“Es un camino de luz que propaga el bienestar de la persona”- Deepak Chopra
¿Qué relación tiene la meditación -tradición milenaria espiritual y filosófica de contemplación y reflexión- con la neurociencia? Y ¿por qué los científicos demuestran más interés ahora en estudiar la actividad molecular del cerebro?Durante los últimos 15 años, la Universidad de Wisconsin ha patrocinado estudios empíricos, con la colaboración de otras 19 universidades norteamericanas, con el fin de responder a estas preguntas.
Durante este período, alrededor de 100 monásticos budistas, principiantes, y laicos, participaron en diversos experimentos científicos con el objetivo de comparar y medir la actividad neuronal del cerebro entre los que meditaban regularmente (y registraban miles de horas de meditación en sus records) y los neófitos (que nunca habían meditado). Los resultados de estos experimentos arrojaron datos sorprendentes, ya que “estas técnicas de entrenar la mente –a través de la meditación- suple de beneficios cognitivos, emocionales y fisiológicos a quienes las practican regularmente con la prognosis de efectividad para tratar la depresión, los dolores crónicos y sobre todo el poder propagar el sentido de bienestar general”, dicen los expertos.
La meditación “es un proceso del pensamiento que tiende a buscar las cualidades del ser humano para forjar una mente clara, flexible y serena, lo que conlleva a un balance emocional de donde fluirá el amor hacia la vida y sus pilares fundamentales –como la empatía, la compasión, el agradecimiento, la generosidad y la solidaridad, entre otros”. La clave es “liberar a la mente de las ataduras automáticas condicionantes del prejuicio”. Para meditar, sólo se necesita de unos minutos, en un lugar silencioso y en una posición confortable, respirar inhalando profundamente y exhalando lentamente, focalizando la mente en un solo pensamiento (propósito o intención) para aliviar los pesares y con los mejores deseos de bienestar hacia el prójimo.
La meditación abarca tres fases: primero focalizar la atención en el momento presente evitando distracciones; después monitorear atentamente la meditación para que las respuestas a nuestras emociones, pensamientos y sensaciones sean menos emocionales y se acerquen más al nivel de nuestra conciencia, y finalmente, dirigir nuestra atención hacia una perspectiva altruista para con nosotros mismos, hacia nuestros semejantes y toda la creación. Es importante establecer los objetivos y las intenciones en un lenguaje positivo y leerlos durante el proceso de la meditación, luego “let them go to the Universe (déjelos ir hacia el Universo)”, dicen los veteranos meditadores. El Dr. Deepak Chopra agregó “lo que tú das al mundo lo estás dando a ti mismo, ya que todo regresa para tu bienestar”.
“Para meditar, sólo se necesita de unos minutos, en un lugar silencioso y en una posición confortable, respirar inhalando profundamente y exhalando lentamente, focalizando la mente en un solo pensamiento”
Estos beneficios de la meditación son los resultados de muchos estudios científicos que afirman que el cerebro del adulto puede ser profundamente transformado a través de la experiencia de la vida y por un proceso de neuroplasticidad -que según el Dr. Facundo Manes, presidente de la Universidad Favaloro, de Argentina- es aparente tanto cuando el adulto estudia un instrumento musical (la región cerebral que controla el movimiento de los dedos se alarga progresivamente con el dominio del instrumento) o cuando el adulto medita (se regulan ciertos estados mentales para adquirir o expandir ciertos niveles de riqueza o purificación interior), experiencia que afecta el funcionamiento del cerebro y su estructura física. La evidencia de estos experimentos, más los datos de otras investigaciones paralelas y similares, muestran que “el ejercicio de la meditación puede regenerar los circuitos del cerebro con resultados favorables para la salud de la mente, el cerebro y todo el cuerpo”, según lo comprobaron los investigadores científicos Antoine Lutz (Francia), Richard Davidson (USA) y el biólogo celular y monje budista Matthiew Ricard (Francia).
