“El rock entre el cielo y el infierno”
Rata Blanca se inició casi fortuitamente por la intención de Walter Giardino, ex V8, de grabar un demo con temas de su autoría, por lo que fue juntando músicos conocidos para que colaboraran con él en este proyecto. El trabajo gustó tanto que decidieron probar suerte como banda. Así la primera formación de Rata Blanca fue con Walter Giardino, en guitarra; Saúl Blanch, voz; Gustavo Rowek, batería; Sergio Berdichevsky en guitarra rítmica y Guillermo Sánchez en bajo.
Pese a tener decidido el camino a tomar, estuvieron dos años ensayando hasta que decidieron tocar en público. Debutaron en el teatro de Luz y Fuerza ante 600 personas.
La propuesta de la banda era hacer metal clásico, algo no muy habitual en nuestro país. Los otros exponentes de este estilo eran las bandas Kamikaze y Alakrán. El problema con que se enfrentaban estas bandas era el público seguidor del género que solía causar desmanes en los locales, porque se negaba a pagar la entrada. Rata Blanca, desde el principio, se propuso cambiar esta actitud de la gente
Su líder, Walter Giardino, contaba por esa época: “La banda tiene la potencia y la rítmica del heavy metal sumadas a estructuras melódicas y armónicas de la música clásica. Escucho a Pagnanini, Bach, Mozart, Vivaldi y Beethoven con el mismo interés que a Deep Purple, Rainbow, Judas Priest, Accept y AC/DC”.
Enseguida fueron invitados a participar del festival “Halley en Obras”, junto a otras bandas. Poco después lograron editar el álbum debut, que tuvo dos temas de difusión: "Chico callejero" y “El sueño de la gitana”. El primer disco de la banda, llamado Rata Blanca, fue presentado en el teatro Alfil. Allí comenzó uno de los problemas que les costó mucho resolver: el reemplazo del vocalista, ya que Blanch no estaba del todo de acuerdo con algunas cosas de Giardino. Entonces se sucedieron varios vocalistas hasta que Adrián Barilari reemplazó a Blanch, quién había regresado a la banda hasta que encontraron un reemplazante definitivo. Con la llegada de Barilari comenzó la época de mayor éxito de Rata Blanca. Casi al mismo tiempo que Barilari, se incorporó a la banda Hugo Bistolfi en los teclados. Con esta formación editaron “Magos, espadas y rosas”, que pudieron presentar masivamente en el show de Ian Gillan (ex Deep Purple) en Obras.
Con su estilo “soft-metal” alcanzaron en 1991 su pico de mayor popularidad, al vender más de 200 mil copias de sus discos, apoyados en 120 shows por todo el país. El año se coronó con un concierto en Vélez ante 30.000 personas.
Gran parte del repertorio del grupo posee una fuerte identificación con la música clásica, sin perder la fuerza metálica que los caracteriza. Es por ello que en el cierre de la “Gira Guerrera” en el Ópera, se presentaron con una orquesta de cuerdas e interpretaron un preludio de Johann Sebastian Bach y un fragmento de la Primavera de Vivaldi. La puesta tuvo el agregado de un video wall de nueve pantallas.
“Rata Blanca hizo de todo”, explica Giardino, “pasamos por arriba todos los prejuicios. Un montón de gente vivió de Rata Blanca, haciendo que el heavy metal, inconscientemente, subiera a puestos inesperados e inalcanzables hasta ese momento. Y hoy todavía ninguna banda de heavy metal pudo hacer ni la mitad de lo que hicimos nosotros”.
Rata Blanca vivía tocando -cuatro fechas promedio por fin de semana- en pubs, teatros y hasta bailantas (hecho éste por el cual fueron muy criticados en un comienzo, pese a meter 4000 personas por show). “Nos dijeron caretas cuando nos fue bien y grasas cuando tocamos en bailantas. Pero somos del pueblo y fuimos a tocar para el pueblo”, finaliza Giardino.
