Las puertas del Consulado están abiertas para todos

Entrevista con el Embajador Jorge Lapsenson

-Nuestra intención es presentarlo a la comunidad argentina que reside en la costa oeste de los Estados Unidos y, antes que nada nos gustaría conocer los detalles más importantes de su carrera diplomática…
-En realidad la puedo dividir en dos etapas: una en la actividad privada y la otra trabajando para el estado. En la actividad privada fueron los primeros diez años en los que desarrollé mi profesión como contador público, trabajando en empresas argentinas y como auditor en empresas multinacionales que operaban en nuestro país. Luego de ejercer esa carrera, hacia 1974, creí que era el momento en el que nuestro país atravesaba por una serie de cambios y decidí integrarme al equipo que en ese momento se había formado para facilitar la inserción de Argentina en el mundo. Es así como hace 30 años, luego de obtener el título de Especialista de Comercio Exterior, ingresé en esas condiciones al ministerio de Economía. En esa época, por la legislación vigente, las actividades de promoción comercial se desarrollaban fuera de la cancillería; precisamente dada la evolución del mundo, hacia 1993 nuestro país decide unificar el servicio tradicional político exterior con el económico exterior dentro de la cancillería, y es así como el ministerio de Relaciones Exteriores se transforma en el ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional. A partir de ese momento, dentro de la cancillería, me he dedicado a una diversidad de temas que hacen a la función integral; podría destacar que estuve como cónsul general adjunto en Chicago y luego fui embajador argentino en la República de Corea, entre 1994 y el año 2000.
A partir del 2000, ya de regreso en Buenos Aires, fui director general de Desarrollo y Fomento de Nuevos Mercados, luego director general de Estrategias de Comercio Exterior y finalmente subsecretario de estado de Comercio Internacional. Desde el mes de agosto me encuentro trabajando como cónsul general y director del Centro de Promoción Argentina aquí en Los Angeles.
-Por lo que vemos tiene una amplia experiencia en materia económica y de comercio exterior, así que aprovechamos para preguntarle si existe hoy en día una estrategia comercial y política para fomentar las exportaciones argentinas al mundo.
-Después de muchas décadas de inconsistencia y cambios notables en política comercial, desde hace dos años se estableció un plan que no sólo contempla cómo salir de la coyuntura producto de la tremenda crisis que se vivió a fines del 2001, sino salir a través del diagrama de un plan coyuntural y de mediano y largo plazo, con un esquema que contempla entre el año 2003 y el 2007 duplicar el volumen de exportaciones. Cuando asumió la actual administración, las exportaciones llegaban a sólo 25 mil millones por año, producto de una meseta debido al régimen de convertibilidad que le quitó la competitividad a nuestros productos. A partir de ese momento, luego de la devaluación, comenzó un plan que contemplaba el diagrama de 25 mercados prioritarios en el mundo, entre ellos, por supuesto, Estados Unidos y en especial Los Angeles, y otro plan de diversificación de productos, porque queríamos buscar esos nichos no explotados por Argentina en el mundo, y por otro lado lograr una expansión de nuestra base exportadora.
-¿Cómo se encuentran en este momento las relaciones comerciales entre la ciudad de Los Angeles y la República Argentina?
-En el caso de Los Angeles y sus relaciones comerciales con la Argentina no responde a un hecho aislado, sino que es consecuencia de una política integral que tiene nuestro país en materia de promoción comercial externa. El comercio ha aumentado en los últimos 10 años de manera muy significativa. Si comparamos las exportaciones argentinas del año '90 con las de hoy, vemos que aumentaron -con exclusión de los combustibles- en aproximadamente un 100%. Si vemos la comparación con las cifras a nivel nacional, llegamos a los mismos índices. Ahora, lo interesante es que si contamos el total de las exportaciones de combustibles a la costa oeste, llegamos a que las exportaciones argentinas crecieron ocho veces. Pero nosotros no vamos a salir a promocionar los productos primarios, comodities o combustibles, sino del remanente que está compuesto por las MOAs y los MOIs, es decir, las manufacturas de origen agropecuario y las manufacturas de origen industrial, especialmente todas aquellas líneas de productos que son producidos por las pequeñas y medianas empresas argentinas. Y este es un detalle muy importante para tomar en cuenta, porque sabemos muy bien que cada millón de dólares exportado por una Pyme, (la pequeña y mediana empresa) genera más de dos veces los puestos de trabajo que puede generar una gran empresa. Entonces nuestro objetivo es, en definitiva, expandir nuestras ventas selectivas en el mercado de Los Angeles, pero tratando de defender y promocionar lo mejor que tenemos los argentinos, que es precisamente nuestro trabajo.
