Pese a que pensamos que algunos políticos se habían civilizado y habían dejado atrás algunos rasgos fachistas que en alguna época habían dejado trascender, apareció Duhalde y dijo: “El que no apoye la gestión de Kirchner es un infame traidor a la Patria”. También agregó que no eran tiempos para flojos y timoratos y otras lindezas por el estilo.
O sea que se están reeditando las viejas historias que dividieron tanto a nuestro país, en las cuales o se estaba con el gobierno de turno o se era pro -yanqui o comunistas. O como dijo el ex-presidente: “simples traidores”; todo por supuesto, según el discurso, del acusador de turno.
En esta postura extremista de caza de brujas, de que “es como yo digo o no es”, están gran parte de los que conforman el gobierno de Kirchner y los ejemplos sobran. El ministro del interior acusó a Elisa Carrió de ser una furibunda antiperonista con motivo de las críticas que le hace al gobierno de Kirchner. en este momento, ella y López Murphy son dos de las tantas voces críticas del gobierno.
Hace unos días, el ministro Lavagna invitó a distintos grupos de economistas para informarles el plan de gobierno y debatir sobre el rumbo económico; pero no invitó a los economistas más críticos con su gestión (por ejemplo el economista Miguel Angel Broda, los economistas de la Fundación Mediterránea y FIEL) Por supuesto, según sus teorias, éstos deben estar a favor de intereses foráneos.
Como era de prever, la reunión estuvo cargada de elogios de todos los economistas asistentes hacia la gestión de Lavagna. Pero yo me pregunto, ¿hasta dónde le sirve a una persona rodearse de un sequito de chupamedias que le digan que todo es hermoso? Ya sabemos, que este grupo de gente -al no tener moral- el día de mañana va a estar con el poder de turno. En lugar de eso, ¿no es preferible rodearse de gente crítica, que le diga a uno lo bueno pero también lo malo, para poder así seguir haciendo las cosas que se están haciendo bien y cambiar a tiempo aquellas en las que nos estamos equivocando? Pero ya sabemos que el ego de algunas personas, le impide aceptar que las cosas no son como dicen.
Otro ejemplo de esta cacería, es “El monje blanco” del gobierno: Gustavo Béliz. Su discurso es siempre el mismo, toda la culpa es de los anteriores gobernantes, todos eran corruptos, menos él, por supuesto. El nunca se ensucia los zapatos; convivió con todos los que ahora critica, pero nunca se salpicó.
Béliz inicio una cacería sin cuartel contra todos los malos, -según su óptica-; ataca a la Suprema Corte de Justicia (la misma que cuando él era ministro de Menem) y corre a informarle a todos los medios periodísticos amigos que va Suiza a investigar las supuestas cuentas de Menem.
Pero todos ya sabemos que esto, ya lo hicieron todos los gobiernos que lo precedieron, empiezan su mandato diciendo que van a erradicar, extirpar y aplastar la corrupción en Argentina, pero al pasar el tiempo, uno se da cuenta que toda esta verborragia mediática se disipa, y los corruptos argentinos se hacen más y más fuertes.
A medida que pasa el tiempo, las evidencias nos demuestran que todos los gobiernos, de todas las especies, terminan siendo aún más corruptos que sus predecesores, a quienes perseguían en el comienzo de su mandato.
Aparte de todo esto, el que quiere leer entre líneas, se da cuenta claramente del costado político de esta caza de brujas. ¿Quién es el político con menos crédito en la sociedad argentina? Menem. Entonces embistamos contra él. ¿Cuál es la institución con menos aceptación? La Policía Bonaerense. Entonces, hacia allá vamos. Finalmente nos damos cuenta que todo es relativo, todo es de acuerdo a cómo lo queramos ver; es entonces cuando nos percatamos que en nuestro tan maltratado país, nada es como parece. Todo puede tener varias lecturas y el que hoy es cazado mañana puede ser cazador y viceversa.
¿La ley no es igual para todos?
Los piqueteros, que para mi forma de ver eran grupos de vagos que cohersionan a los gobiernos de turno para vivir sin trabajar, para el presidente y su grupo afín eran un grupo de buenos muchachos que luchaban por sus derechos. Eso decían durante los gobiernos anteriores y principios de este.
Esto fue así hasta que algunos de estos grupos empezó, al ver que la cosa venia fácil, a presionar cada vez más al gobierno con pedidos ya completamente ridículos, como por ejemplo: aguinaldos, amnistía para los piqueteros presos por destrozos o para los que retuvieron ilegalmente al ministro de trabajo.
Fue ahí, que desde el gobierno, empezaron una campaña de desprestigio y amenazas de prisión para aquellos piqueteros que no son amigos del gobierno. Parece que recién ahora se dan cuenta, algunos como el ministro Aníbal Fernández, que existe una connotación política detrás de los reclamos. Si para todo es tan rápido este ministro, entonces ¿qué nos espera?
Una vez que a estos grupos que no saben vivir en democracia, se les da la mano se toman el brazo; siempre pasó lo mismo: mientras sirvan para debilitar a gobiernos distintos a los nuestros todo esta bien, pero una vez que quieren presionar al nuestro con las mismas armas, pasan a ser peligrosos. Sean coherentes. Nunca fueron buenos estos grupos, lo que pasa es que ya no sirven para usarlos para llegar al poder.
Ahora nos queda ver cómo hace el gobierno para frenar al monstruo que creó, porque esto ahora va camino a la barbarie y podemos dar ejemplos: l.- mantuvieron como rehén al ministro de trabajo, pero eso no quedo ahí, grupos vinculados a los piqueteros más extremistas, atacaron a piedrazos el auto del fiscal Comparatore que lleva la causa de la privación ilegitima de la libertad del ministro.2.-Presionar al gobierno para que las actos ilegales, ejecutados por estos grupos, no sean penados judicialmente. 3.- Ataque en Salta contra las oficinas de Tecpetrol y Refinor, con roturas e incendios varios.
La reacción del gobierno fue la de invitar a los participantes de la barbarie a dialogar a la Casa Rosada sobre los motivos del conflicto. Vamos mal si creemos que este tipo de actos delictivos se solucionan con el diálogo. Desde el gobierno se envían constantemente mensajes a la sociedad con sus actos. Si el mensaje es que para algunos “vale todo”, nunca tendremos una sociedad justa y equitativa.
Pero ya sabemos que este gobierno lo que menos a hecho es ser coherente; lanza una batalla sin cuartel contra los “malos” ajenos, pero es permisivo con los “amigos” que delinquen (caso Pami) Hace poco hubo otro ejemplo de lo que digo: se promovió a juez al Sr. Zaffaroni. En la investigación del acuerdo del Senado se encontró que el juez había evadido impuestos; no sólo que al ser un juez amigo no se lo vetó, sino que algunos senadores, para explicar esto, dijeron: “¿Quién alguna vez no le hizo una trampita a la DGI?” Este tipo de mensajes son muy peligrosos si es que queremos hacer una lucha sin cuartel contra los delincuentes. Por otro lado no se debe olvidar que Zaffaroni fue uno de los creadores y defensores del famoso 2x1 que dejó a gran cantidad de asesinos libres por las calles de la Argentina.
Después no se sorprendan con los niveles alcanzados por la delincuencia en la Argentina. Ø