Tomar la decisión para un cambio puede llegar a ser muy motivador. Ropa atlética nueva, zapatillas nuevas, la membresía del gimnasio, el nuevo reloj que cuenta calorías, y un sinfín de cosas que nos anima a realizar el cambio. Tenemos absolutamente todo, no nos falta NADA.
El simple hecho de tomarnos el tiempo para adquirir cosas o buscar literatura que nos ayude a iniciar un cambio, es un punto de partida. Podemos combinar diferentes métodos:
Ser más activos: siempre leemos que estacionar el coche lejos en el estacionamiento, o subir las escaleras en vez del ascensor, ayuda. Todo suma al final del día porque cada granito de arena cuenta, especialmente para todos aquellos que pasan más de 8 horas sentados detrás de un escritorio, sumando a la cantidad de tiempo sentados en el auto manejando hacia el trabajo y regresando a sus casas.
Este es el perfecto ejemplo de una vida sedentaria. No es beneficioso estar tanto tiempo inactivos, física y mentalmente. Por eso es recomendable siempre buscar la oportunidad para mover el esqueleto. Recordemos que 30 minutos de ejercicio por día hace la diferencia (y grande).
Evitar esos alimentos que pueden llegar a ser adictivos: En una investigación científica que condujo la Universidad de Michigan a principios de este año, esta renombrada institución reveló que las comidas que están demasiado procesadas, como la pizza, papas fritas, y todo tipo de dulces con alto contenido de azúcar, contribuyen para que ciertas personas desarrollen un comportamiento adictivo. Es recomendable acompañar estas comidas con vegetales, e ingerir los dulces con moderación.
La regla 80 % nutrición – 20 % ejercicio funciona siempre y cuando se tenga en consideración una dieta saludable y balanceada. La realidad es que somos lo que comemos. Está a la venta (hace varios años) el libro “You are what you eat” —el título lo dice todo. Si aplicamos la regla 80% nutrición – 20 % ejercicio, nuestro cuerpo atravesará un cambio muy importante.
Esta regla se basa en la importancia de los alimentos nutritivos que ingerimos. De nada sirve hacer ejercicio todos los días, quemar un sinfín de calorías y no elegir una dieta con los nutrientes requeridos por nuestro cuerpo.
Sugerencia # 1: Si al momento de cada ingesta elegimos comer algo saludable, nuestro cuerpo detectará el cambio. Si sumamos la actividad física, como, por ejemplo, una caminata de 30 minutos, el cambio será radical.
Sugerencia # 2: No hay que “matarse” haciendo ejercicio (High Intensity Inteval Traning – HIIT) ni tampoco hacer actividades físicas que nos disgusten. Tomarse el tiempo para descubrir qué actividad nos proporciona un bienestar físico y emocional, es una prioridad para nuestras vidas.
Recordemos que el ejercicio no solamente es bueno para la fisiología del mismo sino también para nuestra salud mental. ¤