Muchos lo buscan, pero nadie lo encuentra.
Según cuenta la historia, durante la época colonial, los españoles que se asentaron en la región de Entre Ríos traían consigo grandes riquezas y tesoros acumulados a lo largo de sus conquistas y exploraciones. Ante el temor de los constantes ataques de los indígenas y los saqueos de los bandoleros, muchos colonos decidieron enterrar sus bienes más preciados en lugares secretos.
El Tesoro de la Cueva
Una de las versiones más conocidas habla de un tesoro enterrado en una cueva en las afueras de Urdinarrain. Los relatos mencionan que un capitán español, antes de huir de un ataque indígena, escondió un cofre lleno de oro, joyas y monedas en una cueva, sellándola para que nadie pudiera encontrarlo fácilmente. Murió antes de poder regresar a recuperar su tesoro, pero no sin antes confiar su secreto a su fiel sirviente.
La Búsqueda del Tesoro
A lo largo de los años, muchas personas han intentado encontrar este tesoro siguiendo pistas y relatos transmitidos de generación en generación. Se dice que durante las noches de luna llena, en la cueva se pueden ver luces extrañas y escuchar susurros que guían a los buscadores hacia el lugar donde el tesoro está escondido. Sin embargo, nadie ha tenido éxito en encontrarlo, lo que alimenta aún más la fascinación y el misterio alrededor de esta leyenda.
La Maldición del Tesoro
Otra versión de la leyenda añade un elemento de maldición. Se cree que el capitán, al esconder su tesoro, lanzó una maldición sobre él para protegerlo de los intrusos. Aquellos que se atreven a buscarlo sin la debida reverencia y respeto son condenados a sufrir desgracias y mala suerte. Esto ha disuadido a muchos potenciales buscadores, manteniendo el tesoro oculto y la leyenda viva.¤