El cielo de la ciudad de Buenos Aires se cubre de grises nubarrones y se levanta un fuerte viento con olor a lluvia. Unos minutos después caen unas gotas de descomunal tamaño y los transeúntes apresuran el ya de por sí apresurado paso; algunos se refugian bajo improvisados paraguas de diarios o cartones, mientras que otros aprovechan para tomarse un cortado en el bar de la esquina. La tormenta dura minutos, y mientras algunas gotas siguen cayendo de las canaletas anegadas, por entre las ramas de los árboles asoma un sol que raja la tierra.
Los turistas alemanes y franceses que deambulan distraídos por las empedradas calles de San Telmo lo viven como una aventura; sin embargo, nada de esto le causa sorpresa alguna al porteño que a esta hora de la tarde recién termina de trabajar: así son las cosas por estos lados, particularmente en esta época del año.
Se nos ocurre pensar que el clima loco y cambiante de Buenos Aires es también un reflejo de las vicisitudes políticas y sociales que a diario vive el país. Pasan tantas cosas dignas de título catástrofe en la tapa de un diario, que uno las enfrenta de la misma manera que lo hace con las furibundas y efímeras tormentas: se cubre la cabeza, y en cuanto amaina un poco, sigue caminando.
Por estos días, la sociedad ha puesto su mira en los burócratas del sindicalismo oficial, luego de que algunos pesos pesados se vieran involucrados en crímenes como el del chico Mariano Ferreyra, cuya investigación sacó a la luz los manejos mafiosos de los popes de la CGT y sus faraónicos estilos de vida. Pero en la misma tapa habría que reservar lugar para la foto del Estadio Único de La Plata, una obra arquitectónica sin igual en Latinoamérica, inaugurado a mediados de febrero con una gran fiesta que contó con la presencia de la Presidenta de la Nación y que por estos días albergará los conciertos de la banda irlandesa U2. Debería reservarse además un recuadro para las declaraciones de uno de los funcionarios de Mauricio Macri en la Ciudad, quien propuso irónicamente eliminar la escuela pública para que los maestros se conviertan en empresarios de escuelas privadas y dejen de pedir aumentos de sueldo. De más está decir que este tal Carlos Pirovano, a quien uno de sus colegas del PRO definió como “un insoportable cajetilla de Barrio Norte”, recibió palazos desde todos los rincones, incluyendo el propio. De última, esas cosas se piensan, pero no se dicen.
Millones de argentinos recién llegan de sus vacaciones y se preparan para enfrentar un 2011 movidito, con elecciones incluidas. Las constantes tormentas, climáticas y de las otras, son parte de la vida argentina de todos los días. Los únicos que parecen sorprenderse por los fuertes vientos y las repentinas lluvias son los turistas alemanes o franceses. ©