el voto era cantado (muchas veces a punta de fusil) votaban hasta los muertos y otras lindezas por el estilo.
Vamos avanzando: pasaron los años y empezamos a vivir los golpes militares (algunos) y cívico militares (otros). Los golpistas querían explicar lo inexplicable desde el punto de vista de que “lo hacían por la patria, para defender los más altos ideales y bla bla bla”. Pobre patria cuánto verso se ha dicho poniéndola a ella como estandarte.
En nuestra historia tenemos de todo: golpistas, ministros de trabajo de gobiernos de facto que luego se vuelven democráticos y se quejan a su vez de los golpistas. Demócratas que ensalzan sus virtudes democráticas y cuando no les gusta el gobierno elegido por el pueblo confabulaban para desacreditarlo y voltearlo.
Entre los puntos más salientes de la mentira criolla tenemos a los demagogos: una forma de hacer política con el simple acto de mentir, hacer creer lo que no es; es el regalo por los votos, es quererse ganar a las mayorías de más bajos recursos y por ende con menos nivel educacional, por medio de dádivas, darles el pescado pero no la caña, porque la idea es que no aprendan nada y siempre dependan de los regalos del poder de turno, para así tenerlos siempre fieles y tener siempre sus votos y oh! tragedia, cuando se cambia de gobierno y a esa mayoría no se le regala nada más o porque no hay o porque el nuevo gobierno intenta cambiar ese círculo vicioso de regalos = votos, e intenta producir y hacer trabajar a la gente para ganarse el pan. Se encontrará con que esta gente no quiere trabajar, quiere los regalos, y esta historia hizo que se extrañe al lider demagogo.
No quiero olvidarme del gran verso guerrillero de los setenta, de la mano de inescrupulosos personajes como Firmenich, Galimberti o Montoto, hoy (salvo Galimberti porque se murió) tienen grandes fortunas, lo único que buscaban era eso: poder y fortuna. Pobres los idiotas útiles de siempre que creyeron en estas basuras y terminaron muertos y desaparecidos por confiar en estos subversivos de cuarta. Firmenich transó con Massera y otros militares. Galimberti llegó a ser socio de su secuestrado, uno de los hermanos Born, ¿cómo se explica esto? Y Montoto hoy está lleno de dinero con ex-empresas del estado. ¡Cuánto disparate!
Por otro lado, los milicos de entonces en vez de hacer cumplir la ley y hacerlos detener , primero dieron un golpe de estado, luego terminaron siendo tan subversivos como sus enemigos generando un estado de miedo e indefensión con su guerra sucia, con su vale todo, donde en lugar de llevarlos a juicio a los extremistas se los secuestraba y mataba, para luego también secuestrar y matar a quien sólo pensara diferente, para terminar también matando en algunos casos a empresarios por el sólo hecho de poder quedarse con sus bienes.
Qué historia la nuestra. Ahora, tanto guerrilleros como militares asesinos están libres, ayudados por políticos bajo el verso de la necesaria pacificación nacional. Como ya lo dije en otro momento, la pacificación se logra haciendo justicia y el que delinque sea quien sea, esté preso.
Otro capítulo oscuro de la mentira criolla son los sindicalistas, estos cuenta- propistas del curro. Uno entiende que estos personajes deberían estar para defender a los empleados de sus sindicatos pero cuánta mentira; a los únicos que defienden son a sus bolsillos y cuentas bancarias. Los hechos de los últimos años nos dan un ejemplo muy bien acabado del accionar de estos mafiosos. Durante el triste gobierno de De la Rúa lo mataron a paros, terminó renunciando y mágicamente se terminaron los problemas del país. No es que defienda al gobierno de De la Rúa pero en la segunda presidencia de Menem y la presidencia de Duhalde, también había miseria y los muchachos se ve que no se enteraban.
Pero estos señores acumularon tanto poder desde la época de Perón hasta nuestros días, que son muy pocas las voces que se animan a criticarlos, y los que se animan, lo hacen tibiamente o terminan mal. Recordamos a Patricia Bullrich que se les puso en contra y terminó despedida del gobierno, y cuando Duhalde quiso acercarla en su presidencia, los sindicalistas pusieron el grito en el cielo y lograron que no formara parte de ese gobierno.
Volviendo al tema de los paros, era impresionante la diferencia entre el trabajador y sus representantes. La mayoría silenciosa y trabajadora de nuestro país no quería saber nada con los paros, quería trabajar, sacar al país adelante, pero estos señores motivados por sus intereses creados o lo de sus jefes políticos, paraban el país alegando que era el pueblo el que se los pedía; ¡de qué pueblo nos hablaban! o ¡será que habrá dos pueblos!
Después tenemos a los santos de la democracia, a los paladines del verso, a los pura chachara, la mayoría de los dirigentes de la desprestigiada Unión Cívica Radical. Encabezados por Raúl Alfonsín pasando por Storani, Stubrin, Nosiglia, Rodríguez, y el as del verso: Leopoldo Moreau. Burócratas del estado inútil, eternos diputados del no hacer nada, se llenan la boca hablando de la corrupción de los otros pero esconden muy bien la corrupción de ellos, lo que pasa es que su forma de corrupción es más solapada, más escondida, no está tan a la vista como la de Menem pero ahí está, ellos llenan de burócratas, seguidores y correligionarios todas las dependencias del estado donde tengan alcance, convirtiéndolos en lugares ineficientes y corruptos donde nadie trabaja. Esta forma de corrupción es tan o más perniciosa que otras porque genera que los fondos destinados a esas dependencias del estado no generen nada bueno para el país. De ahí su enfrentamiento con el ex ministro López Murphy cuando quería hacer limpieza y depuración en los planteles del estado y quería tocar sus presupuestos para lograr que rindieran por el bien del país. El discurso que emplean siempre para desprestigiar al que quiere tocar sus privilegios es el mismo: “...que los vende patrias de turno quieren reducir los fondos para educación, salud o lo que sea pero nosotros estamos aquí para defender al pueblo bla, bla, bla...” de esta forma saben que tienen a sus seguidores (llamese Franja Morada) que van a salir a hacer marchas y movilizaciones a fin de que ese energúmeno insensible deje de ser ministro. Ahora bien, en esta cuestión de presupuestos, que nunca llegan a los que deberían beneficiar pero sí llegan a estos corruptos que defienden este vil sistema, ¿no sería más sano un ministro que garantice un presupuesto de por ej. $100.- pero se logre llegar a todos los que necesiten y no un presupuesto de $ 150.- y que no le llegue a nadie por que estos corruptos se lo roban?
Llegamos a nuestros días, en su primer discurso Kirchner dijo: “Vamos a terminar con la vieja forma de hacer política, de acomodos, de acuerdos espureos” y al rato ya estaba poniendo a su hermana como ministro. ¿En qué quedamos entonces? ¿Cuáles son los logros de la hermana para ser Ministro?.
Esperemos que por el bien del país, ésta haya sido la primer y última mentira del Sr. Kirchner.
Sino, que Dios y la patria se lo demanden. Ø