Nelly Omar

La cantora nacional del tango y la canción criolla

De la historia de la música argentina, emerge una figura cuya voz resonó con toda la intensidad de una estrella. Se trata de Nilda Elvira Vattuone, más conocida como Nelly Omar. Nació en la estancia "La Atrevida" del pueblo Bonifacio, partido de Guaminí, el 10 de septiembre de 1911. Desde entonces, su destino quedó entrelazado con los acordes melancólicos del tango y la cadencia nostálgica del folclore.

La música la envolvió desde temprana edad y su canto se alzó pronto en los escenarios argentinos, llevando consigo la esencia misma de una voz privilegiada.
Su carrera se inició en 1924. Con tan solo trece años, se presentó a realizar una prueba ante el conjunto nativista "Cenizas del Fogón"; allí fue aceptada de inmediato y actúa con el conjunto en Radio Rivadavia.
Nelly tuvo muchos hermanos, pero dos hermanas siguieron sus pasos: Elena, llamada Gory, que con el tiempo fue la mujer de Julián Centella, y Nélida.
Entre los años 1932 y 1933, en la misma emisora y otras radios que ocupaban ese edificio (Mayo y Splendid), se presenta junto a su hermana Nélida para cantar a dúo y ambas determinan cambiar sus nombres. Nilda pasó a ser Nélida, más precisamente Nelly, y Nélida tomó el Nilda de su hermana. Juntas, alcanzaron un reconocimiento que perduró por años.
A posterior, Nelly decidió emprender su carrera solista reemplazando su apellido Vattuone por Omar y se integró a otro conjunto, Cuadros Argentinos, un radioteatro de Radio Stentor con la dirección de Alfredo y Julio Navarrine y Antonio Molina, con quien en 1935 se había unido en matrimonio, resultando el mismo un fracaso.

Años de intriga y pasión
Para los años 30 y 40, el fulgor de su arte había alcanzado su máximo esplendor, con melodías como "Callecita mía", "Solo para ti", "Latido tras latido" e "Intriga y pasión".
En 1937, Nelly Omar conoció al compositor Homero Manzi, un hombre casado con quien mantuvo una relación amorosa en silencio, convirtiéndose en la musa inspiradora de Manzi para algunas de sus composiciones, entre ellas el famoso tango "Malena", que para disimular, el compositor se vio obligado a cambiar el nombre de la protagonista del tango.
Para muchos, no era otra que Malena de Toledo, pero Homero, en la intimidad, le confesó: "Malena sos vos".
"El tango ‘Malena’ Manzi me lo escribió en México. Le mandó la letra a Demare. Demare la puso en un bolsillo y se la olvidó. Cuando vino Manzi le reclamó: '¿Qué hiciste con la letra que te mandé?' Y ahí hicieron el tango", recordó Omar.
La cancionista aseguró que "Sur" y "Solamente ella", también estaban inspirados en ella.
“El que más me gusta”, dijo en una ocasión, “es 'Solamente ella', también con música de Lucio Demare, porque ahí me pinta bien como yo era: Ella viene una tarde y era triste, y yo era una mujer muy triste. Fantasma de silencio y de canción; yo cantaba, pero a la vez no hablaba con nadie, era muy tímida. Llegaba desde un mundo vacío de esperanza. Y era cierto, yo era una fracasada. Había fracasado en el matrimonio”.

