No es nuevo que el presidente argentino vive profiriendo frases altisonantes, muchas sin ton ni son, que tantas veces por no ser temas importantes quedan en el olvido; pero esta tendencia a dar noticias que sean del agrado del interlocutor de turno, se torna muy peligrosa cuando se trata de un tema tan sensible como el de la AMIA.
Decir que se tiene pruebas importantes para la causa cuando lo visitan miembros de las Asociaciones Judías y cuando la noticia trasciende, esperar 24 horas para desmentirlo y querer explicar lo inexplicable, no es serio.
Esta causa no merece, por todo lo que representa, su uso con intencionalidad política, y este presidente -con el ánimo de diferenciarse de sus antecesores- no puede caer en este tipo de exabruptos. Tiene que caer en la realidad que no es oposición sino gobierno y como gobierno tiene más responsabilidades y se debe examinar -previamente- lo que se dice.
Por estas tierras, más precisamente nuestra querida California, el Sr. Schwarzenegger, que cuando las cosas no salen como el quiere, también es muy suelto de boca, calificó a la oposición demócrata, durante la discusión por el presupuesto estatal, de “Mujercitas”.
Sin palabras.
La frase del mes: Durante la disputa de la Copa América el técnico Marcelo Bielsa nos dejó la siguiente frase “Ni yo me entiendo”.