El General Don José de San Martín

Fue recordado en el aniversario de su tránsito a la inmortalidad

Tal cual conocen los lectores de El Suplemento, todos los 17 de agosto se hace una reunión conmemorativa frente al monumento al prócer que perpetúa su memoria, emplazado en la esquina de Burton Way y Le Doux Rd., en la ciudad de Los Angeles.
Frente a dicho monumento, inaugurado el 16 de noviembre del 2001, se reunieron representantes de la Asociación Argentina de Los Ángeles, La Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando,  (patrocinadores del homenaje) y otros connacionales, entre ellos el director de El Suplemento,  Pablo Garriga y la conocida periodista Sandra Luz Gallegos.
Un adorno floral fue colocado al frente del monumento. Después de breves palabras de la secretaria de la Sociedad Sanmartiniana, Mónica B. Vacas, hizo uso de la palabra el Presidente de dicha institución, Sr. Hugo H Rodríguez.
El Sr. Rodríguez, entre otros aspectos, resaltó que, “The San Martin Society del Valle de San Fernando es una entidad sin propósitos de lucro, cultural, educativos, caritativos, organizada para divulgar los principios e ideales del Libertador Don José de San Martín. Cumpliendo con sus objetivos, la organización ha donado una colección sanmartiniana a la U.S.C (Universidad del Sur de California) y que se exhiben en la Doheny Library, bajo el nombre de ‘San Martín Collection’. A su inauguración asistieron autoridades consulares argentinas, latinoamericanas, de la ciudad de Los Angeles, y el embajador argentino en Washington.”
En conversación con El Suplemento, Rodríguez declaró también que, “Como sus lectores ya saben, la ciudad de Lakewood reinauguró el Parque San Martín, donde está el busto del Libertador desde el año 1971, cuando fue inaugurado debido al esfuerzo de la Asociación Argentina de Los Angeles (AALA) y el Consulado Argentino, a cargo en ese momento por el Coronel retirado Miguel Ángel Moreno. En la reinauguración colaboraron las autoridades de la actual AALA, la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando y miembros de la colectividad latinoamericana. Los sanmartinianos todos, deberían visitar este parque”.
La historia nos dice, expresó el Sr. Rodríguez, que José Francisco de San Martín nació en Yapeyú, Corrientes, el 25 de febrero de 1778. Después de realizar estudios elementales en Málaga, donde se había establecido su familia, San Martín se incorporó en 1789 como cadete al Regimiento de Murcia del arma de infantería, España.
Por su actuación en la famosa batalla de Bailén, donde resultaron batidas las legiones invasoras del emperador Napoleón I, fue ascendido al grado de Teniente Coronel y condecorado con medalla de oro, alto timbre de honor del ya por entonces destacado militar rioplatense.
Por este tiempo, en que pasó a ser oficial de caballería, San Martín se vinculó a otros jóvenes americanos residentes de la Península, que forjaban planes de independencia política para las respectivas regiones de su nacimiento.
Viajó a su patria y a poco de su llegada, el gobierno triunviro le confió la organización de un escuadrón de caballería, que en pocos meses se constituiría en la base del Regimiento de Granaderos a Caballo, de inmortal memoria en las luchas por la emancipación americana.
Después de San Lorenzo, fue gobernador de Cuyo. Allí nació el plan continental de liberación. Se liberó Chile, se logró la independencia de Perú, y posteriormente, después de entrevistarse en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, en julio de 1822, con el Libertador del Norte, el general Simón Bolívar, San Martín prefirió abandonar el campo de su gloria con un renunciamiento ejemplar antes que claudicar en sus principios de libertador de pueblos.
El ostracismo que el héroe se impuso, dio lugar a la expresión “el héroe de la espada limpia”. Él siempre dijo: “Yo soy del partido americano, no de una fracción política”.
Don José de San Martín falleció el 17 de agosto de 1850.
En 1880, los restos del Padre de la Patria fueron trasladados desde Francia a Buenos Aires para ser depositados en el mausoleo que al efecto se erigió en la catedral. Figuras simbólicas que representan a la Argentina,  Chile y Perú le rinden guardia permanente.
Bien se puede decir del héroe que solo ambicionó una cosa: la libertad de América. Por alcanzarla sacrificó todo cuanto tenía, en aras de ese alto principio. Fue en vida glorificado y atacado, pero ni una ni otra cosa influyeron en la línea que se trazara y que siguió en forma inmutable, desconcertando con su templanza a sus enemigos.
Renunció a la gloria y envainó dignamente su sable corvo, que nunca fue usado para avasallar naciones.
El Sr. Rodríguez finalizó su discurso expresando: “La posteridad, a quien San Martín confiaba el juicio de su vida y de sus acciones, lo proclama, como ha expresado el autor peruano Mariano Felipe Paz Soldán, el más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza, y a quien Perú, Chile y las Provincias Argentinas le deben su vida y su ser político”.
Después de este sencillo pero emotivo acto, los concurrentes se reunieron en el restaurant “La Nonna”, donde fueron atendidos por el conocido sanmartiniano Mario Ekmekgian. ¤