La Gardel con polleras
La revista Caras y Caretas la reconoce por entonces como la primera entre las cancionistas.
Su voz, etérea y paradigmática, la llevó a ser conocida como "La Gardel con polleras", un título que reflejaba la calidad de su arte y la profundidad de su interpretación.
En 1938, en Valentín Alsina, fue bautizada con este apodo, gesto que remite al camino transitado por cantores anteriores como Carlos Gardel, Agustín Magaldi e Ignacio Corsini.
En sus anécdotas, la propia Nelly contaba que su padre, quien había fallecido cuando ella tenía 11 años, había sido conocido de Carlos Gardel.
"Cuando en 1918 Gardel se apareció por el pueblo, junto a José Razzano, mi padre y otros vecinos se pusieron a vender entradas y organizaron la presentación del dúo”, contó Nelly Omar al respecto. “El teatro se llenó. Luego pasaron por mi casa. Con mis hermanos observábamos todo a través de una ventana. Mi padre, como buen italiano de entonces, no nos dejaba mezclarnos con los mayores. Me quedó grabada su imagen… Gardel gordo y peinado con raya al medio”.
En 1946, llega al disco para el sello Odeón, gestión intermediada por Francisco Canaro. Allí, la cantante deja registrados diez temas: "Adiós pampa mía", "Canción desesperada", "El Morocho y el Oriental", "Rosa de Otoño", "Sentimiento gaucho", "Sus ojos se cerraron", "Déjame, no quiero verte nunca más", y "La canción de Buenos Aires", y dos de sus grandes éxitos, "Nobleza de arrabal" y "Desde el alma".
Nelly Omar, a través de cada nota, parecía evocar los susurros del pasado y las historias de amor y desamor que impregnaban el aire porteño. Su canto, cargado de pasión y melancolía, trascendió las barreras del tiempo y el espacio, llevando consigo el eco eterno de la música argentina.

Cine y exilio
Pero su arte no solo se limitó al canto; también incursionó paralelamente en una breve carrera cinematográfica. Películas como "Canto de amor" (1940), "Melodías de América" (1942), y "Mi vida por la tuya" (1951), fueron testigos de su gracia y elegancia, capturando la esencia misma de su espíritu libre y apasionado.
Sin embargo, el destino le deparaba desafíos más allá de los escenarios. La oscura transición de la política la obligaría a exiliarse, dejando atrás su amada Argentina para sumergirse en la incertidumbre del destierro, cuando en 1955, llegó el golpe de Estado denominado Revolución Libertadora, que derrocó al General Juan Domingo Perón. Todos los artistas que apoyaron al gobierno destituido vieron anuladas sus posibilidades de trabajo, entre ellas, Nelly Omar.
Recién en 1960 pudo regresar a su tierra natal, y su arte resurgió con una fuerza renovada, actuando esporádicamente, hacia la década del 1990.
Referido a su carrera y a esos momentos difíciles, Nelly confesó: “Andar golpeando puertas... Me sentiría muy mal si supiera que estoy cantando de favor. Una sola vez en mi vida alguien intercedió para que se me permitiera actuar en Radio Splendid. Fue Evita, y no porque yo se lo pidiera. Ella no entendía cómo no me concedían un espacio. Le gustaba como cantaba y mucho más que cantara las cosas nuestras. Retribuí ese gesto grabando la milonga ‘La descamisada’ y la marcha ‘Es el pueblo’. Yo nunca fui política, participaba porque era peronista, de Perón y Evita”.

Una embajadora del tango
Nelly Omar recibió numerosos honores y reconocimientos por su contribución a la cultura. Fue destacada Ciudadana Ilustre de Buenos Aires y Embajadora del Tango.
En el año 2000, en el Teatro Real de la ciudad de Córdoba, la cantante llevó a cabo dos exitosas presentaciones con el espectáculo Gardel, siempre Gardel, un evento conjunto a la exhibición Gardel Siglo XX, entre otras presentaciones.
El 10 de septiembre de 2011 y con motivo de conmemorarse el centenario de su nacimiento, en el Luna Park se le rindió un homenaje a "La voz de alondra", como también la suelen llamar.
El 20 de diciembre de 2013 a los 102 años, dejaba este mundo una de las cancionistas emblemáticas de la historia argentina.
A su vez, merece destacar que la película "Nelly Omar, cantora nacional", dirigida en 2014 por su sobrina nieta Teresa Saporiti, es un documental que narra los desafíos y triunfos en la vida de la icónica artista. ¤

Fotografías restauración: Cortesía / FQ