Los gobiernos dictatoriales -al igual que aquellos que no lo son pero que también ejercen censura sobre los medios de comunicación- aún cuando ideológicamente estén convencidos de que esa es una forma correcta de gobernar, utilizan la complacencia de la gente para llevar adelante su coerción a la prensa y cercenar los derechos de la población en general.
Nosotros, desde El Suplemento, proponemos no asustarnos del que opina en contrario, no aceptar la censura, admitir el disenso, no hacerle el caldo gordo a los que intentan no informarnos o transformar la verdad, no permitir que nos traten como ganado. Grandes injusticias han cometido tiranos de todo signo en pos de que prime un solo pensamiento: el de ellos.
A todos nosotros nos gustaría contar una realidad diferente, poder decir que Argentina es un país en donde se puede vivir dignamente, pero hacerlo sin bases sólidas que lo fundamenten sería mentirle y faltarle el respeto a nuestros lectores.
En el marco de disenso que existe en El Suplemento, algunos pensamos que en la Argentina las cosas no marchan bien; otros que va mejorando sensiblemente. Pero todos coincidimos en que debatir ideas ayuda al crecimiento personal y de la sociedad. Por eso citamos aquí al filósofo y matemático Bertrand Russell, que proponía encontrar más placer en el disenso inteligente que en el acuerdo pasivo; pues si uno valora la inteligencia como debiera, el primero implica un acuerdo más profundo y sincero que el segundo.
La frase del mes, por el criminólogo y penalista Elías Neumann, sobre la reforma del Código Penal: “A la cárcel van sólo los delincuentes fracasados”.