Nuestros Artistas: Gloria y Claudio, The Otero Dance Co.

Gloria y Claudio Otero son dos bailarines multitalentosos nacidos en Buenos Aires, Argentina. Desde muy pequeños, comenzaron a bailar con los mejores maestros en tango, folclore, ballet, flamenco, tap, jazz, salsa y ballroom.
A los 15 años, Gloria recibió el titulo de profesora de danzas folclóricas en el prestigioso Conservatorio Alvistur de Buenos Aires y formó un grupo de niños bailarines ganando muchos premios como grupo revelación y mejor grupo infantil.
Paralelamente, Gloria y Claudio comenzaron a trabajar profesionalmente compartiendo escenarios con reconocidos artistas como Dyango, Pimpinela, Violeta Rivas, Rubén Juárez, Néstor Roland, Juan Carlos Copes, Los de Salta y Los Tucu-Tucu, por nombrar tan sólo a algunos. Fueron parte del II Festival de Miami, en el que trabajaron junto a Memphis La Blusera, Los Pericos y Los Twist. Su talento los ha llevado a bailar en escenarios alrededor del mundo en varios países de Asia, Europa y América,
En California, el Southern California Motion Picture Council les otorgó el premio Bronze Star Halo por su espectacular contribución a la industria del entretenimiento.
Gloria y Claudio son los creadores y directores del espectacular show Rhythm and Passion, en el que combinan Tango, salsa y folclore en un show. El show fue presentado en prestigiosos teatros de diferentes estados en Estados Unidos y a principios del año entrante se embarcarán en una extensa gira por Europa.
Gloria y Claudio fueron los profesores de varias celebridades de Hollywood como Lindsay Lohan, Raoul Bova y Thomas Kretschmann. También presentaron su show en el Hospital de Niños con los auspicios de Jennifer López y Marc Anthony.
Gloria y Claudio son unos de los pocos bailarines que representan el sentir del pueblo argentino, tanto en el tango como en el folclore. Claudio es considerado uno de los mejores “boleadoristas” de Argentina.
Ambos dan clases de tango en las ciudades de Pomona, Newport Beach y Pasadena.
Lo que precede es la historia exitosa de dos hermanos que han alcanzado una cumbre artística y así lo vi yo desde mi butaca por muchos años. Pero hace unos cinco años me tocó conocerlos personalmente a raíz de unas escenografías que necesitaban para su show anual “Ritmo y Pasión”.
Allí, vestida de calle y sin sus trajes de luces, estaba Gloria. Parecía más pequeña que en el escenario, sus hermosas piernas cubiertas por “jeans”: el “aura” estaba en su cara. Ojos oscuros, muy abiertos, vivaz, pizpireta, dinámica, todo espíritu.
Por alguna razón me vinieron a la mente las palabras de aquel tango que dice: “Galleguita, la divina/ que a las playas argentinas/ llegó una tarde de abril/ sin traernos más tesoro/ que sus negros ojos moros/ y su cuerpito gentil”.
Pero no se engañen: Gloria es también una astuta mujer de negocios, que siempre sabe lo que quiere y lo que vale. Si te acercás a Claudio para ofrecerles tus servicios o para discutir una actuación, su respuesta es siempre la misma: “Hablá con mi hermana”.
Claudio, en cambio, es el prototipo del “gaucho”: cortés, educado, un caballero de capa y espada, sereno, aunque en el escenario es un torbellino. Siendo tan diferentes se complementan muy bien, porque hay algo que los une: su pasión por lo nuestro.
Días pasados, sentados a la mesa de un restaurant, disentíamos sobre los méritos del tango. De pronto, Gloria dijo: “El Tango es una música hermosa, una lírica romántica y un baile apasionante, pero, sobre todo, aquí adentro (tocándose el corazón) el tango es un sentimiento”. Y eso es lo que nos dan cada vez que se suben a un escenario.
¡Gracias Chicos! ©