Shame on us
Sr. Director:
Permítame hacer un comentario sobre lo que se considera "Música Argentina". Lo primero que se piensa es en el tango, cuyo origen es compartido en ambas orillas del Plata; también en la música folklórica argentina. Pero existe otro género, argentinísimo como los demás. Me refiero a la música clásica argentina, y de inmediato surge el nombre de Alberto Ginastera.
La orquesta sinfónica de Long Beach, bajo la batuta del maestro Enrique Diemecke, ofreció un magnífico concierto el 3 de noviembre pasado, sobre la obra de Ginastera. Su campo musical revela una fusión de lo indígena con las técnicas del siglo XX. A lo fantástico y misterioso se agregan los simbolismos que requieren virtuosismo extremo de parte de los solistas (ej. arpa y celo) para obtener las variaciones especiales que creó este excepcional compositor. El concierto culminó con una entusiasta ovación, como las que he visto muy pocas veces en este país.
Ginastera nació en 1916, pasó muchos años en enseñanza de música y murió en Suiza en 1983. Desgraciadamente, ni El Suplemento ni ninguna otra publicación latina de Los Angeles anunciaron el concierto (Shame on you!)
Atentamente,
Dr. William A. Alvarez
ES: Estimado William, El Suplemento anuncia todos los eventos de relevancia para la comunidad argentina en California, siempre y cuando sus organizadores nos pasen la información, cosa que, en este caso, no hicieron. De todas maneras, ¿qué tal si el “shame on you” se lo enviás a los promotores que organizan grandes shows y se resisten a gastar un pesito en publicidad en la única revista argentina de los Estados Unidos? Un abrazo.
Pozos eran los de antes
Sr. Director:
Sigo estando en desacuerdo con el experto en box de ElSuplemento en relación a su posición sobre Sergio Martínez. A mí no me parece tan “Maravilla”, después de ver la pelea con Chávez Jr. Es más, estoy seguro de que se viene la revancha y si es que no llega a haber ningún tipo de arreglo, como a veces pasa, me juego que esta vez no le va a ir tan bien al Maravilla. Veremos qué pasa; las apuestas están abiertas.
Por otra parte, en uno de los recientes números de El Suplemento, el señor Rodolfo Spadano se refería a los camiones como un gran problema, aduciendo que los caminos o autopistas estaban estropeados por el peso que estos vehículos transportan. El autor de la nota proponía usar más los servicios de los trenes, ya que, entre otras razones, contaminan menos. En primer lugar, me parece una exageración comparar a Estados Unidos con Argentina; no solo porque allí los pozos y veredas rotas son centenarios, sino que además aquí los camiones tienen que trabajar legalmente con el peso que está regulado por el Departamento de Transportes, y el CHP. Aparte, aquí también de vez en cuando se mandan alguna chanchada con los materiales que pavimentan, más allá de que existen muchas ciudades que no tienen mantenimiento desde hace años. Por ejemplo, la Washington Blvd., saliendo del Fwy 710, hace por lo menos 20 años que no la arreglan. El peso legal tope para un camión no debe pasar de 80.000 libras. Además, hoy exigen que los camiones dispongan de un filtro especial para no contaminar. En fin, me despido con el afecto de siempre y ojo por donde caminan, muchachos... no sea cosa que se caigan en algún pozo.
Adrián Miranda
ES: Recordamos haber jugado un picadito en un pozo de la esquina de La Rioja y Garay, cerca del Parque Patricios. Cuando lo repararon nos quedamos sin cancha. Ah, qué pozos aquellos, amigo Adrián...
Un brasileño burlón
Sr. Director:
Con referencia a carta del lector “Un brasileño gingelistísimo” habría que aclarar que el señor Bill Handel se burla de todo aquel que llama a su programa (ese es su estilo); se burla de su esposa, de los judíos (él es judío), de la voz del que llama, sin distinción de edad, nacionalidad, etc. Con respecto a la palabra gingelistísimo, creo que el señor Handel se refería a gingerist. Impulsar a la comunidad argentina a quejarse sería erróneo.
Juan Carlos Fardos
ES: Estimado Juan Carlos, gracias por tu aporte. La verdad es que nunca escuchamos su programa, pero, más allá de “su estilo”, creemos que la gente tiene derecho a expresar su enojo cuando se siente ofendida, o festejar sus burlas si se lo toman más liviano. Un abrazo.
El Maravilla y su sartén
Sr. Director:
En referencia a las dos últimas notas de la sección "Nocaut", escritas por el experimentado Carlos Avilas, hago notar dos fallas inexplicables de este periodista. Además, también va un reto para El Suplemento.
En ambas notas, Avilas comete el error inconcebible de nombrar a Sergio Martínez como "El Maravilla" en forma reiterada (7 veces en la primera nota, 8 veces en la segunda). Nunca un Sergio a secas, nunca un Martínez o “el argentino”, nada... siempre reiterando "El Maravilla", haciendo deslucir los amplios conocimientos del periodista en el tema.
Por otro lado, les recuerdo, tanto a Don Avilas como a los correctores de la revista, que Sergio Martínez, ya con el título de campeón mediano en sus manos, no tiene “el sartén por el mango”, tiene “LA” sartén.
Con el ánimo de colaborar humildemente en el mejoramiento de esta publicación, me despido atentamente.
Ricardo Rebon
Anaheim, CA
ES: Estimado Ricardo, muchas gracias por tu aporte. A Don Avilas le gusta el apelativo “Maravilla”, por eso lo usa reiteradamente, demasiado, para tu gusto. Con respecto al género de la sartén, lo dejamos tal como él lo escribió porque la Real Academia, en su Diccionario Panhispánico de Dudas, acepta ambas opciones, siendo, según el diccionario, el género masculino más usado en América y el femenino en España. Un abrazo. ¤