Legendario mentor de inolvidables letras
Escuchar en los tangos las frases compuestas por Homero Manzi, nos conecta con todo aquello que caracterizó la bohemia de aquel lejano Buenos Aires.
¿Quién no escuchó alguna vez… "Desde el alma", "Malena", "Fuimos", "Los mareados", "Che bandoneón", "Barrio de Tango", o el inolvidable "Sur", un tango inspirado en el barrio porteño de San Juan y Boedo, sumergido en el recuerdo de aquella novia florando en el adiós…?
Un lugar con historia
Actualmente, en esta esquinaque lleva el nombre del recordado compositor, funciona la Esquina Homero Manzi, una confitería bar con cena y show de tango muy conocida y concurrida de la ciudad.
La misma representa el símbolo de la cultura urbana de la década del cuarenta, pero lo más anecdótico de este afamado lugar de San Juan y Boedo, es que en una de sus mesas el gran Homero Manzi, en 1948, se inspiró para componer el icónico y evocado tango "Sur", al que luego otro genio llamado Aníbal Troilo le puso su música, entre otras composiciones que juntos consolidaron, como "El último organito", o "Discepolín", un tango para su amigo, otro gran ilustre de la composición, Enrique Santos Discépolo, quien desafortunadamente falleció el mismo año que Manzi.
Homero Manzi forjó amistad con muchos letristas de su época, como Cátulo Castillo, hijo del escritor José González Castillo, y Sebastián Piana, con quien compuso "Milonga Sentimental" y que le grabara luego Carlos Gardel. Citamos también, con música de Lucio Demare, "Tal vez será mi alcohol", versión que debido a la censura se suplantó por "Tal vez será su voz".
La Esquina Homero Manzi
Este bar tradicional que atesora tantas vivencias fue construido en 1927, pero con respecto a sus inicios, algunos vecinos del lugar sostienen que el mismo ya funcionaba en 1914. En el pasado, el bar se llamó El Aeroplano, luego Nippon, y en 1948 se llamó Canadian. Por el mismo, desfilaron muchas figuras representativas de la cultura como José María Contursi, Osvaldo Pugliese, Roberto Rufino, Argentino Ledesma, Tito Reyes, Cátulo Castillo, Vicente San Lorenzo, autor del tango "Almagro", y tantas figuras más.
Este lugar está declarado como sitio y edificio histórico nacional por el Honorable Senado de la Nación Argentina. En su restauración conserva la fachada original, obra que estuvo a cargo del arquitecto Carlos Liuzzi.
La Esquina Homero Manzi hoy funciona como punto de encuentro y es un ámbito cultural de la ciudad constantemente visitado por cientos de turistas y amantes de la música ciudadana.
Breve síntesis biográfica
Homero Nicolás Manzione nació el 1 de noviembre de 1907 en Añatuya, una localidad de la Provincia de Santiago del Estero, y era el quinto de nueve hijos. Sus padres se llamaban Ángela Prestera y Luis Manzione, un modesto empresario rural.
Homero tenía nueve años cuando con su madre se mudaron a vivir a la Capital Federal, más precisamente al legendario barrio de Pompeya, lugar que le sirvió de inspiración para muchos de sus tangos. Aquí pasó gran parte de su vida y se convirtió en un joven de intelecto vocacional ascendente. Con los años fue desarrollando una carrera deslumbrante como autor y poeta de memorables tangos, a los que en ocasiones firmó bajo el seudónimo de Arauco, que significa “rebelde” en quichua.
Barbeta, como también lo solían llamar, era un fanático del Club Atlético Huracán.
Con catorce años, en 1922 produjo las letras de su primera canción, el vals “Porque no me besas”, grabada en disco por Ignacio Corsini en 1926, época en que data el tango “Viejo ciego”, que presentó al concurso en la reconocida revista El Alma que Canta.
También fue director de cine y guionista de muchas filmografías. Se asoció con la productora Artistas Argentinos Asociados y junto con Ulises Petit de Murat, guionó proyectos emblemáticos, como “La guerra gaucha” en 1942, “Su mejor alumno” en 1944, y “Pampa bárbara” en 1945. Además, codirigió con Ralph Pappier dos películas protagonizadas nada más ni nada menos que por Hugo del Carril: “Pobre mi madre querida” de 1948 y “El ultimo payador” de 1950.
Homero Manzi fue un periodista y militante político afiliado al radicalismo de Hipólito Irigoyen. Para el golpe militar del 6 de septiembre de 1930, se encontraba dando clases como profesor de literatura en colegios nacionales, en donde a su vez militaba defendiendo su causa y doctrina. En estos casos, los golpistas, obviaban a los poetas revoltosos y como tantos terminó en la cárcel. En 1935 junto a otros miembros del radicalismo, como Jauretche, Carlos Maya, Luis Dellepiane, y Manuel Ortiz Pereyra, participó de la Fundación de la Fuerza Orientadora Radical de la Joven Argentina o FORJA.
Una calle lleva su nombre y hay una imagen en la plaza principal del barrio que recuerda su figura y el paso principal por FORJA. Además, fue objeto del documental “Homero Manzi, un poeta en la tormenta”, dirigido por Eduardo Spagnuolo.
En su trayectoria fue dos veces presidente de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores, SADAIC.
Un amor prohibido
Manzi, estuvo casado con Casilda Iñiguez y tuvieron un hijo de nombre Acho Manzi. Pero de su vida sentimental se sabe, que su gran amor imposible fue la recordada cantante nacional Nelly Omar, apodada La Gardel con Polleras o La voz dramática del tango. Cuando la artista fue convocada por Radio Belgrano, se conocieron con el poeta Homero Manzi, quién después escribiría sus presentaciones terminando perdidamente enamorado de ella.
Nelly en un reportaje había confesado: “Fue de parte de él, no mía. A mí me simpatizaba, era un hombre talentoso, valía la pena tener una charla con él. Pero yo no lo amaba, él me amaba a mí, estaba enamorado locamente. Tanto que lo conocí en el año '37 y empezamos a estar juntos en el '44. Me persiguió todos esos años. Me enviaba muchos regalos, una vez hasta se me apareció con una valija llena de oro, joyas, piedras, de todo. En los años que estuvimos juntos, por nuestra situación, tuvimos muchos desencuentros, y cada vez que estábamos separados, él me escribía tangos que era su única manera de comunicarse y de decirme que me extrañaba… era 'un amor imposible'.
Cuando enfermó gravemente no pude dejar de tener cierta consideración y llamarlo. La familia había dado una orden de que no me dejaran verlo.
Pero un día, el doctor me llamó a las cuatro de la mañana diciendo: 'Nelly, mandé a los parientes a su casa, venga a despedirlo'”.
Dicen que, por amor a Nelly, Manzi anduvo como un alma en pena y que sus amigos temían que pudiera cometer una locura, porque ella ya no quiso saber más nada de él. Sin embargo, muchos piensan que en realidad, la cantante jamás quiso reconocer que el hombre que le dedicó "Ninguna", "Malena" y "Solamente ella", entre tantas letras, había sido el amor de su vida.
Homero Manzi, murió de cáncer el 3 de mayo de 1951, con una pena de amor clavada en el corazón sentimental de un gran poeta de aquellos tiempos.
Fotografías – restauración / FQ¤