Cartas y más cartas • Julio 2010

Rockero de ley
Sr. Director:
Ante todo quiero saludarlos y felicitarlos por el gran trabajo que hacen con la revista. Soy un rosarino que hace 27 años que vive en el Sur de California y lee la revista todos los meses desde hace mucho tiempo. Pero les escribo para pedirles que no quiten dos secciones que me gustan mucho: La historia del Rock Nacional y la lista de los 10 discos más vendidos en Argentina, porque ya hace un par de números atrás que no las han puesto más.
Gracias por lo que puedan hacer al respecto. Les saluda cordialmente,
Sergio Ovando
Paramount, CA
PD: Aguante Central y aguante Argentina en Sudáfrica 2010, aunque no me gusta Diego como técnico, pero a ver qué pasa. Muchas Gracias.
ES: Estimado Sergio, lo que pasa es que nos vamos quedando sin grupos ni artistas que NO hayamos cubierto. La sección de rock comenzó hace ya un par de años, así que hay mucho material de archivo en nuestro sitio de Internet. Un abrazo.

El secreto de sus comentarios
Sr. Director:
De casualidad cayó en nuestras manos su ejemplar del mes de marzo 2010 donde tuvimos el placer de leer el "review" de Liliana Cáceres sobre la película Argentina "El Secreto De Sus Ojos", precioso, acertado y elegante. Casualmente, unas semanas atrás, "Classical KUSC FM Radio" tuvo de visita al Sr. Juan José Campanella en el segmento "Arts Alive", que justamente se dedica, entre otras cosas, a comentar películas. Fue una entrevista muy, pero muy buena. El Sr. Laurentzen, quien lo entrevistó, no tenía palabras para halagar no sólo la película sino también al Sr. Campanella (quien dicho sea de paso habla un Inglés muy bueno) y a todos sus actores, especialmente a Darín y Francella.
Vimos la película y tanto Liliana Cáceres como el Sr. Laurentzen de KUSC, no podrían estar más acertados en sus comentarios, que son muy buenos y ayudan a elegir qué películas queremos ver.
Un abrazo,
María y Roy Payton
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
ES: Un abrazo para ustedes y gracias por escribir.

La polémica sigue
Sr. Director:
A mí no me perturba en lo absoluto que el lector Daniel Quiroga se queje en sus cartas de todo lo que se queja, valga la redundancia. Todos los argentinos, en mayor o menor medida, somos "quejones" y es parte de nuestra idiosincrasia, sino no hubiéramos "patentado" el tango... Sobre si tiene o no razón, como en todas las cosas de la vida, es muy personal y de cada uno y eso es muy respetable. Sin embargo, si yo escribiese a una revista para quejarme solamente y esperando que otros resuelvan los problemas que yo critico, entonces allí estaría el pecado. Esto me recuerda a un famoso sketch cómico de los 60' en la TV argentina, en donde en una obra en construcción, dos personas abajo observan por largo tiempo criticando y censurando a un grupo de obreros que en lo alto de un edificio, en lugar de trabajar, están conversando muy animadamente, sin detenerse a pensar en que ellos también están haciendo de alguna manera lo mismo....
¿Qué podría aportar usted, Don Quiroga, como posibles soluciones reales y efectivas a las cosas que escandalizado nos señala tanto de Argentina como de Estados Unidos? Si es tan bueno para observar y denotar fallas, ¿qué tal si nos ayuda un poco a todos a ver cómo salimos de esta crisis de valores? Quizás en sus manos tenga la solución. No se lo guarde... ¡desembuche! ¿O será que no había reparado en ello y está como los de abajo, que miran la construcción?
Ya que pide en su carta la opinión de sus compatriotas (no creo que sienta que ha dejado de ser argentino, como afirma, porque si lee esta revista y necesita de opiniones nuestras...) pues, aquí tiene la mía, muy humilde, pero sincera: la invitación abierta a escucharlo atentamente, ya que muchos como yo ansiosamente esperan y necesitan su aporte, conminándolo a que ahora no se esconda y tome esta oportunidad que le estoy sugiriendo. Un abrazo fraternal.
RICARDO SALAZAR
Cerritos, CA
ES: Muy bien, Ricardo, el debate está abierto. Gracias por tu aporte. Un abrazo.

