Ícono de la música argentina
“Tú tienes una carita deliciosa, pero tu pelo es un desastre universal, ah, ah, ah, ah…”
Ídolo de la canción romántica para muchos, o símbolo de la música “mersa” para otros, Ramón Bautista “Palito” Ortega tiene su lugar asegurado en el panteón de la música popular argentina.
Nacido en Tucumán el 8 de marzo de 1941, Palito llegó a ser uno de los músicos más conocidos del país a partir de la década del 60, cuando edita su primer disco La edad del amor, en un sello pequeño y que no logra mayor éxito de ventas. Sin embargo, su fama pegó un salto cuando luego de mucho andar por los pasillos de radios y canales de televisión logra actuar en el por entonces famoso El club del clan. Este salto en su popularidad le permite pronto darse el gusto de trabajar en lo que realmente quería: como actor, interpretando sus propias canciones en películas de cine. Las más recordadas son Fiebre de primavera, Mi Primera Novia, en la que conoce a su futura esposa, Evangelina Salazar; y Un Muchacho Como Yo, entre otras.
Durante los años 70, Palito encuentra su pico de popularidad, llegando a grabar en estudios de la compañía RCA en Nashville (Estados Unidos), Roma (Italia) y Londres (Gran Bretaña), entre otros.
Sin embargo, la década siguiente lo encuentra dedicado casi exclusivamente a los negocios con su compañía Chango, con la que logra llevar a Frank Sinatra a la Argentina.
Luego su vivir por un tiempo en la ciudad de Miami, Palito regresa al país para dedicarse a la política como aliado del ex presidente Carlos Menem, llegando a ser elegido gobernador de Tucumán, senador nacional, y luego candidato a vicepresidente en 1999.
Retirado de la política y los negocios, se dedicó en los últimos años a brindar esporádicos shows para su veterana audiencia de gente que lo recuerda como un ídolo de “la nueva ola” que sacudió Argentina cuando el rock y el pop daban sus primeros pasos.
Entre sus canciones más recordadas se cuentan La sonrisa de mamá, Despeinada, Yo tengo fe, y Vivir con alegría.¤