La estación más linda de Buenos Aires
El sistema ferroviario argentino es obra de distintas compañías inglesas, que llenan al país de vías en la segunda mitad del Siglo 19. Gran parte del negocio era transportar productos agrícolas a los puertos, pero Buenos Aires, como gran ciudad, iba a necesitar sus propias estaciones para manejar el creciente movimiento de pasajeros desde y hacia los distintos puntos del nuevo país. La primera estación, para la línea que iba hacia el Oeste, fue construida en el Once, y poco más tarde se hacen las estaciones en Retiro y Constitución. Los tres lugares tienen edificios notables parecidos a las estaciones europeas de la misma época, pero la Estación de Constitución se destaca por ser la más linda.
Esta estación, que sirve al sistema ferroviario que va hacia el sur de Buenos Aires, se construyó en cuatro etapas comenzando en 1865. La última etapa comienza oficialmente en 1925 cuando el Príncipe de Gales, de visita a la Argentina, coloca la piedra fundamental.
Pocos saben que la gloriosa fachada recientemente restaurada y que se ha convertido en un atractivo turístico, fue inspirada en el viejo castillo francés de Maisons-Laffitte. Fue construida entre 1895 y 1897, durante la segunda etapa.
La crisis de los años 30, y especialmente la Segunda Guerra Mundial, pusieron fin a la capacidad inglesa de invertir en los ferrocarriles de la Argentina. La cuarta etapa de construcción finalmente se suspende. Empezaba una nueva etapa en la Argentina, ya no tan buena para los ferrocarriles.
Cuando el barrio de Constitución entra en una lenta decadencia a partir de la mitad del Siglo 20, y especialmente después de 1980, la estación empieza a sufrir un gran deterioro, ya que no se efectúan todas las tareas de mantenimiento que requiere. Sin embargo, luego la estación entra en un programa de revitalización de toda la zona sur de la ciudad.
Hoy nos alegra anunciar que la fachada y el interior del edificio están restaurados, y lucen impecables. Al lado de la estación, ahora se ubica un centro comercial, y se modernizó la estación de subtes que estaba afuera, y que lleva a los pasajeros a los distintos puntos de la Ciudad. El barrio sigue siendo algo bravo, no nos engañemos, pero la estación está hermosa y vale la pena conocerla. ¤