Monólogos
“Me encontré una billetera con 500 pesos y me pregunté que haría Jesús... Así que lo convertí en vino”.
“Hago tan poco deporte, que si algún día me ven correr, corran también ustedes, que algo grave pasa”.
Sorpresita
Después de una larga noche haciendo el amor, él nota la foto de otro hombre con bigotes sobre la mesa de luz y le pregunta:
-¿Era tu esposo?
-No, para nada, dice ella, mordisqueándole la oreja.
-¿Era tu novio?
-No, dice ella y sonríe.
-¿Por qué te ríes?
-Porque me encanta cuando te pones celoso.
Él hace una última pregunta:
-¿Es acaso tú padre o algún hermano?
-Noooooo, tontito, soy yo cuando era joven…
No hay con qué darle
Un médico argentino se va a Estados Unidos y como no puede ejercer legalmente su profesión, abre un negocio en el centro de New York, y para promocionarlo pone un letrero que dice:
“Le curamos cualquier enfermedad por $20, garantizado. Si no podemos curarlo, le damos $100”.
Un abogado gringo ve la oportunidad de ganar $100 y entra a la clínica.
-Perdí mi sentido del gusto- dice.
El médico argentino dice:
-Enfermera, tráigame la medicina de la caja #22 y ponga 3 gotas en la lengua del señor.
El abogado:
-¡Ugh! Esta porquería es gasolina.
El médico argentino:
-Felicidades, ha recuperado el sentido del gusto. Son $20.
El abogado se va molesto, y vuelve una semana después, determinado a recuperar su plata.
-Perdí la memoria, no puedo recordar nada, dice.
El médico argentino:
-Enfermera, tráigame la medicina de la caja #22...
El Abogado:
-¡No joda, esa misma porquería me la dio la semana pasada!
El médico argentino:
-Felicidades, ha recuperado su memoria. Son $20.
El abogado se va aún más molesto y vuelve una semana después, determinado a recuperar su plata.
-He perdido la calidad de mi visión, todo lo veo borroso, no puedo distinguir ningún detalle y los lentes no me ayudan.
El médico argentino:
-Mi viejo… para eso sí que no tenemos medicina, aquí tiene un billete de $100.
El Abogado:
-Tú sí que eres vivo, argentino, este es un billete de $10.
El Médico argentino:
-Felicidades, ha recuperado su visión. Son $20.
Confusión
-Doctor… ¿Cómo salí de la operación?
- Hijo, soy Jesús…
- ¡No! ¿Me morí?
- Ja, Ja, Ja, soy Jesús Méndez, el de la limpieza; ya viene el doctor.
Revancha
Un calvo pasa por la calle y se cruza con un jorobado, y le dice:
-¿Qué llevás en la mochila?
A lo que el jorobado le contesta:
- ¡Tu peine, imbécil!
Un tronco
Este es un futbolista tan malo, pero tan malo, que mete un gol y en la repetición lo falla.
Abuelos
-¡Qué aburridos son ahora los programas de la tele!
-Abuelo, no es la tele, estás mirando el microondas.
Superhéroes
Una noche oscura asaltan a una mujer no muy brillante. Llega el Zorro, la salva y con su espada deja marcada su “Z” en la ropa del asaltante. La mujer mira la marca y grita:
-¡Gracias... Zuperman!
Economía
A un hombre le robaron la tarjeta de crédito, pero no hizo la denuncia porque el ladrón gastaba menos que su esposa.
Relojes de las mentiras
Jaimito murió y fue al Cielo. Cuando estaba en frente de la Puerta, vio una enorme pared llena de relojes detrás de San Pedro,y Jaimito le preguntó:
-¿Qué son todos esos relojes?
San Pedro le contestó:
- Esos son los Relojes de las Mentiras. Todo el mundo en la tierra tiene uno, cada vez que mienten las manecillas se mueven.
-¡Oh!, dijo Jaimito... ¿De quién es ese reloj?
- Ese es el de Ghandi, las manecillas nunca se han movido, porque él nunca mintió.
-Increíble, pensó Jaimito...
- ¿Y de quién es ese otro?
- Ese es de la Madre Teresa. Las manecillas solo se han movido dos veces, lo que nos indica que ella dijo tan solo dos mentiras en toda su vida.
-¿Dónde está el reloj de Cristina Kirchner?, preguntó Jaimito.
-¡Aaahh, ese!, respondió San Pedro señalando hacia arriba. ¡Lo estamos usando como ventilador de techo! ¤