El pasado 6 de mayo de 2017 se festejó, en el salón de su sede propia en la ciudad de Burbank, el cincuentenario de la fundación de la Asociación Argentina de Los Angeles.
Cuando se pensó en organizar un evento y comenzaron a surgir ideas y opiniones, se tuvo la noción de que para hacerlo como lo deseábamos íbamos a necesitar la colaboración de mucha gente.
Fue entonces que Norberto Ibscher se apersonó a la actual comisión directiva y le comunicó sus inquietudes, e inmediatamente recibió la aprobación de los directivos de AALA para que él se hiciese cargo de organizar la fiesta.
Tres meses demandó preparar la celebración para que las cosas salieran bien… y el resultado del trabajo y dedicación de noventa días dieron los frutos esperados: la noche del sábado 6 de mayo de 2017 fue una noche sin paralelos en la historia de la Asociación Argentina. Se logró invitar a todos los socios fundadores que pudimos encontrar, a los presidentes y miembros de comisiones directivas que a través de cincuenta años trabajaron para hacer de nuestra institución nuestro orgullo y la sana envidia de otras colonias de emigrantes.
La primera media hora fue emotiva y conmovedora, se reencontraron compatriotas que hacía décadas que no se veían y mientras se abrazaban, trataban de encontrar en ese veterano, canoso o calvo, más gordo, de voz cascada y grave, al joven lleno de vigor de otrora... hubo incluso algunas lágrimas… ¿Por qué contenerlas? Era el momento de ignorar el respeto humano del que nos avergonzamos develar en público. Superado el emotivo reencuentro se pusieron al día del quehacer de cada cual.
La exquisita cena, preparada por Astrid Ibscher y Elena Macedonio, con la asistencia de Daniel Araujo, se sirvió con “puntualidad germana”. Luego siguió la torta, la sidra y el consabido “Happy birthday, Asociación”.
El show fue extraordinario, y brindó las dos expresiones de nuestra música popular: el tango y el folclore. La nota emotiva la dio Osvaldo Roval, quien, aún convaleciente de una seria caída, cantó a dúo tres temas con Miguel Dalton.
La grata sorpresa vino de parte del Consulado Argentino en Los Angeles. El señor cónsul Luis García Tezanos Pinto había notado -en visitas anteriores a nuestra casa- la precaria condición en que se encontraba nuestra bandera y decidió donarnos una nueva, la cual él mismo entregó ese inolvidable sábado (la nuestra, la “veterana”, fue entregada al cónsul adjunto, señor Ricardo Arredondo, quien le otorgará un decoroso retiro).
Seguidamente se descubrieron dos placas recordatorias: una en reconocimiento a los cincuenta socios fundadores y la otra a todos los presidentes y miembros de comisiones directivas que en su momento trabajaron para esta venerable institución.
Y cuando parecía que ya todo estaba consumado, tuvimos la sorpresa de la noche: tomó la palabra la señora Lourdes Saab, directora protocolar del condado de Los Angeles, quien, luego de un elocuente panegírico, entregó un pergamino firmado por los cinco concejales que representan al condado. En el mismo se felicita a nuestra entidad por sus cincuenta años de leal y desinteresado servicio a la colonia argentina en Los Angeles. En nombre de la Asociación Argentina, recibió el diploma la actual presidenta de nuestra institución.
Para finalizar la velada hubo baile con DJ.
Como lo indiqué al comienzo, esta fue una excelente labor de equipo donde trabajaron ad honorem más de veinte personas, quienes hicieron posible el éxito de esta inolvidable celebración. Angelo Calamera fue el responsable de decorar el salón.
¡Lo que nos brinda la moderna informática! Al cierre de esta publicación, el autor de esta crónica recibió cinco llamadas felicitando a todos los que contribuyeron al éxito de este evento, al que vieron por facebook: uno en Indiana, otro en Nueva York, un tercero en Nevada, el cuarto en Chicago, y el quinto … ¡en Argentina! ¤