Alfredo Le Pera

El gran compañero creativo de Gardel

Alfredo Le Pera formó con Carlos Gardel la dupla argentina más excepcional de todos los tiempos. Tanto así, que en la actualidad, si alguien quiere expresar un término dimensionado, simplemente dice: ¡Soy como Gardel y Le Pera! Debemos mencionar aquí que en la historia Gardeliana hubo además otro dúo de gran importancia: el que integró en sus comienzos junto al cantante José Razzano.

En la evidente popularidad de talentos sellados, las letras de Le Pera ahondan y expresan un alto caudal literario. Diversas composiciones con la música y la voz de Gardel carecen hoy de una gran popularidad y prestigio en todo el mundo hispanohablante.
Alfredo Le Pera nació el 7 de junio de 1900 en São Paulo (Brasil). Su madre se llamaba María Sorrentino Moreno y su padre Alfonso Francisco de Paula Le Pera, ambos oriundos del sur de Italia. Pocos meses después de su nacimiento, su familia se instaló en Buenos Aires y tuvieron tres hijos más.
En su preparación, Le Pera fue un alumno muy aplicado que cursó sus estudios medios para luego iniciar la carrera de medicina, la que abandonó para dedicarse de lleno al periodismo, profesión en la que comenzó a incursionar como autor de textos y diálogos para el rubro revisteril. Con sus trabajos participó en la página teatral “Ultima hora” con Julio F. Escobar; después en “El Telégrafo” y más tarde en el “El Mundo”. De esta manera, se introduce en el ámbito teatral más precisamente insertando su labor entre los diarios y los escenarios.
En 1928 Le Pera fue enviado por trabajo a los Estados Unidos y Europa. Gracias a su dominio de idiomas, en Europa se dedicaba a subtitular películas.
De regreso a la Argentina, se vinculó a la empresa cinematográfica “Artistas Unidos”. En este período se asocia con el empresario Mario Benard, se encuentra con Enrique Santos Discépolo y ambos componen el tango “Carrillón de la Merced”, que luego se estrena en el Teatro Victoria de Santiago de Chile en la voz de Tania, esposa de “Discépolin”.
En 1931 dirigió por primera vez una compañía de teatro, y el diario “Noticias Gráficas” lo envía a Europa a concretar lasos comerciales relacionados al cine. En Londres entrevistó a Alfred Hitchcock, ciudad también donde se encontraba Edmundo “Pucho” Guibourg como corresponsal de “Crítica” y amigos en común con Gardel.

¿Cómo se conocieron Le Pera y Gardel?

Diversos testimonios aluden a que el primer encuentro entre el cantante y el escritor se produjo en Buenos Aires en la década del 20', cuando Le Pera escribía diferentes artículos para el periódico “Última Hora”. En una de esas redacciones no tuvo una buena idea: hacer una crítica negativa al joven cantante, quien por ese entonces interpretaba a dúo canciones camperas en intervalos y finales de obras teatrales. Cuando Gardel se entera, se le presentó en la redacción y en un momento ameno ambos aclaran el tema en cuestión, por lo que Le Pera le expresa a Gardel que su comentario fdebería ser considerado como una crítica constructiva. Luego de lo aclarado, ambos quedan en buenos términos amistosos.
Otra versión, sin embargo, alude al testimonio del actor Tomás Simari, “el hombre de las mil voces”, que en sus memorias ¡Mi historia la escribo yo! cuenta que posiblemente fue él quien los presentó en Buenos Aires en el año 1923.
“Corría el año 1923”, cuenta Simari, “y yo tenía para mi administración a un jovencito reconcentrado y muy inteligente, que mientras llenaba los bordereaux, escribía letrillas de tango. ¿Su nombre? Alfredo Le Pera. Me acompañaba también, en pleno éxito de su trayectoria, la cancionista Azucena Maizani. Representamos, en una tarde de lluvia torrencial, sobre chapas que captaban apenas el eco, El casamiento de Chichilo. Llegó Carlitos Gardel y así conoció en el Teatro de Verano al gran pibe Alfredo Le Pera”.
Años después, Le Pera se radicó en París. Por ese entonces, Carlos Gardel había cantado por primera vez en aquella ciudad el 30 de septiembre de 1928.
El reencuentro, promovido por la empresa cinematográfica Paramount, se produjo en 1932 durante la tercera estancia del cantante en la capital francesa, donde se concretaba así el inicio de esta brillante dupla.

Los años más prolíficos

Le Pera comenzó a escribir diversas letras y en su mayoría para música de tangos que también compuso e interpretó con el mismo Gardel, convirtiéndose en el autor y guionista fundamental de todas las películas que desde ese entonces rodaría el cantautor. Inclusive lo podemos ver ofreciendo un pequeño papel cinematográfico en la película “Cuesta Abajo”, donde hacía que peleaba con Gardel en los pasillos del cabaret danzante, donde el cantor se lucía bailando con la actriz Mona Maris.
Como decía Don Héctor Ernié, el binomio acostumbraba a escribir el argumento, guión, música, letra y gestar las películas en quince o veinte días. Surgiendo de un manantial de inspiración inagotable para esta obra fílmica, le debemos al dueto “El día que me quieras”, “Sus ojos se cerraron”, “Guitarra mía”, “Volver”, “Sol tropical” y “Suerte negra”. ¿Hasta dónde hubiesen llegado estos dos colosos del arte?
Al igual que Gardel, Le Pera falleció en el accidente aéreo de Medellín (Colombia) el 24 de junio de 1935.¤