Pensamos que comemos saludablemente, hacemos ejercicio, y sin embargo no logramos tener el cuerpo que deseamos tener.
Este sentimiento es muy común y muchas personas lo experimentan muy frecuentemente. Dedicamos nuestro tiempo a leer y nos interiorizamos acerca de las elecciones más saludables que podemos tomar y los ejercicios más efectivos que nos ayudan a quemar un sinfín de calorías.
Entonces ¿qué falla? ¿Qué es lo que nos falta para derribar ese obstáculo y poder tener ese físico tan deseado? ¿Cuál es el secreto?
Secreto # 1: No comer los mismos alimentos en el desayuno, almuerzo y cena. El estar estancados produce una frustración grande y nos llenamos de rabia.
El cuerpo detesta hacer siempre lo mismo. Nuestro cuerpo necesita cambios constantes, porque es una máquina tan perfecta que asimila rápidamente todo lo que comemos y todos los movimientos que realizamos.
Secreto # 2: Responsabilidad. Cuando queremos obtener algo, debemos hacernos responsables para alcanzar los objetivos. Si nos proponemos seriamente que queremos cambiar, tenemos que tener un plan. El plan va a estar basado en los objetivos que queremos establecer sin culpar a nadie, al medio ambiente, al trabajo, o nuestra pareja cuando no obtenemos los resultados esperados.
Secreto # 3: Compromiso. Tomamos una decisión y la cumplimos. Para tomar una decisión se necesita tener certeza y objetivos claros. En este caso, si elegimos a un amigo/a con quien compartir nuestros progresos, es más fácil cumplir con los objetivos establecidos.
La clave del éxito es la consistencia para poder dedicarnos a nosotros mismos. Eso significa tener el tiempo para preparar distintas comidas o planear distintas actividades físicas.
Algunas sugerencias convenientes a seguir:
1- Desayuno: incorporemos nuestros cereales con distintas frutas, o con proteína, como huevos o un trozo pequeño de queso.
2- El almuerzo: tiene que ser distinto todos los días. Incorporemos distintos vegetales.
3- Cena: tratemos de reducir todo lo posible los carbohidratos procesados y refinados, como las galletas, pan, tortillas, chips y todo tipo de pastas. Las pastas, especialmente a la noche, son como una bomba atómica en nuestro aparato digestivo cuando no se tienen en cuenta las porciones.
4- Actividad física: dos veces por semana incorporar distintas actividades para obtener mejores resultados, como pilates, yoga, o interval training. Cuanto más variado es el plan de actividades físicas, menos aburrido nos resultará. ¤