Hace un par de semanas varias publicaciones científicas divulgaron que investigadores de Texas han encontrado la forma de transformar a las temibles hormigas coloradas argentinas en verdaderos zombies. Estos insectos himenópteros llegaron al país hace varias décadas y se expandieron por todo el sur estadounidense, devastando a otras especies locales y causando graves daños ecológicos y económicos. Lo que las hace particularmente implacables es que estas hormigas, aun proviniendo de colonias diferentes, atacan “en patota” a todas aquellas que no son de su misma tribu.
Para combatirlas, los científicos se valen ahora de los servicios de una especie de mosca parásito, también llegada del sur del continente. Lo que sigue es digno de una película de terror clase B: las moscas depositan sus huevos sobre las hormigas, los gusanos penetran el cuerpo de sus condenadas anfitrionas y llegan hasta el minúsculo cerebro, al cual devoran pausadamente. Mientras tanto, las hormigas argentinas siguen con su vida “normal” por unos cuantos días, caminando como siniestros zombies... hasta que la cabeza se les desprende del cuerpo. Sin dudas, Roger Corman o George Romero hubiesen dado sus vidas por un guión como este.
Los expertos aseguran que el sistema no va a erradicar completamente a las hormigas coloradas, pero sí puede llegar a ser efectivo para controlar la población.
Hasta aquí presentamos, a grandes rasgos, lo que fue el origen, evolución, y quizás el dramático desenlace de la vida de estas minúsculas, aunque exuberantes compatriotas. Si alguna fábula o asociación de ideas se desprende de todo esto, lo dejamos librado a la imaginación del lector. Aquí en la redacción, nosotros seguimos espantando estas malditas moscas que no sabemos por dónde entraron... ©