La polémica sigue II
Señor Director:
Me gustaría hacerle unas preguntas al lector Daniel Quiroga, y luego darle algunas sugerencias. Primero: ¿quiénes son “Ustedes, los que dejaron caer el país”? Vos, Daniel, ¿dónde estabas? Estabas allá, donde había escépticos, descreídos o derrotistas. Pero vos tomaste la decisión de venir a los Estados Unidos, y ahora que estas acá este país se convirtió en un lugar lleno de escépticos, descreídos o derrotistas.
Vos creés que lo único que quieren todos es mirar partes de mujeres y el futbol. Entonces ¿Por qué creés que también vienen mujeres? No creo que a ellas les interese ni los culos ni el futbol. Me da la sensación de que tenés una óptica muy negativa de la realidad e idealizás una perfección que no existe.
Te aclaro que no a todos les ha ido mal acá, que no todos tienen la misma percepción que vos de la situación, que no es buena, pero sin dudas va a mejorar.
Pero me gusta aportar y no sólo ser crítico o controversial. Y aquí van mis sugerencias:
1) Intentar llegar a Burbujelandia, donde estarás protegido del entorno lleno de escépticos, descreídos o derrotistas.
2) El país de las Maravillas de Alicia: en el libro se veía bien.
3) La criogenética, que es la conservación de los cuerpos mediante el frío, hasta que el mundo sea perfecto. ¿Buena no?
Y es verdad, después de tu experiencia en Argentina y acá creo, que no has aprendido... lo que vos decís.
Un saludo a la revista y espero que el mes que viene podamos tener una tapa con la tercera copa del mundo.
Roberto Alzola
Anaheim, CA
ES: Gracias, Roberto, por escribir. La tapa ya está preparada, a ver si la podemos usar.

Un adelantado a su época
Sr. Director:
No me sorprende en absoluto que califiquen de ‘descabelladas’ mis ideas sobre la ‘bananificación’ de los Estados Unidos: obtuve exactamente la misma respuesta hace años cuando comencé a advertir a mis amistades sobre lo insostenible que resulta tener un mercado inmobiliario nacional predicado en otorgarles créditos (cada vez mayores) a muertos de hambre que no poseen ni un p... cobre partido por la mitad. O cuando predije el derrumbe del mismo, mientras la mayoría se mofaba y seguía utilizando sus casas como cajeros automáticos, convencidos por la incesante propaganda prevaleciente -en aquel entonces- que aseguraba que el valor de las casas iba a seguir subiendo ad infinitum. También provoqué risas cuando advertí sobre la creciente falta de garantías constitucionales y sobre la progresiva inoperancia del sistema judicial americano. O sobre el acuciante aumento de la corrupción en la política yanqui.
Esto de ser un adelantado a mi época tiene sus serias desventajas aparentemente. Saber leer un diario e interpretar correctamente las noticias también. Quizás me convendría pasarme a las filas de los rehenes voluntarios en el asiento de atrás, así dejo que otros manejen mi destino mientras yo disfruto del paisaje asomando la cabeza por la ventanilla y dejando que mi lengua flamee al viento.
En cuanto a "por qué país me voy a decidir a luchar finalmente", la respuesta es simple: ninguno. He evolucionado al punto de identificarme solamente como un ser transitorio habitando en una morada temporaria. Las nacionalidades son como un uniforme; una prenda que se luce por un ratito nomás, pero que tarde o temprano hay que sacarse. Aunque sea para pegarle una lavadita y una planchada, ¿vio? Mi ‘lucha’, por tanto, es simplemente para que siempre prevalezca la Verdad, la Justicia y el Sentido Común. Obviamente, a juzgar por los resultados, lo mío es una causa perdida.
Saludos cordiales,
Daniel Quiroga
Anaheim, CA
ES: Estimado Daniel, nos parece que lo tuyo no es "una causa perdida", ya que es muy claro que, al no comprometerte con nada, en realidad no tenés ninguna causa. Debe ser porque sos, como decís, "un adelantado a tu época", un visionario. Todos somos "seres transitorios"; pero algunos decidimos poner los pies sobre la tierra y hacer algo por lograr una sociedad y un mundo mejor. Un abrazo. ©