Gran parte de los periodistas de Argentina sostienen que los sucesivos gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner atacaron y atacan el libre ejercicio de la profesión periodística y por lo tanto aseguran que se encuentra en peligro la libertad de prensa. Este es un razonamiento que a primera vista pareciera tener fundamentos, ya que ambos presidentes se han manifestado pública y abiertamente en contra de determinados periodistas, con nombre y apellido, así como en contra de algunos medios y grandes grupos multimedia en particular.
Tan notorio es el enfrentamiento frontal y directo que mantiene el matrimonio presidencial con parte de la prensa, ya ha generado algunas expresiones populares, tales como el "¿Qué te pasa Clarín? ¿Estás nervioso?" que hizo famoso Néstor Kirchner. Para ser claros: la guerra entre ambos contendientes es mediática y se desarrolla frente a los ojos y oídos de todos los habitantes.
Por un lado se encuentra el matrimonio conformado por la presidenta Cristina Fernández, el ex presidente Néstor Kirchner, muchos gobernadores provinciales y todos los funcionarios nacionales. El otro bando está integrado por periodistas independientes, medios de comunicación y grandes grupos mediáticos, con el multimedios Clarín a la cabeza.
Los medios del gobierno:
Por un lado se encuentran los medios de comunicación que responden prudentemente a éste, al anterior y, para ser sinceros, a todos los gobiernos precedentes por razones de directa dependencia. En esta situación se destacan todos los canales y radios que componen el Sistema Nacional de Medios Públicos: Canal 7, Agencia de Noticias TELAM, Radio Nacional, Canal Encuentro (éste último de gran calidad), etc.
Esta no es una novedad de los Kirchner, ya que desde siempre estos medios públicos fueron utilizados por cada uno de los presidentes de turno para difundir sus mensajes a gusto y piacere.
En un segundo grupo se encuentran los medios que difunden noticias favorables al gobierno incentivados por la publicidad oficial. Esta es una novedad que fue instrumentada en años recientes.
Desde que asumió Néstor Kirchner (2003) hasta la actualidad, el gasto en pauta oficial de publicidad creció en forma exponencial. Según la Fundación Poder Ciudadano, en el primer año de gestión de Kirchner se destinaron a publicidad unos 46 millones de pesos y se estima que en el primer semestre del 2009 aumentó a 622 millones. Pero esta publicidad es extremadamente generosa con los amigos y reticente con los opositores. Por citar un ejemplo, el grupo Perfil, claramente opositor, no recibe casi nada de publicidad oficial. Sólo migajas.
En el otro extremo están los medios paraoficiales, difusores de buenas noticias, que cuentan con la pauta oficial de publicidad para seguir funcionando como único sostén.
Resumiendo: el gobierno cuenta con medios propios y algunos influenciados por medio de la pauta oficial de publicidad. Y en la vereda de enfrente los medios "independientes", Perfil y el poderoso grupo Clarín.
Los ciudadanos pueden optar qué noticias recibir
Todas las mañanas cientos de miles de ciudadanos tienen la oportunidad de leer gratuitamente diarios muy bien impresos por casi toda la ciudad. Ahora bien, cada vez que un habitante recibe un ejemplar de manos de un promotor o promotora sabe de antemano qué leerá. Si se trata de “El Argentino” sin dudas se encontrará con una catarata de buenas noticias y alabanzas al gobierno, ya que se trata de un medio híper oficialista sostenido, fundamentalmente, por la publicidad oficial. En cambio, si opta por elegir “La Razón” las noticias no serán tan halagüeñas, dado que se trata de un periódico que forma parte del grupo Clarín.
Definitivamente hay libertad de prensa
El enfrentamiento entre el gobierno y el grupo Clarín o Perfil produjo como consecuencia, tal vez no deseada, una libertad de prensa nunca antes vista. Ahora todo se ventila públicamente, a plena luz del día. De esta manera los argentinos se enteran de muchas cosas que años atrás eran impensables. Por ejemplo, que hay jueces que liberan a violadores y asesinos, que dictan fallos a favor del gobierno nacional y/o provinciales. Que ordenan la escucha de teléfonos particulares de acuerdo a pedidos realizados por particulares (según declaraciones del procesado Ciro James). Que algunos jueces pueden fallar de acuerdo a los intereses de cada grupo de poder. Que funcionarios de alto, mediano o bajo rango se hicieron millonarios en los últimos años de forma milagrosa. Que importantes causas judiciales perjudiciales para el gobierno (como Skanska y la valija de Antonini Wilson) duermen el sueño de los justos.
Por la televisión opositora, arriesgados periodistas entrevistan a ladrones, traficantes, prostitutas/os y corruptos de toda estirpe y color quienes informan como actúan profesionalmente. Esto es, cómo roban, trafican jóvenes esclavas sexuales y asesinan a sus víctimas impunemente, con la complicidad o inacción policial. Por lo tanto, ya casi no quedan secretos por descubrir.
Reflexión
Esta situación, aunque parezca mentira, no es tan buena como parece, porque saber quiénes son los corruptos, cómo actúan, conociendo al detalle cómo amasaron millones de dólares y ver que disfrutan de un nivel de vida millonario exhibido impunemente, puede afectar la salud física y mental de cualquiera, y más en un país donde la mayor parte de la población vive debajo del nivel de pobreza.
En este caso, tanta libertad de prensa sería perjudicial y tal vez confirmaría aquello de que “ojos que no ven, corazón que no siente” ©