La meditación está ganando adeptos debido a la popularidad de sus beneficios. A través de su práctica, aprendemos a focalizarnos en el momento presente, dejando atrás nuestras preocupaciones y problemas, dudas y temores, juicios y opiniones negativas, acercándonos a descubrir la belleza que hay en nuestra vida interior, que contribuye a lograr nuestra calma, claridad mental y paz interior; nos ayuda a superar los bloqueos y las barreras y construyendo la confianza en nosotros mismos nos sentimos más energizados y con un bienestar general con proyección a la longevidad. De esta manera, el adulto aprende paulatinamente a cultivar un estilo de vida organizado, ya que la meditación requiere de una disciplina vigente para manejar los niveles de estrés (al poder reducir la secreción del cortisol, la hormona del estrés), beneficio permanente para la calidad de las relaciones humanas.
Desde la perspectiva psicológica, la meditación contribuye a la disminución de la ansiedad, del pánico, la depresión, las adicciones y los desórdenes alimenticios. Todos estos estudios parecen indicar que, cuando hemos aprendido a manejar los vaivenes de la vida, nosotros respondemos con más aciertos en cada circunstancia, desarrollando un nuevo potencial acumulativo de beneficios. “Tú debes encontrar el lugar dentro de ti mismo, donde nada es imposible”, recomienda el Dr. Deepak Chopra.
Experimentos Científicos
1-Conexiones Neuronales Activadas: El neurocientífico Wendy Hasenkamp y sus colegas de la Universidad Emory analizaron en los laboratorios de Wisconsin las imágenes del cerebro (localizadas en áreas de la corteza pre-frontal, posterior y lateral y del lóbulo parietal inferior) de las personas que habían meditado para identificar las conexiones neuronales activadas. Ellos observaron diferentes perfiles de actividad neuronal en el cerebro entre los practicantes de la meditación con mayor o menor experiencia en esta técnica. Los meditadores veteranos con más de 10 mil horas de práctica obtuvieron una mayor actividad neuronal (en las regiones del cerebro donde la atención había sido regulada) que los participantes novicios (grupo de control). Paradójicamente, los investigadores comprobaron que “los meditadores más experimentados demostraron un esfuerzo menor que los menos experimentados”, por lo cual, ellos concluyeron que “estos meditadores avanzados parecen adquirir un nivel de destreza que les permite lograr un estado mental focalizado sin mayor esfuerzo”.
Las respuestas eléctricas del cerebro demostraron que los meditadores poseen una capacidad mayor para permanecer vigilantes y más estables.
2-Percepción Óptima con el Mínimo Esfuerzo: Los participantes tenían que detectar rápidamente dos números presentados en una pantalla dentro de una sucesión de letras y comprobaron que los meditadores percibieron ambos números más rápidamente que los no meditadores del grupo de control. Esta actividad del cerebro demostró que “la percepción era también más aguda, lo que fue reflejado en un menor esfuerzo de actividad ante el estímulo de la onda cerebral P3b” lo que confirmó que “los meditadores eran capaces de optimizar su atención como de minimizar su esfuerzo”.
3-Reducción del Dolor: El meditador debe cultivar un estado de conciencia pura (awareness) y ante una sensación desagradable, se pueden reducir las respuestas emocionales para alejarnos de aquel sentimiento desagradable y así reducir el dolor. “La mente se torna calma, relajada, sin focalizar en nada especial, vívidamente clara e indiferente a toda sensación o excitación”. El meditador observa y está dispuesto a experimentar sin hacer interpretaciones, emitir juicios o ignorar la sensación de dolor. “Si bien la sensación de dolor no fue reducida en los meditadores, se comprobó que ellos la controlaban mejor y no les molestaba tanto como a los no meditadores o grupo de control”. En comparación con los no meditadores, “la actividad neuronal de los meditadores se vio reducida y demostró un nivel de ansiedad menor (en las regiones de la corteza y amígdala) y anterior al estímulo que causaba el dolor”. Los investigadores comentaron que “si bien la intensidad del dolor no había sido reducida en los meditadores, eso a ellos les molestaba menos que a los miembros del grupo de control, es decir que, su nivel de tolerancia era mayor”.