-En referencia a las exportaciones a los Estados Unidos, ¿el estado argentino realiza algún tipo de control sobre la calidad de los productos exportados, o sólo se limita a establecer el vínculo entre vendedor y comprador?
-Existe un mecanismo permanente de control sobre los productos industriales; muchos productos tienen que adecuarse a las normas ISO, y para muchos productos del agro, a través de la secretaría de Agricultura, hay mecanismos de control que aseguran la calidad y sobre todo el nivel sanitario de lo que se exporta.
-¿Cómo influyen hoy las restricciones impuestas a los productos argentinos por parte de los países desarrollados y más específicamente de los Estados Unidos?
-Los Estados Unidos, los países de la Unión Europea y países como Japón todavía no permiten que los productos agrícolas de excelente calidad y competitivos en precios, como son los argentinos, ingresen sin trabas a los mercados con mayor capacidad económica en el mundo. Así y todo, hemos logrado que más empresas argentinas salgan al mundo y vean en los mercados externos una alternativa para su producción. Eso lo hemos conseguido: si evaluamos las cifras del 2004 vemos que los índices de diversificación de mercados y de crecimiento de la base exportadora son los más altos de los últimos 30 años.
-Más allá de la promoción del comercio y los recursos de nuestro país ¿Cuál es la función principal del consulado argentino en Los Angeles?
-Creo que el consulado tiene que ser una oficina de servicio al argentino residente en esta zona. Es decir, que tiene que ser no sólo el contacto efectivo con su país, sino también el contacto afectivo. Estamos acá, y esta es mi idea y la de todos los funcionarios que me acompañan para proveer un servicio y satisfacer todas las necesidades de la comunidad.
-¿Cuáles son esos servicios fundamentales que el consulado le brinda al ciudadano argentino?
-Bueno, hay una serie de trámites como puede ser la renovación o extensión de pasaportes o de DNIs, los poderes… pero eso es algo que tiene que ser desarrollado fluidamente y con eso no puede existir ningún inconveniente, y vamos a hacer lo posible para que la demora para esos trámites se reduzca al mínimo posible. También estamos dispuestos a brindar un mayor asesoramiento a aquellos argentinos que llegan a los Estados Unidos, cualquiera sea la situación legal en que se encuentran. Son todos argentinos y las puertas del consulado están abiertas para ellos. Y cuando digo algún tipo de asesoramiento, tal vez la gente no lo sabe, pero en este consulado se desempeñan profesionales de variadas especializaciones; así como yo le contaba que soy contador público, tenemos licenciados en economía, abogados, etc.; yo les diría a los argentinos que cualquier duda que tengan la planteen primero con su consulado, que está al servicio de ellos.
-¿Existe algún dato sobre cuáles son esas necesidades más comunes por las que la gente acude al consulado?
-No, no hay estadísticas, pero los temas son muy diversos, desde un asesoramiento por un problema médico o laboral, con referencia a un contrato, o al alquiler de una propiedad… es muy diverso. Yo también sé cuál es la situación de la gente recién llegada; yo tuve la posibilidad de vivir muchos años en este país, tuve destinos en Chicago, y en Houston al comienzo de mi carrera, y realmente, si bien este país ofrece grandes posibilidades en el aspecto económico o de desarrollo personal del inmigrante, también hay que enfrentar algunas situaciones adversas. Y yo aspiro a que todos los argentinos sepan que tienen el respaldo de este consulado.
-Muchos compatriotas no saben que aquí también pueden obtener matrículas consulares ¿Por qué no explica para qué le sirve al ciudadano argentino la matrícula consular?
-La matrícula consular es una primera identificación para aquella persona que no tiene ninguna otra. E incluso en la faz práctica, hay algunos bancos que toman la matrícula consular para abrir una cuenta, y eso es fundamental para que alguien pueda comenzar a desarrollar aquí su vida con cierto tipo de elementos, sino, está totalmente desprotegido.
-¿Cuántas matrículas han sido otorgadas ya?
