Trump y la comunidad hispana

Después de solo un mandato, se despide otro presidente norteamericano. Un presidente que hizo mucho ruido, pero, realmente, ¿cuáles fueron los hechos concretos de su gobierno en lo que afecta a la comunidad hispana en general y a la argentina en particular?

Antes de entrar en ese balance, no hay que perder de vista es que toda esta “Era Trump” en realidad tuvo poco que ver con los hispanos, y mucho con la insatisfacción de un sector importante del mainstream norteamericano con lo que pasa en el mundo moderno. Mucha gente -bastantes hispanos entre ellos- en el 2016 veía que faltaba trabajo bien pago en el sector privado de los Estados Unidos, subían los alquileres y el costo de muchas cosas importantes, mientras el país se llenaba de extranjeros. Muchos, en ese momento, no sabían qué pasaba, pero Donald Trump parecía la mejor apuesta para cambiar las cosas y lo votó. La pregunta es, ¿cambió algo?

Trump aumentó los aranceles aduaneros para muchos productos que venían de China. Esta medida se tomó en un momento en que -por el aumento de los costos en China- ya algunas multinacionales estaban analizando hacerlo. Obligadas a cambiar, algunas multinacionales aumentaron la producción en los Estados Unidos, mientras que otras se volcaron a la robotización. Por otra parte, la economía norteamericana durante el mandato de Trump continuó recuperándose de las secuelas de la crisis financiera del 2008. El balance fue que durante los primeros tres años de la Administración Trump hubo un saludable crecimiento económico, y –dato clave- mejoró el empleo, aunque no tanto el poder adquisitivo de los salarios.
En el 2017 se aprobó legislación importante relacionada con los impuestos, por lo que muchos estadounidenses a partir de ese momento pagan menos, pero la diferencia no es mucha. Las multinacionales fueron las grandes ganadoras, ya que a partir de ese momento pagan un porcentaje menor en impuestos y -justo es decirlo- más cercano al promedio mundial. También pueden repatriar dinero ganado en el exterior en mejores condiciones. Como pasa siempre, los republicanos argumentaron que estos logros de “Corporate America” benefician a todo el país, pero la evidencia que existe es que con esta reforma impositiva hasta ahora el Estado es el perdedor.

“Desde la óptica del votante hispano, Trump no fue muy distinto a otros presidentes republicanos”

¿Algún otro logro de la administración Trump? En el 2019, firmó reformas en el sistema de justicia criminal que le dan mejores chances a la rehabilitación, y cosas por el estilo. Aparentemente, eran cosas en las que ya se venía trabajando, pero se convirtieron en ley durante su mandato.
Finalmente, pasemos a la promesa electoral que generó más ruido: el muro. Todos recuerdan las promesas de Trump durante la primera campaña electoral de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México como arma en contra de la inmigración ilegal y el narcotráfico. Problemas de financiamiento demoraron la construcción hasta 2019, y el presidente se despide con un muro de reciente construcción cubriendo aproximadamente una cuarta parte de la frontera entre los dos países. Más allá de lo que aporta esta construcción, como era de esperar no se pudo avanzar en ningún tipo de reforma migratoria durante su mandato. Claro, tampoco se avanzó mucho en mandatos anteriores. Ahora viene un presidente que se comprometió a frenar la construcción del muro y avanzar en una reforma migratoria. Veremos qué pasa.

2020: El Último Año
Como todos sabemos, la aparición del coronavirus en los Estados Unidos generó una inédita crisis sanitaria y para enfrentarla se requería de mucha inteligencia y coordinación entre los gobernantes. El estilo Trump, de soberbia y confrontación, ahora estaba totalmente fuera de lugar. Con el correr de los meses, las cosas no mejoraron a pesar del mensaje optimista y voluntarista de ex presidente. Su estrategia de financiar a los laboratorios para que produzcan una vacuna lo antes posible fue correcta, pero francamente a cualquier presidente norteamericano o del resto del mundo se le hubiese ocurrido hacerlo. En todo lo demás relacionado con la crisis, hubo idas y vueltas que lo perjudicaron políticamente en un año electoral. Finalmente, su estilo agresivo con cualquiera que se opusiera a él durante todo su mandato, sobre todo durante la última campaña electoral, no le gustó a una mayoría de votantes y los resultados están a la vista.

Una falta de estrategia
Pasaron muchas otras cosas durante la presidencia de Donald Trump; entre ellas, el primer impeachment, las marchas por la igualdad racial, el tema con las elecciones, etc. Pero desde la óptica del votante hispano, Trump no fue muy distinto a otros presidentes republicanos. Su política económica generó trabajo, es cierto, pero no fue acompañada por otras medidas, como un aumento importante del salario mínimo, que hubiesen tenido impacto político.
En el plano internacional, se percibió un estilo caótico que no fue capaz de generar cambios. Cuba sigue igual, Venezuela sigue igual... En Argentina, el apoyo financiero de Trump a Mauricio Macri no sirvió de mucho, ya que el ex mandatario argentino perdió las elecciones. Podemos decir que la inestabilidad doméstica de Trump y una falta de estrategia para la región perjudicó los intereses norteamericanos.
Pero volviendo a los Estados Unidos, no debe sorprender que muchos más latinos votaron en contra de Trump que a favor. Sencillamente vieron lo mismo que otros grupos de votantes: que el señor hacía ruido, pero nunca terminó de responder, especialmente cuando llegó la crisis sanitaria del coronavirus. ¤