Valiente campeón semicompleto argentino
Cuando en el mundo boxístico se nombra a Víctor Galíndez, todos destacan que fue un valiente de los encordados, de baja estatura para la división de los semicompletos, y con un alcance limitado, hacía que en sus combates siempre buscara de pelear en el terreno corto, donde, la verdad, se desenvolvía muy bien, tan bien que, no teniendo un físico muy privilegiado para su categoría, logró llegar a ser campeón mundial.
En el año de 1968, fue olímpico por Argentina en los juegos realizados en México, donde fue eliminado en la primera ronda. Llegó al profesionalismo el 10 de mayo de 1969, noqueando en 4 rounds a Ramón Ruiz. Ese año realizó solamente 3 combates. En 1970 combatió en 10 ocasiones, logrando 7 victorias y 3 reveses, quienes lo derrotaron fueron Juan Aguilar en dos oportunidades y Avenamar Peralta peleando por el título argentino. Pero al año siguiente se tomó la revancha ganándole por decisión en 10 asaltos a Peralta.
En 1971 logró 5 victorias, tuvo una sin decisión y perdió con Jorge Ahumada y Avenamar Peralta, con quien se enfrentó en cuatro ocasiones, con dos triunfos para cada lado.
En 1972 logró ser campeón nacional semicompleto derrotando a Juan Aguilar en el Luna Park de Buenos Aires. Combatió en 8 ocasiones ese año, ganando todos sus combates.
En 1973 volvió a hacer 8 peleas y en todas también salió con el brazo en alto. Siguió siempre muy activo. En 1974 siguió con sus 8 peleas al año, pero en ese año ganó el título vacante de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), derrotando a Len Hutchins por nocaut técnico en 13 explosivos rounds. ¡Qué ironía! Ganó el campeonato mundial sin haber nunca peleado profesionalmente fuera de Argentina. Ya que derrotó a Hutchins en Buenos Aires, después derrotó a John Griffin por nocaut en 5 asaltos, no estando su título en juego. Más tarde salió a defender su corona en Sudáfrica, ganándole a Pierre Fourie por decisión.
Su primera pelea en los Estados Unidos fue en Las Vegas, Nevada, donde noqueó a Ray Elson en ocho rounds. Después fue a Nueva York en el Madison Square Garden, enfrentándose a su paisano y archirrival Jorge “Aconcagua” Ahumada, a quién derrotó por decisión en quince rounds.
Después de derrotar a Ahumada, con quien se enfrentó cinco veces, Galíndez viajó nuevamente a Sudáfrica para derrotar por segunda ocasión a Pierre Fourie por decisión. En 1976 viajó a Noruega derrotando en esta ocasión a Harold Skag por nocaut en tres rounds. Luego en Dinamarca venció a Jesse Burnett por decisión.
Por tercera vez volvió a Sudáfrica noqueando en el último round (el 15) a Richie Kates. En 1977 hizo un par de combates en Buenos Aires, uno frente a Billy Douglas donde ganó decisión y después en Mendoza noqueó a Guillermo Aquierrazavala en cuatro. En 1977 Galíndez volvió a salir con el brazo en alto. Siempre muy activo, volvió a Roma a defender su título frente a Alvaro “Yaqui” López, a quien le ganó por decisión. Galíndez era un peleador que por su estilo era muy apreciado. Los italianos volvieron a verlo salir victorioso cuando en Roma derrotó a quien después fuera campeón del mundo, Eddie Mustapha Muhammad.
En 1978 le dio la revancha a Alvaro “Yaqui” López, ganándole nuevamente por decisión en 15 rounds. Perdió su título frente al estadounidense Mike Rossman, quien lo paró en 13 en el Superdome de New Orleans. Volvió a Buenos Aires ganándole nuevamente a Roberto Aguilar por nocaut en 5. Se programó la revancha con Rossman para febrero de 1979. Antes del combate hubo una fuerte controversia entre los apoderados de Rossman y Tito Lectoure que representaba los intereses de Galindez por haber sustituido momentos antes del combate a los jurados originales, con todo el público en la arena. Corriendo muchos riesgos, Lectoure dijo que su peleador no subiría en esas condiciones. Las cosas se pusieron tensas, pero Lectoure se mantuvo firme y Galíndez lo apoyó y no hubo pelea.
Un año después finalmente llegó el combate revancha Rossman-Galíndez en New Orleans donde Galíndez recuperó la corona de los semicompletos, noqueando a Rossman en 10 rounds, para luego perderlo nuevamente en su primera defensa ante Marvin Johnson por nocaut en 11 asaltos.
En Anaheim, California, precisamente en el Hotel Disneylandia, le dio la revancha a Jesse Burnett. Transmití ese combate. Galíndez llegó fuera de forma. Se le notaba en su cintura bastantes lonjas de gordura. Galíndez derrochó coraje, sangraba de las cejas y la nariz, pero iba al frente como siempre con una voluntad enorme. Pero Burnett se llevó una justa victoria. Fue ese su último combate. Después tuvo que operarse de las retinas de ambos ojos y esto le dio el toque final a su brillante carrera.
Otro de los deportes que amaba Galíndez era el automovilismo. Se comentaba que era dueño de cinco Mercedes Benz, cuatro Torinos, cuatro Peugots, cuatro Fords, dos Coupes, un Camaro, un Corvair, un Corvette, un Trans Am, un BMW, una camioneta Chevy además de dos Kawasakis y una motocicleta Yamaha. Todo esto indicaba que lo que ganaba con los puños lo invertía en los fierros.
Pero esa pasión por el automovilismo lo llevó a la muerte, corriendo de acompañante con Antonio Lizeviche. El coche se detuvo por problemas mecánicos. Galíndez y Lizeviche saltaron del auto, pero para su mala fortuna fueron arrollados por otro competidor, causándole la muerte instantáneamente un 25 de octubre de 1980.
Galíndez tuvo palmarés de 52 peleas ganadas, 9 perdidas, 4 empatadas, con 34 ganadas por nocaut y está dentro del Salón de la Fama del Boxeo Mundial.
Un gancho y nos vemos en la próxima de Nocaut. ¤