La librería más linda del mundo
El cronista Brian Clark Howard, de National Geographic, escribe que en Avenida Santa Fe 1860, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “se puede visitar un sereno templo de libros”, la librería más linda del mundo.
El edificio donde se encuentra la actual librería El Ateneo, fue construido para funcionar como teatro. Inaugurado el 19 de junio de 1903, contaba con una capacidad para más de 900 espectadores.
En 1919 fue adquirido por Max Glucksmann, un inmigrante de origen austríaco que lo amplió y remodeló, dotándolo de una belleza exquisita; tanto, que no dudó en bautizarlo como El Grand Splendid Theater. Reinaugurado el 14 de mayo de ese mismo año, prontamente se convirtió en el teatro más lujoso del barrio, llamado por entonces “Saint Germain porteño”.
Un esfuerzo internacional
El Grand Splendid Theater fue diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengol, y construido por los arquitectos Pizoney y Falcope. Contaba con cuatro hileras de palcos, quinientas butacas, refrigeración, calefacción, y techo corredizo. Fue el primer edificio teatral construido a prueba de fuego y con sala de primeros auxilios en la Ciudad de Buenos Aires.
Nazareno Orlandi, pintor y decorador italiano, llegó a la Argentina en 1889 destacándose al decorar el Teatro Colón y la Biblioteca Nacional. Por eso, Max Glucksmann le encargó que pintara la cúpula del Splendid. Orlandi, para festejar el fin de la Primera Guerra Mundial, pintó una alegoría de la paz en la que se hallan representadas figuras relacionadas a las diferentes culturas y tiempos históricos. La técnica utilizada para la obra fue el marouflage (tela pintada que luego se adhiere al yeso a través de pegamentos específicos). Los personajes allí representados pueden ser vistos desde cualquier ángulo del salón central sin riesgos de obtener una visión deformada. La ronda se apoya en un grupo central y es acompañada por otros que se pueden seguir con la mirada al salir de la sala sin dar nunca la espalda. Una verdadera obra de arte.
Del cine a la literatura
El cine llegó al Splendid en 1926 cuando se estrenó el clásico del cine mudo argentino “Juan sin ropa”. Asimismo, el 12 de junio de 1929 se exhibió “La divina Dama”, la primera película sonora estrenada en Buenos Aires y protagonizada por la cantante y actriz Corine Griffith y el tenor Víctor Varconi.
“Así se emprendió esta labor con una idea clara: construir una librería distinta, única, en consonancia con las necesidades de un mercado editorial con más de diez mil novedades anuales”
Ya a comienzos de este siglo, cuando los grandes cines individuales comenzaban a perder vigencia ante el avance de los complejos cinematográficos, el Grupo ILHSA, de capitales nacionales, decidió embarcarse en un nuevo proyecto: Restaurar el edificio Grand Splendid y convertirlo en librería.
En ese momento surgió la necesidad de repensar la relación entre la función y la forma. Y así se emprendió esta labor con una idea clara: “construir una librería distinta, única, en consonancia con las necesidades de un mercado editorial con más de diez mil novedades anuales”. Este trabajo, a cargo del arquitecto Fernando Manzone, desde el principio se caracterizó por respetar, conservar y restaurar la construcción original adaptándola a las necesidades de la nueva función, sin quebrar la armonía del edificio.
“Desde su apertura, El Ateneo Grand Splendid se convirtió en un lugar de encuentro entre escritores, artistas y el público en general”
De allí que la distribución de los espacios del teatro fue mantenida: también sus accesos, sala de proyección, camarines y palcos. También se preservaron el zaguán de entrada, los cuatro niveles existentes y los ornamentos. El fresco de la cúpula fue restaurado por un equipo de seis personas dirigido por Isabel Contreras.
Otro gran desafío fue la excavación que implicó el trabajo realizado en el subsuelo, lo que permitió ampliar el espacio disponible. El Ateneo Grand Splendid fue reinaugurado formalmente como librería el 4 de diciembre de 2000 estimándose que los costos de restauración alcanzaron los 3 millones de dólares.
El Ateneo hoy
Actualmente, la librería cuenta con una superficie de dos mil metros cuadrados y cuenta con dos ascensores en espacios estratégicos y un espacio circular para ubicar la escalera mecánica que lleva al subsuelo, donde funciona “una maravillosa y animada sección infantil en el corazón del edificio, donde los jóvenes hojean con entusiasmo los últimos títulos”, según relato el cronista de la National Geographic.
A su vez, el escenario fue convertido en un café y en los pisos superiores funcionan salas de lectura, espacios de exposición y un salón de conferencias.
Desde su apertura, El Ateneo Grand Splendid se convirtió en un lugar de encuentro entre escritores, artistas y el público en general. Con sus 200.000 libros, 10.000 películas y 25.000 CDs y vinilos, visitan este templo de la cultura unas 3000 personas diariamente, estimándose un millón por año, entre los que se destacan infinidad de turistas de todo el mundo. El Ateneo es considerada como la librería más grande de Sudamérica.
En 2008, el periódico inglés The Guardian la ubicó en el segundo puesto de las mejores librerías internacionales, y más recientemente, la revista estadounidense National Geographic la nombró “la más linda del mundo”.
Y sin dudas lo es.¤