El ajo crudo. Un alimento que aporta todos los nutrientes que se necesitan para subsistir.
Son numerosos los beneficios que nos aporta el consumo regular de ajo, según afirma Lola Núñez Prado, bióloga especialista en nutrición de Afisiónate, siendo los siguientes cuatro los más importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo:
• Poder antioxidante: Nos ofrece protección frente a la acción de los radicales libres, que dañan nuestras células, causando el envejecimiento.
• Capacidad cardioprotectora: Ayuda a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, mejorando la circulación sanguínea, reduciendo la tensión arterial, mejorando los niveles de colesterol y disminuyendo la agregación plaquetaria.
• Potencia la limpieza hepática: Tiene esta capacidad gracias a su riqueza en compuestos azufrados, claves para que el hígado desempeñe dicha función.
• Estimulación del sistema inmune: Sube nuestras defensas para prevenir infecciones o virus y favorecer que nuestro cuerpo nos proteja y no enferme.
“Se sabe que una mala alimentación, hábitos de vida poco saludables y el sedentarismo provocan una peor calidad de vida, peor estado de salud y una mala salud sexual”, afirma la experta. “Personas con sobrepeso, colesterol, hipertensión, diabetes, síndrome metabólico o enfermedades cardiovasculares tienen mayor probabilidad de sufrir algún trastorno relacionado con su vida sexual, puesto que se ven alterados los niveles hormonales, teniendo menor riego sanguíneo en las zonas erógenas, pudiendo presentar depresión y bajando su libido”, matiza Núñez. Sin duda, es un cóctel que nada ayuda para disfrutar de una salud sexual optima.
“De la misma manera, una dieta equilibrada proporciona al organismo todos los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, que se ve reflejado en todas sus funciones, incluyendo la sexual”, recalca la especialista en nutrición.
Cómo sacar el máximo provecho del ajo
Elija los bulbos más frescos. Busque bulbos carnosos con la cáscara tensa, que no esté deshilachada, suelta, seca o mohosa. Los brotes, también, son un signo de la edad. Cuanto más fresco es el ajo, mayor es la concentración de sus ingredientes activos. Si bien el ajo puede guardarse durante meses, es mejor comerlo en no más de una semana. Si uno espera más tiempo que eso, puedes terminar con un alimento que ya dejó de estar activo.
Almacénelo bien. Guarde el ajo en un lugar fresco y oscuro con buena ventilación para evitar que se enmohezca o retoñe.
Córtelo en trozos para que beneficie su salud. Cortar en trozos, rebanar o machacar el ajo desencadena una reacción enzimática que aumenta sus compuestos saludables. El calor impide esta reacción, así que deje que el ajo se asiente en la tabla de cortar durante al menos 10 minutos antes de cocinar.¤