Decisiones Positivas
Siempre tenemos la oportunidad de hacer elecciones saludables con nuestras comidas. Desde el momento que desayunamos, pasando por Starbucks por un café y un snack, hasta el momento de la cena. Si prestamos atención, no hay que tener un doctorado en Nutrición para darse cuenta qué es más saludable, si elegimos comer papas fritas o una papa al horno.
La verdad es que muchos de nosotros vivimos nuestras vidas a un paso alocado, tan llenos de responsabilidades que al momento de nuestra ingesta elegimos nuestras comidas en base a lo que encontramos en la calle, o lo que nos queda dentro de la heladera. Muchos de nosotros hacemos elecciones sin prestar atención al contenido nutritivo de nuestras comidas.
Cuando leemos las palabras mejorar la relación con la comida, nos suena un poquito extraño. Nunca pensamos que existe una relación con la comida, porque cuando comemos lo hacemos muchas veces en una forma automática. Las investigaciones han demostrado que aquellas personas que prestan atención a las elecciones de alimentos, son aquellas que logran una pérdida de peso continuo y logran mantener el balance de su peso en una forma permanente.
Mejorar la relación con la comida no es privarse por completo de lo que nos encanta comer. Es prestar atención a todos aquellos alimentos que nos nutren y moderar aquellos que causan un exceso de calorías desmedido.
Simples pasos a seguir para cambiar la relación con la comida
Comer cuando nuestro cuerpo lo necesita fisiológicamente: O sea, cuando nuestro cuerpo tiene hambre. Nuestras comidas tienen que tener un balance nutritivo que incluyen los porcentajes necesarios de proteínas, grasas, carbohidratos, y contienen vitaminas y minerales.
El snack antes de ir a dormir no es necesario si la cena es balanceada. Muchos creen que comiendo un bowl de cereal con leche como cena o snack es suficiente. El problema es que el cereal y la leche tienen carbohidratos y azúcar. Al hacer esto, nos vamos a dormir con un montón de azúcar en la sangre. El cuerpo no tiene la oportunidad de quemar las calorías que ingerimos antes de ir a dormir.
Respetar las sensaciones de satisfacción: Tenemos que aprender a escuchar a nuestro cuerpo. Hay que dejar de comer cuando nos sentimos satisfechos. Necesitamos 20 minutos para que nuestro estómago y cerebro registre la sensación de satisfacción.
Prestar atención a nuestras emociones: La comida no va a solucionar nuestros problemas de angustia, enojo o aburrimiento. Cuando estamos en una caída emocional, la llamada a un amigo/a puede llegar a ser más productiva que ingerir exceso de calorías.
Planificación: Planear nuestras compras de allimentos para tener suficiente comida y poder hacer selecciones saludables. Secreto: tratar de NO ir al mercado cuando sentimos hambre; es en esos momentos cuando las elecciones que hacemos NO son las que nos benefician.
El secreto es aprender a tomar control de nuestras decisiones para poder mejorar la existente relación que tenemos con la comida. ¤