Luego de permanecer custodiando el norte argentino por un año, el ejército del Norte recibió la orden del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Don Gervasio Antonio Posadas, de iniciar la tercera expedición auxiliadora al Alto Perú. Jose Rondeau fue designado como jefe del Ejército del Norte y ascendido a brigadier General.
Rondeau se puso a organizar sus tropas contando con los refuerzos venidos desde Montevideo, es decir, tropas que habían participado en el sitio, y sobre todo contó con un poderoso armamento allí capturado.
Al conocer Pizuela de la caída de Montevideo, se retiraron de Salta, Jujuy y Tarija y trasladó su cuartel general a Santiago de Cotagaita, actual Bolivia, aprovechando la inactividad de la vanguardia realista. La vanguardia de Rondeau, al mando de Güemes, avanzó hasta Humahuaca y se estableció un batallón en Yaví en diciembre de 1814. Pizuela reaccionó mandando en enero de 1815 a Pedro Antonio Olavieta con los batallones de Cazadores y Partidarios y dos piezas de artillería en busca de Güemes, pero éste evacuó Yaví en dirección a Humahuaca el 25 de enero. Al mismo tiempo, los escuadrones realistas recuperaron Tarija.
Como hemos dicho, San Martín entendía que el problema de la Independencia no se resolvería en el Alto Perú. Por eso, a fines de abril de 1814, renunció al mando y se retiró a Córdoba. En junio de 1813, San Martín, invocando razones de salud, pidió ser relevado del mando del ejército y José Rondeau fue designado para reemplazarlo. El ejército auxiliar estaba en Tucumán y Pizuela en Salta, asediado por los guerrilleros salteños y jujeños. ¤