Vamos a dedicar este número al pintor y grabador argentino, Antonio Berni, nacido en la Provincia de Santa Fe el 14 de marzo de 1905.
¿Quién fue el ganador del Premio Internacional de Grabado y Dibujo de la Bienal de Venecia de 1962?
Según Guillermo Whitelow fue un hombre que tuvo inquietudes artísticas desde muy joven, que lo llevaron a rendirle frutos notables durante toda su vida, mereciendo críticas elogiosas.
Según el pintor Luis Wells, fue un pintor que se inspiró en lo que hacían los informalistas como él. “En la época de los monstruos -asegura- en los 60, se copió directamente de nosotros”. Pero tiene que reconocer que “con un ojo impresionante hizo lo que hizo y que entendió como nadie el potencial de los informalistas”.
Berni comenzó sus estudios en su ciudad natal y gracias a becas otorgadas por el Jockey Club de Rosario y por el Gobierno de Santa Fe, viajó a Europa y pudo radicarse en París en donde siguió cursos de perfeccionamiento con André Lothe y Otón Friesz. Precozmente debutó en las muestras personales en 1921 en la galería Witcomb de Rosario. Sus premios logrados posteriormente fueron nacionales e internacionales. Fue Presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos y profesor de Dibujo en la Escuelas Nacional de Bellas Artes. Posteriormente a sus imágenes de corte neorrealista, surgieron las series de la vida de Juanito Laguna y de Ramona Montiel.
Estaba comprometido con la realidad social de la Argentina, de ahí la serie (de 1960 a 1978) de un niño que vive en una villa miseria: Juanito Laguna, narrando la pobreza, las ilusiones y fracasos de los habitantes de los barrios marginales.
En sus collages no pintó el entorno, sino que lo hizo corpóreo, pegando o clavando latas, cartones, botellas y desechos que él mismo recogía por aquellos barrios.
La otra serie es la de Ramona Montiel, una muchacha humilde que se dedica a la prostitución, definida por Berni como un personaje de arrabal, como surgido de una letra de tango.
Hace vivir a Ramona una situación muy particular, haciéndola pasar por los momentos más duros, aunque a veces le brinda una vida fácil y pasa de ser costurera a amante de varios individuos.
Y más notable todavía es, que fue autor de obras de carácter religioso: “Apocalipsis” y “La Crucifixión”, que fueron donadas a una capilla de la ciudad de Las Heras, Provincia de Buenos Aires.
Con su fructífera obra, y considerado por algunos como el artista más completo del arte argentino, a los 76 años nos dejó un 13 de octubre de 1981. Ø