Bullying, violencia, acoso sexual, ansiedad social
Vivir en una sociedad ultra tecnificada, donde el uso del smartphone entre adultos, jóvenes y niños está desplazando vertiginosamente la comunicación familiar, preocupa a los padres, ya que sus hijos están expuestos a una cultura de masa, extraña, y con inminentes peligros. Esta realidad conlleva a los padres a establecer reglas, parámetros y horarios para proteger a sus hijos de cualquier problema debido a su interacción online.
Verano 2019. Los niños están en casa disfrutando de sus vacaciones escolares y con una actividad online intensa. Sus padres están considerando el seguimiento de estas actividades y su tiempo online, ya que hay dispositivos conocidos como “apps” que pueden monitorear cada email, texto, fotografía, Instagram o Snapchat que sus hijos envían o reciben, y que alertan a los padres de cualquier señal de mal comportamiento, que incluye evidencia de bullying, contenido obsceno, uso de drogas, violencia, depresión, exposición sexual o predadores sexuales.
Este sistema de AI (Inteligencia Artificial) es altamente sofisticado y está además codificado con el lenguaje que usan los jóvenes actualmente (slang) para desviar intencionalmente el verdadero significado del texto. Por ejemplo, un jovencito envía el texto “yellow school bus” y los apps lo traducen como referencia a “consumir Xanax pill”. ¡Muy preocupante!
Estudio de Monitoreo
En un estudio de seguimiento se reportó que “en una semana envió a los padres afiliados a ese app 737 mil señales de alerta, de los cuales 2.500 se referían a sus hijos expresando sentimientos de depresión y 38 comentarios referentes a planes de auto-destrucción.
“Estos mensajes alertas enviados a los padres significan una notificación para que ellos intervengan inmediatamente debido al peligro implicado en cada mensaje”, declaró el jefe de Bark Technologies Inc., Brian Bason, responsable de los apps Bark.
Estos apps inteligentes requieren que los padres ingresen las contraseñas que usan sus hijos en cada cuenta de sus plataformas mediáticas para buscar la evidencia, debido al riesgo de que un niño se involucre en algo problemático. En el mercado ofrecen estos servicios de monitoreo (apps Bark, SafeKid o FamiSafe).
Muchos padres quisieron el 100% del informe, otros conocer sólo los mensajes con contenidos explícitos sexuales y una minoría no quiso invadir la privacidad de sus hijos con mensajes detallados de su vida personal. “Estoy segura de que mis hijos buscan y miran cosas que yo preferiría que no lo hiciesen, pero mi instinto maternal me dice que tales cosas no son extremadamente terribles como para monitorearlos”, expresó una madre.
Los adolescentes son los más vulnerables y en la búsqueda de su identidad corren el riesgo de escuchar, leer, o ver cualquier cosa que podría perturbar su inocencia o bienestar emocional. En caso de ser monitoreados, ellos podrían confundir lo que es la responsabilidad natural de sus padres (de velar por su seguridad) con una especie de control o persecución policial. Por ello es tan importante respetar su privacidad con tacto.
Recomendaciones para que los niños se comporten apropiadamente y estén seguros online, según Liz Repking, de Cyber Safety Consulting
• Mantener el flujo de conversaciones familiares acerca de estos temas tecnológicos y su uso apropiado. Establecer horarios y límites.
• Ejercer el deber de interesarse por el bien de sus hijos, durante su tiempo online, especialmente a esta edad de inmadurez e insolvencia emocional.
• Educar a los hijos a saber salir de situaciones problemáticas, conociendo las consecuencias que los perjudicarán.
• Reforzar la supervisión (monitoreo) en forma coherente y natural, y no esperar que algo nefasto ocurra para hacerlo, ya que su hijo lo percibirá como una táctica policial y no como una obligación parental.
• Informar a los niños que ellos no tienen una libertad completa tanto para el uso del smartphone como para sus actividades online.¤