“El ejercicio de la meditación puede regenerar los circuitos del cerebro con resultados favorables para la salud de la mente, el cerebro y todo el cuerpo”
Otros estudios científicos han documentado los múltiples beneficios de la meditación para aliviar la ansiedad, el pánico y la depresión que interfieren con el proceso del sueño, enseñando como manejar los pensamientos, las emociones y los sentimientos negativos que desencadenan en comportamientos tóxicos.
La focalización meditativa en las actitudes y los sentimientos de amor, generosidad, altruismo y compasión hacia nuestros semejantes (familia, extraños, enemigos), reconociendo sus necesidades y luego experimentando un deseo (genuino, empático y compasivo) de ayudarles a aliviar su sufrimiento, ha dado resultados positivos en beneficios para enfermeros y maestros principalmente, que “han demostrado estados de exhaustivo estrés y fatiga”.
4-Medición de las Conexiones Neuronales y el Volumen del Tejido Cerebral (materia gris): Los investigadores habían usado el Electroencefalógrafo (EEG) para medir la actividad eléctrica del cerebro de los practicantes de meditación, quienes demostraron poseer un perfil muy particular conocido como “high-amplitude gamma-band oscillations and phase synchrony at between 25 and 42 hertz” y de acuerdo con estos científicos de Wisconsin “la coordinación de estas oscilaciones cerebrales es un factor importante en la construcción de conexiones neuronales temporarias en el cerebro que integraría las funciones y la percepción consciente.
“A través de la meditación aprendemos a focalizarnos en el momento presente, dejando atrás nuestras preocupaciones y problemas, dudas y temores, juicios y opiniones negativas, acercándonos a descubrir la belleza que hay en nuestra vida interior”
Estudios complementarios sugieren que la meditación genera cambios no sólo en los procesos cognitivos y emocionales, sino también en el volumen de ciertas áreas cerebrales alterando el número de las conexiones de las células nerviosas del cerebro (neuronas). La investigadora Sara W. Lazar y sus colegas de la Universidad de Harvard confirmaron estos estudios, agregando que encontraron “diferencias en el tamaño del tejido cerebral conocido como materia gris, entre los meditadores y los no meditadores, en regiones activadas durante la meditación. Estas diferencias fueron más pronunciadas en los participantes de mayor edad, lo que sugiere que “la meditación podría ser un factor y estar influyendo en el proceso de cambio de volumen del tejido cerebral (materia gris), indicador prevalente en el proceso del envejecimiento”.
Estas investigaciones apoyan la hipótesis de que “la meditación induce a alteraciones estructurales en el cerebro”. Estudios similares confirman esta hipótesis. La doctora Lazar demostró que “el entrenamiento en meditación (mindfulness) contribuyó también al achicamiento del volumen de la glándula amígdala, región donde el proceso del miedo toma lugar y esto se comprobó solo entre los meditadores, quienes habían reducido el nivel de stress, primero”.
Por su parte, Eileen Luders y sus colegas científicos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) también encontraron diferencias en sus experimentos con los participantes (los meditadores y los no meditadores) entre las fibras conocidas como axones o neuritas, que conectan las diferentes regiones cerebrales y concluyeron que “los meditadores obtienen un mayor número de conexiones neuronales”.
Es importante saber que gracias a estos estudios hay evidencia de que “la meditación y su habilidad en propagar el bienestar de la persona podría disminuir el estrés y su efecto biológico en las inflamaciones que ocurren a nivel molecular”, lo cual fue corroborado en estudios similares posteriores.
5-Variación de la actividad de los Genes responsables de las Inflamaciones: La investigadora Perla Kaliman, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, España, demostró que “durante un día de meditación entre los expertos meditadores, disminuyó la actividad de los genes responsables de las inflamaciones y alteró el funcionamiento de enzimas afectadas en un vaivén molecular (on-off)”.
