Los Derivados del Opio son Adictivos
En Estados Unidos existe una epidemia causada por la adicción a las drogas derivadas del opio. Las cifras estadísticas del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas han reportado que “existen 2.6 millones de adictos a las drogas derivadas del opio (como la heroína y los pain-killers como fentanyl y oxycodone), habiéndose registrado miles de sobredosis fatales: 8,200 muertes en 1999 y 33,000 en 2015, superando al número de homicidios cometidos con armas de fuego.
Setenta y ocho personas mueren cada día por el abuso de opioides mezclados con alcohol, efecto sinérgico que produce dificultades respiratorias fatales. El gobierno federal ha solicitado la inmediata atención a esta epidemia para que sea considerada una enfermedad social y no una falla moral.
“La adicción es una enfermedad del cerebro donde los circuitos neurales han sido secuestrados por el consumo de drogas”, definen los expertos. Sally Sattel, psiquiatra en Partners in Drug Abuse Rehabilitation and Counseling, en Washington D.C., apoya “el tratamiento inmediato con medicamentos anti-drogas” y rechaza el castigo carcelario. Los tratamientos para rehabilitar a los adictos a las drogas han demostrado que la adicción, para ser erradicada, necesita de un tratamiento terapéutico profesional monitoreado con apoyo familiar, supervisión logística, la medicación anti-droga prescripta y el control toxicológico regular.
Que un artista de Hollywood haya fallecido por una sobredosis ya es un tema familiar y duele, pero más nos duele que sigan registrándose casos de bebés que nacen con narcóticos en su sistema y que sean los abuelos quienes rescaten, críen y eduquen a los hijos de sus hijos adictos a opioides. Este es un problema sistémico y urge corregirlo.
La guerra y las drogas
Muchos soldados que combatieron en Afganistán y sufrieron el dolor de alguna amputación son ahora víctimas del estrés post-traumático de la guerra y de la adicción a las drogas contra el dolor, como John, un soldado que declaró: “me siento muy cansado de estar siempre enfermo”. En este y otros casos parecidos, en el Veteran Medical Center prescribían drogas altamente adictivas para combatir el dolor, lo que coadyuvó en la adicción. Las opciones de ayuda fueron entonces escasas, poco más que números telefónicos para contactar al coordinador de los “homeless”. “Es desalentador”, se decía John. “Seguiré haciendo lo mismo que hago ahora”.
El US Department of Veteran Affairs reconoció su error al haber creado un grupo de veteranos adictos a medicamentos derivados del opio tras la prescripción de medicamentos “en demasía”. Dichas prescripciones se redujeron; sin embargo, el Centro Médico para Veteranos comprobó que muchos ex-combatientes compraban las pastillas para el dolor en forma ilegal en las calles de la ciudad.
Los medicamentos anti-adicción
Estos medicamentos previenen los síntomas de la falta de la droga en el cuerpo y tienen la forma de un filmstrip que se disuelve debajo de la lengua. Naloxone, Narcan, Methadone y Buprenorphine (Bupe) son los más comunes. Bupe es la prescripción más diversificada después de las que contienen Oxycodone (Percocet) e Hydrocodone (Vicodin). Las propiedades químicas de Bupe son menos riesgosas que las de Methadone en caso de sobredosis y los médicos pueden prescribirlas para el uso por 30 días.
Problemas Colaterales:
-Volver a usar opioides ilegales mientras están tomando la antidroga Bupe.
-Vender trozos de bupe a otros adictos.
-Mezclar opioides con alcohol.
-Abandonar el tratamiento prematuramente.
La Rehabilitación
El apoyo de la familia y amigos es imperativo, como el crear nuevos círculos sociales saludables para buscar nuevos horizontes y la posterior reintegración laboral. Los adictos luchan día a día para aceptar el mejor camino para su rehabilitación, lograr un record libre de drogas, cumplir con los trabajos comunitarios impuestos por las cortes y evitar la prisión carcelaria. El reto mayor es alejarse de estas drogas y liberarse de esa dependencia fatal. Mantenerse activo, con la mente ocupada en algo personal o comunitario, reconstruir la autoestima y las relaciones buscando la estabilidad hogareña es la mejor manera para evitar “ese horrible hábito que siempre crece”, como lo define John, quien ahora considera estar feliz con su “nuevo yo”.
¿Qué es el Fentanyl?
Es una droga sintética derivada del opio para combatir el dolor, altamente adictiva y 50 veces más potente que la heroína. Su venta ha proliferado, ubicándose como un fármaco de stock “in crescendo”, cuya compañía ganó
$550 millones en el 2016.
¿Qué es el Carfentanil?
Es un nuevo y poderoso narcótico sintético producido en laboratorios clandestinos en China y enviado a Estados Unidos. Es 100 veces más potente que el Fentanyl y 10 mil veces más poderoso que la morfina, de acuerdo con la DEA (Drug Enforcement Administration). Esta droga es conocida como “the murder weapon” y puede ser fatal, ya que es absorbida por la piel instantáneamente.
El camino a la adicción
Una familia funcional es el ambiente saludable para la formación espiritual, moral y educativa de un niño que garantizará su felicidad y su éxito en la vida. Una familia disfuncional es lo opuesto. El dolor, las penas, los olvidos y los abandonos a muy temprana edad dejan en un niño cicatrices emocionales profundas y traumáticas y una baja autoestima que lo conecta con un perfil autodestructivo a lo largo de su vida.
Tácticas para vender opioides
Los testimonios de drogadictos en las cortes criminales han aportado información acerca de las tácticas para la venta de los opioides. Fuentes fidedignas han informado que hubo médicos que ilícitamente ganaron millones de dólares en recompensa al prescribir grandes cantidades de fentanyl (más conocido en el mercado como Subsys por sus vínculos con los laboratorios Insys Therapeutics, Inc.) que los producían. La prescripción ilimitada condujo a una epidemia de sobredosis de opioides con efectos fatales.
Programa para los estados más expuestos al consumo y venta de opioides
“Los adictos necesitan tratamiento, no la cárcel” es el nuevo enfoque del Programa Federal de Salud Mental, con un presupuesto de 5 mil millones de dólares anuales para combatir y prevenir las adicciones a las drogas, en acción conjunta con la Policía.
Investigadores de las universidades de Harvard y Nueva York han identificado a los estados con los índices más altos de adictos a opioides (West Virginia, Maine, Pennsylvania, Tennessee, Ohio, Missouri, Maryland, Nevada, Alaska, Arizona, Washington y Oregon).
El departamento de toxicología de la Policía practicaría exámenes de droga a los conductores de aviones, trenes y ómnibus para prevenir accidentes.
En California, el gobierno debería prohibir a los conductores que fumen marihuana mientras conducen un vehículo, ya que está comprobado que el cannabis posee una substancia que además de ser altamente adictiva, afecta el cerebro, los centros nerviosos, el razonamiento y la percepción. Es decir, un conductor que ha fumado marihuana constituye un peligro en la vía pública.
John, como todos los atrapados en el limbo de la total dependencia adictiva, debe interrumpir el ciclo de su autodestrucción y comenzar el programa para su rehabilitación.
La Administración Trump ha autorizado el monitoreo policial de las prescripciones de opioides y la expansión del Programa de Salud para el tratamiento y la prevención de la adicción a las drogas.¤