Luego Rata Blanca firma un contrato de $600.000 con la compañía discográfica BMG y emprenden junto a la banda española Medina Azahara una gira por México, Estados Unidos y España, donde graban el cuarto trabajo de la banda, llamado “El Libro Oculto”. Durante esa gira, Adrián Barilari comunica su decisión de dejar el grupo por motivos personales, ya que había surgido un problema en su familia, a lo cual el resto de la banda le responde que deje la gira por la mitad y viaje a Buenos Aires. No obstante Adrián continúa con el disco y la gira hasta finalizar con ambos. Una vez en Buenos Aires, Hugo Bistolfi es reemplazado por Javier Retamozo. Con esta formación y durante un concierto en Obras, Adrián Barilari se despide de Rata Blanca.
Con la partida de Barilari queda vacante, una vez más, el puesto de vocalista, que finalmente es ocupado por Mario Ian, ex Hellion y Alakrán, y la banda se vuelca a un estilo bastante más agresivo. En 1994 y con esta formación, Rata Blanca graba, también en España, su quinto disco llamado “Entre el Cielo y el Infierno”, un disco claramente más pesado, que tuvo una muy buena aceptación dentro del público metalero, y que fue presentado con una gira latinoamericana.
Más tarde fueron invitados a tocar en el festival Monsters of Rock de San Pablo, junto a Ozzy Osbourne, Therapy, y Alice Cooper.
Poco después, con el alejamiento de Ian, una vez más el grupo tuvo que buscar cantante: Gabriel Marian, luego de un casting de más de 100 vocalistas, es el seleccionado. Con esta formación editaron el séptimo disco, titulado nuevamente “Rata Blanca”, con la intención de recuperar el terreno perdido.
Giardino confirmó la separación de la banda en abril del '98. “La falta de promoción del último disco aceleró la decisión, pero es cierto que no estábamos pasando por el mejor momento”.
En pleno invierno del 2000, Rata Blanca anuncia su vuelta al ruedo con dos shows, en Buenos Aires y en Rosario: la banda estaba compuesta por Giardino, junto a Fernando Scarcella (batería), Daniel Leonetti (bajo), Miguel de Ipola (teclados) y con Adrián Barilari como cantante invitado. Los conciertos superaron ampliamente las expectativas.
La incondicional respuesta del público hace que tanto Walter como Barilari se den cuenta de que la esencia de Rata Blanca sigue intacta y pareciera que el tiempo no hubiera pasado, por lo que convencen a Guillermo Sánchez para volver a la banda. Ya con tres integrantes de la formación dorada de Rata Blanca, se largan al ruedo nuevamente.
Rata Blanca continuó dando espectáculos, llenando teatros, y grabando lo que sería el noveno disco, titulado “El camino del Fuego”. El tema difusión fue “Volviendo a Casa”, el cual sonó en todas las radios de Capital y varias del interior. El disco fue muy bien aceptado por los fanáticos, cambiando bastante la línea, esta vez con una propuesta hardrockera, con grandes influencias de Deep Purple y otros grupos del estilo. La banda se completaba con Bistolfi en teclados y Fernando Scarcella en batería.
Su siguiente disco se tituló “La llave de la puerta secreta”. El disco tiene variedad de estilos, mezclando matices y tonalidades de rock and roll, metal clásico y hard rock.
Dos días antes de salir a la venta, la placa ya era disco de oro.
Adrián Barilari explica el que hasta ahora es su último disco diciendo: “Es un disco típico de Rata Blanca. Muy metalero, con alguna balada, como siempre. Y también hay un blues, algo inédito en nosotros. Hemos puesto toda la tecnología de hoy en día en beneficio de ese sonido de los '90”.
Con este último trabajo han estado dos años de gira, la que han finalizado recientemente con gran éxito, luego de cuatro presentaciones en España. ©