6- Longevidad Celular: El investigador Cliff Saron, de la Universidad de California en Davis, hizo experimentos sobre el efecto de la meditación en una molécula responsable en regular la longevidad de la célula. “Esta molécula –una enzima llamada telomerase- prolonga los segmentos del ADN en los bordes de los cromosomas. Estos segmentos telomeres aseguran la estabilidad del material genético durante el proceso de la división de cada célula”. En el experimento, se acortó el período de la división celular “y cuando esta duración disminuyó, la célula dejó de dividirse y gradualmente entró al estado de senectud o vejez”. Al compararse estos resultados entre los meditadores y los no meditadores (o grupo de control) se concluyó que “los meditadores obtuvieron los niveles más altos en la reducción del stress”. De este estudio se deduce que “la práctica de la meditación contribuye a reducir los procesos de envejecimiento celular entre quienes la practican”.
En conclusión, todas estas investigaciones empíricas durante los últimos 15 años han demostrado que “la práctica de la meditación produce cambios significativos tanto funcionales como estructurales del cerebro, ya que estas prácticas contemplativas impactan positivamente los procesos biológicos para la buena salud”.
Los resultados de todos estos estudios científicos nos proveen nuevas alternativas para el cuidado de nuestra salud física y mental y el bienestar general. Además, a través del ejercicio de la meditación, se puede focalizar en las cualidades humanas positivas, reconectándonos con las bases del comportamiento ético, si bien común, pero no privativo, de ninguna tendencia filosófica o religiosa. Y cuánto beneficio aportaría para mejorar la salud y el bienestar personal y su trascendencia en la sociedad, especialmente en la nuestra, que demuestra una cultura impaciente, con mentes sobre-estimuladas e hiperactivas, que acarrean gran cantidad de dudas, ansiedades y prejuicios.
“La meditación da acceso a la quietud interior que posee cada uno”, afirmó el Dr. Deepak Chopra en sus múltiples foros sobre la meditación -desde las plataformas digitales y con una audiencia in crescendo en popularidad- y que yo tuve el privilegio de participar y asimilar que la práctica de la meditación ayuda a mejorar la salud, el bienestar, a controlar el dolor, el stress, las emociones negativas y garantizar la calidad de nuestras relaciones humanas.
Beneficios de la Meditación
La meditación nos ayuda a equilibrar nuestra carga emotiva, desacelerando las respuestas emocionales cargadas de pólvora, disminuyendo el impacto del estrés en nuestro cuerpo, mente y espíritu, ya que al poder medirse, promueve un estado de calma espiritual en el momento presente. El Dr. Deepak Chopra sostiene enfáticamente que “una vez que usted se ha conectado interiormente con su verdadero yo el bienestar óptimo se logra naturalmente” y recomienda “establecer e incorporar la práctica de la meditación y que se sienta/perciba como una manera natural de la vida diaria”.
Desde una perspectiva fisiológica:
-Regula la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, y el ritmo respiratorio.
-Aumenta el poder inmunológico, la percepción sensorial y agiliza la memoria.
-Disminuye el stress y las inflamaciones.
-Mejora el metabolismo y la digestión.
-Aumenta la energía.
-Promueve la regeneración celular, activa el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a superar un dolor de cabeza, ya que disminuye la tensión muscular y promueve un descanso más saludable.
-Reduce y retarda las primeras señales del envejecimiento.
Desde una perspectiva psicológica:
-Lo ubica en el momento presente, focalizando y fortaleciendo su mente.
-Conduce y conecta con un propósito o intención particular.
-Ayuda a controlar sus reacciones impulsivas irracionales, lo que mejora sus habilidades de comunicación en sus relaciones humanas.
-Mejora su capacidad para resolver conflictos.
-Ayuda a descubrir su verdadera identidad, profundizando las conexiones consigo mismo, lo que conduce a su auto-descubrimiento.
-Ayuda a construir su auto-confianza.
-Ayuda a alcanzar profundos estados de conciencia.
-Aumenta su capacidad de gratitud, empatía y compasión.
-Abre su mente a infinitas posibilidades.
-Aumenta su capacidad de ser feliz.
Todos los datos corresponden a los resultados de las investigaciones científicas cuyos autores son reconocidos en el texto. GCJM ¤