Hablar de y con Coco Trivisonno es una buena experiencia que enriquece el conocimiento que podamos tener sobre el tango. Este muchacho argentino y tanguero hasta la médula, nació en Rosario, provincia de Santa Fe. Su padre fue un excelente bandoneonísta que dirigía su propia orquesta. Precisamente él fue su primer profesor.
Luego estudió con el prestigioso maestro Julio Barboza. Armonía y contrapunto las cursó con los maestros Grande Castelli, Elifio Rosaens y Jorge Martínez Zárate, finalizando sus estudios en la Universidad Nacional de Cuyo y aprendiendo oboe. Contratado por la Universidad de Mendoza, participó durante varios años en innumerables shows. Vuelto a Rosario dedicó algunos años a componer arreglos musicales. En 1987 es contratado en Los Angeles, para actuar en shows, grabar discos, musicalizar films (My father the hero, Marlene, Batman Forever, etc.) y también como solista de UCLA, CAL State y de la Sociedad Filarmónica de Los Angeles para su Festival Anual. Coco Trivisonno ha sido acompañante de enormes figuras como: Herb Alpert, Plácido Domingo, Luis Miguel, etc. Con “Forever Tango” actuó exitosamente en Broadway, Nueva York, Canadá, Europa, Japón y Corea. En enero del año 2000, junto a la Sinfónica de San Diego presentaron “Concierto para bandoneón y orquesta” de Astor Piazzolla.
Por cuatro veces fue invitado por “Third Angle New Music Ensamble” para intervenir en la Opera-Tango, Maria de Buenos Aires. A los siete años comenzó tocando el bandoneón haciéndolo por cuatro o cinco años, pasados los cuales, por cosas de niños lo abandonó por otros tantos años. El bichito le volvió a picar fuerte cuando en una fiesta de la escuela secundaria, un amigo suyo se lució tocando el bandoneón. En ese momento comprendió su frustración y la que seguramente habrá sentido su padre. Desde entonces el bandoneón fue su compañero y su destino.
-Que definición tenés sobre el bandoneón?
El bandoneón, que es un instrumento con el que se puede tocar todo tipo de música, y que para nosotros es referente del tango, es como el fútbol. Este se aprende en los potreros, el bandoneón en la calle. Pues con él podés expresar la vida misma. Los amigos, la infancia, la escuela, el café, el primer cigarrillo, el barrio, la familia.
-¿Creés entonces que el bandoneón y el tango son partes de nuestra tradición?
Mirá, a la palabra tradición le tengo algo de temor. Las tradiciones son buenas pero no para aferrarse al pasado, sino para tomarlo de referencia. Quizás por estar pegados con las gloriosas épocas de los 30 y 40, al final de los 50 comenzó una invasión de música foránea, que fue cubriendo los espacios que no fuimos llenando y que dados los cambios que se fueron dando en la sociedad, eran necesarios. La vida evoluciona y cambia, el tango se estancó.
-¿Este fue el único motivo?
No, evidentemente. El motivo principal fue el descuido oficial, que no se ocupó de sostener nuestra cultura en general. Y lo segundo fue que dado el auge de gente como “Los Beattles” evidentemente creadores de una época, los difusores y las grabadoras, por cuestiones comerciales, se abocaron a aprovechar lo que venía arrollando en el mundo. Los jóvenes en esos grupos y en los que formaron en nuestro país, encontraron el escape a las frustraciones sociales que se vivían por entonces (y que todavía subsisten).
-Pero el tango también sirvió como protesta, sino recordemos Pan, Al pié de la Santa Cruz, Cambalache, etc. etc.
Si pero el tango es nostálgico, serio, romántico, en cambio hasta el ritmo de la otra música es desenfadada, irreverente si se quiere y muy activa.
La prueba lo dá las preferencias que los jóvenes le dan a artistas como Astor Piazzolla, que desafiando viejos cánones, tomó un nuevo camino para la música de Buenos Aires.
-Hablando de Astor Piazzolla. ¿Creés que Astor es un buen referente del tango?
SI. Por ejemplo hoy no podría concebirse una película sobre Buenos Aires, sin música de Astor Piazzolla o de los seguidores de su línea. Piazzolla fue un evolucionado, creció con el mundo. Y no representa solo el hoy y el mañana, sino para los que quieran “oir” oyendo a Piazzolla, podemos encontrar en su música a Pugliese, Gobbi, Troilo y otros que gozaron de la admiración del maestro.
-¿Y cuál es tu línea?
Supongo que obviamente esta contestado con lo que anteriormente te expresé.
Cuando el público es mayoritariamente gente mayor o extranjero actúo de la misma forma. Comienzo tocando tangos clásicos y luego comienzo con los nuevos tangos, pero prologándolos con explicaciones y el por que del contenido musical.
-¿Tanto al público latino como al local? Bueno al local, como lo hicimos en Pórtland, Oregon. El director de la orquesta y yo, traductor mediante, hacemos conocer el sentido de lo que interpretamos. En ese caso, quién y qué era María de Buenos Aires.
Y la charla siguió, hablando hasta de folclore argentino y de su compañero en una radio de Rosario: nada menos que Don Tarragó Ros, el taita del chamamé.