Una historia apasionante y una lección para estos tiempos de corrupción
Muchos desconocen que el Libertador, además de sus dotes de genio militar, también fue un extraordinario jefe de espías.
En el año 1816 y antes de cruzar los Andes para liberar a la hermana república de Chile, al Gral. San Martín se le presentó un complejo problema de muy difícil solución. Como comandante en jefe debía saber con qué fuerzas contaba el ejército español que lo esperaba detrás de la Cordillera y además conocer cómo eran las guarniciones que custodiaban los dos pasos principales (Los Patos y Uspallata) por donde iba a pasar su ejército.
Para resolver esa dificultad, San Martín utilizó una estrategia que años más tarde su historiador, el Gral. Mitre, calificó como “el más feliz ardid de guerra que haya brotado de la cabeza de un general”.
El Libertador le encomendó a su ayudante de campo, el ingeniero José Álvarez Condarco, que explorara ambos pasos porque sabía que éste tenía una verdadera memoria fotográfica. De allí que le ordenó taxativamente “levantar dentro de su cabeza un plano de los dos pasos, sin hacer ningún apunte, pero sin olvidarse de ninguna piedra”. Y para que no le quedaran dudas sobre el riesgo que correría, le advirtió a Condarco que “Usted volverá sano y salvo… si antes no lo ahorcan”.
Siguiendo las precisas órdenes del Libertador, Álvarez Condarco comenzó su peligrosa misión por el paso más lejano, es decir, Los Patos. Una vez que llegó a la primera guarnición española se “hizo el enfermo” porque estaba oscureciendo y de noche no podría observar las defensas enemigas. A la mañana siguiente, “curado milagrosamente de sus dolencias”, continuó su camino registrando fotográficamente en su mente prodigiosa todo lo que veía.
Para justificar el viaje de Álvarez Condarco a Chile, el Gral. San Martín, demostrando una vez más su genialidad, les envió a los españoles una copia de la reciente Declaración de la Independencia Argentina, plenamente consciente de que ese mensaje enfurecería a los realistas. De acuerdo a lo planeado por el Libertador, el jefe del ejército español, Marco del Pont, hizo quemar la copia de la Declaración de Independencia que le entregó Álvarez Condarco, y le ordenó que abandonara inmediatamente el territorio de Chile por el paso más cercano (Uspallata) advirtiéndole que si lo volvía a ver lo haría fusilar inmediatamente.
Al final, todo resultó como lo había planeado San Martín. Su agente secreto inició su viaje por el paso de Los Patos y volvió por el de Uspallata.
Apenas llegó a Mendoza y antes de secarse la transpiración, Álvarez Condarco confeccionó un detallado informe sobre las tropas, armamentos y fortificaciones realistas que custodiaban ambos pasos. La historia demostró que esa información fue vital para el exitoso cruce de los Andes que le permitió al Gral. San Martín liberar Chile y Perú.
Reflexiones
Esta historia es un ejemplo de cómo se pueden sortear problemas que parecen insalvables actuando inteligentemente. El Gral. San Martín tenía todo en contra: no conocía el terreno por donde iba a pelear sus batallas ya que nunca había estado en Chile. Y para colmo de males los pasos de la cordillera de los Andes por donde tenía que pasar su ejército estaban en poder del enemigo.
Afortunadamente, el Libertador eligió al hombre más adecuado para esa misión tan peligrosa y vital basándose únicamente en la "meritocracia", algo totalmente desconocido en la Argentina actual donde reina el “amiguismo”.
El ingeniero José Álvarez Condarco, además de ser un genial agente secreto y un valiente guerrero en las batallas de Chacabuco y Maipú, fue un funcionario honesto. Él fue quien compró los primeros buques de la marina chilena en Inglaterra sin pagar sobreprecios y sin recibir un solo peso de coima. Por eso no es de extrañar que, cuando murió en Santiago de Chile el 17 de diciembre de 1855, era tan pobre que sus conocidos tuvieron que hacer una colecta para poder sepultarlo.
Este tipo de honestidad es algo que pareciera haberse perdido en estos tiempos. Por suerte nos quedó el legado y el ejemplo virtuoso de estos héroes de la Independencia. Quizás algún día la meritocracia y la honestidad vuelvan a tener vigencia en nuestro querido país.©