Editorial • Marzo 2002

A grandes males, grandes soluciones. Esto es no sólo una verdad sino también una necesidad. No parece entenderlo así la repudiada clase dirigente en Argentina. Ruckauf vino a pedir “otro préstamo” al FMI y Duhalde se reunirá con Bush para pedir su bendición. ¿No es lo mismo que hicieron De la Rúa-Cavallo?

En Buenos Aires, directivos del City Bank, del Banco Río y de la firma Pérez Companc están siendo investigados. Parece que sus dólares están “seguros y afuera”. La gerente del Banco Ciudad “saltó” el corralito.

Codicia: Duhalde anunció que no alcanza la plata para pagar el sueldo a los estatales, pero al mismo tiempo, y por decreto, se aumentó el suyo aunque él y su familia pueden vivir en la riqueza por los próximos 300 años. Nos llegan rumores de golpe cívico-militar.

Desde el 21 de febrero los argentinos necesitan visa para viajar a Estados Unidos y se volvió a las épocas de las colas durante toda la noche para entrar en la Embajada Americana, de nada pasaron a pedir de todo y hay que tener cita, o sea llamar a un teléfono que está siempre ocupado.

Bush trató de vender sin éxito su guerra contra el terrorismo en Corea del Sur, Japón y China. Según “ciertas” encuestas sigue siendo muy popular porque mandó bombardear Afganistán que es lo que hubiera hecho cualquier sheriff de pueblo que nunca vio un globo terráqueo. En Pakistán asesinaron a un corresponsal del Wall Street Journal, ¿les tirarán bombas?

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