-A la fecha, hemos entregado aproximadamente 4.500 matrículas. Lo importante es que desde sus inicios la credencial de matrícula consular emitida por el consulado ha sido reconocida como medio de identificación válida por instituciones como la empresa de medicina prepaga Blue Cross, la institución bancaria Wells Fargo Bank, el condado y ciudad de Los Angeles, el condado y ciudad de San Francisco, condado y ciudad de San Diego, etc.
En el caso de la aceptación por parte de distintas ciudades y condados, la misma implica que la credencial constituye un documento reconocido como medio de identificación, entre otros, ante centros de salud y hospitales, departamentos de Policía y oficinas del Sheriff, cortes judiciales, registro civil, departamento de servicios sociales, bibliotecas públicas y distritos escolares hasta nivel terciario.
-¿Existe algún dato estadístico o al menos una noción sobre cuáles son las ocupaciones u oficios más comunes que desarrollan los argentinos en el área de influencia de este consulado?
-Sí, hay nociones pero no podría decirle exactamente cuántos están en el comercio, cuántos en la industria, pero sería un trabajo muy interesante para desarrollar en algún momento, y ver a qué se dedican los argentinos registrados. Creo que no hay un trabajo público al respecto, pero sería interesante tenerlo. Por mi experiencia de vivir en los Estados Unidos imagino que hay gente dedicada a la medicina, a las actividades inmobiliarias, tenemos una tremenda habilidad para la mecánica, y he escuchado que hay también un grupo de actrices y actores que se desempeñan a nivel profesional. Pero los datos exactos es algo pendiente.
-Hasta comienzos del año 2002 el ciudadano argentino podía ingresar a los Estados Unidos sin visa. ¿Es una preocupación del gobierno recuperar ese status de privilegio?
-Esa es una buena pregunta, y es una pregunta cuya respuesta tiene que ser dada por el gobierno de los Estados Unidos. En este momento pensar en el reestablecimiento del sistema de supresión de visas sería un poco aventurado; no se olvide que la situación internacional, y sobre todo en este país, cambió mucho después de los atentados del 11 de septiembre, y eso hace que cada vez sea más difícil ingresar a este país para los extranjeros, aún con la visa. Ojalá cambiara la situación de seguridad en el mundo, pero por ahora veo serias dificultades para su implementación. Pero repito que esto depende de la voluntad soberana del gobierno de los Estados Unidos.
-A medida que aumenta la inmigración argentina a los Estados Unidos, se percibe un incremento importante en los casos de deportaciones, cosa que se hace aún más dramática cuando el deportado tiene hijos nacidos aquí y se enfrenta a lo que se conoce como separación familiar. ¿Qué suele hacer el consulado en estos casos para apoyar al ciudadano argentino?
-Ahí hay que trazar una línea entre lo que es la legislación americana y lo que es la intervención del consulado. Nosotros en el momento en que Estados Unidos decide una deportación hacemos el seguimiento del caso, pero no podemos apelar la medida.
-¿Cómo se asesora a la persona que está en proceso de deportación?
-Depende, siempre en el caso de que la infracción sea sólo estar ilegalmente en el país. Lamentablemente, tenemos argentinos que están detenidos por haber violado la legislación de este país, así como hay mexicanos, centroamericanos, alemanes, franceses… nosotros nos aseguramos que las condiciones de los detenidos sean dignas, que tengan seguridad, alimentación, y cosas por el estilo.
-Por la misma naturaleza de su puesto, seguramente dentro de unos pocos años deberá dejar esta oficina consular. ¿Qué cosas va a incluir en su balance de gestión? ¿Qué tiene que haber realizado como para que el día en el que tenga que alejarse lo haga con la seguridad de haber cumplido con su mandato?
-Quizás la satisfacción más grande sería ver la reacción de la comunidad, las caras y el sentimiento de la gente. Haber podido colmar las expectativas generadas, en cuanto al factor humano y de servicio. Después haber desarrollado una buena tarea en lo que hace a la difusión y promoción cultural, y en especial, haber podido desarrollar esa diversificación del mercado que necesitamos en la costa oeste, porque Argentina es un país que ha desarrollado su comercio exterior con los Estados Unidos siempre entrando por el Atlántico. Creo que teniendo California la importancia que tiene en el mundo, hay muchísimo por hacer, y las oportunidades están. Para eso necesitamos una tarea de promoción realizada localmente pero con la presencia de empresarios argentinos en forma más asidua. Ø