La historia de la comunidad argentina de Nueva York es parecida a la de Los Angeles. En gran medida, su verdadera historia empieza en los años cincuenta, aunque Nueva York, por todo lo que siempre significó esa ciudad, llegó a contar con una muy pequeña comunidad argentina en Manhattan y sus alrededores desde el principio del siglo veinte.
Los argentinos de clase trabajadora que llegan a Nueva York a partir de los años cincuenta se concentran en Queens y otras zonas más cercanas a Manhattan como Astoria, Rego Park y otros barrios residenciales que están a casi una hora en subte del centro de la ciudad. El epicentro fue Jackson Heights, y es ahí donde está la famosa Esquina Argentina. La esquina exacta: intersección de Junction Blvd. y Corona Av.
Los postes pintados en celeste y blanco no dejan lugar a dudas, pero si faltaba algo, las palabras “La Esquina Criolla” están pintadas en un toldo. La Esquina Criolla, un restaurante argentino, es uno de los tres lugares argentinos más conocidos del lugar. Los otros dos son El Gauchito y la Panadería Río de la Plata. En un momento era una verdadera Little Argentina, pero hoy, debido a la dispersión de nuestra comunidad que se ha producido en toda la ciudad de Nueva York, la esquina es en realidad un lugar mixto, donde lo argentino se mezcla con lo latino y un restaurante italiano. En fin, si varias esquinas de Buenos Aires perdieron en gran medida su identidad, ¿Por qué no iba a pasar aquí?
No existe comunidad sin símbolos, y tres de los de la comunidad argentina de Queens son San Martín, Gardel, y la Virgen de Luján. Pero mientras en Los Angeles San Martín tiene dos bustos, Gardel tiene su placa municipal, y una imagen de la Virgen ha encontrado un lugar respetable en una iglesia local, en Jackson Heights todos los aniversarios se hacen en un lugar sorprendente: el llamado muro argentino, donde aparecen las tres figuras mencionadas. Hoy el muro argentino está ubicado en propiedad de un restaurante italiano y por ese motivo esas tres imágenes “comparten cartel” con una imagen casi turística de un sitio italiano.
Pero no todo tiene que estar a la vista. Y la esquina todavía convoca. En un subsuelo cerca de la esquina criolla, funciona un club argentino muy popular entre los jóvenes, y durante los partidos y otros eventos especiales, como la reciente visita del Papa, la esquina explota de gente vistiendo el celeste y blanco. ¤